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MONTAÑA PALENTINA. La Braña. De Brañosera al Valdecebollas

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Trail stats

Distance
4.31 mi
Elevation gain
2,969 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
56 ft
Max elevation
7,016 ft
TrailRank 
27
Min elevation
4,080 ft
Trail type
One Way
Coordinates
67
Uploaded
October 23, 2017
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near Brañosera, Castilla y León (España)

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Itinerary description

Cuando llega el invierno y la nieve cubre con su manto blanco la cordillera Cantábrica, la Montaña Palentina se viste de gala para regalarnos mil y un rincones espectaculares por donde caminar y deslizar sobre nuestras raquetas y esquís descubriendo valles y cumbres que harán las delicias de quienes se animen a aventurarse por estos territorios, “bellos desconocidos”, que esperan que dibujemos nuestras huellas por sus sugerentes relieves.

Cuatro comarcas conforman el norte montañoso de la provincia de Palencia, cada vez más conocido por el colectivo montañero, donde quien más y quien menos ha oído hablar alguna vez del Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, Montaña Palentina. Cuatro comarcas, la Braña, la Pernía, la Peña y Fuentes Carrionas, totalmente distintas unas de otras, que dan forma a una zona montañosa con los más variados paisajes y poseen una enorme oferta en lo que a rutas invernales se refiere y dejará, a buen seguro, satisfechos a todos los que se animen a conocerlas, desde el senderista novato que busque tranquilos valles, bosques y pequeñas cumbres sin complicaciones al más aguerrido esquiador extremo que desee estrechas y pendientes canales en las cumbres más altas donde poner a prueba su pericia sobre las tablas.

Curavacas, Espigüete, Tres Provincias, Peñalabra, Tres Mares, Valdecebollas… son nombres de algunas de las más altas y conocidas cumbres palentinas recorridas a menudo, tanto en verano como en invierno, por multitud de montañeros venidos desde lejos atraídos por la fama que ya se van haciendo en el mundillo gracias a las buenas experiencias que en ellas se pueden disfrutar. Pero, quien después de haber pisado estas renombradas cumbres, decida regresar a la Montaña Palentina en busca de nuevas aventuras se dará cuenta de que el título de “Bella Desconocida”, atribuido a la catedral de la capital palentina, se puede aplicar a estas “catedrales” rocosas que forman el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, Montaña Palentina.

La Braña recibe al viajero que se aproxima a la Montaña Malentina desde el sureste. Suaves y alomados relieves enmarcan dos amplios valles, Santullán y Mudá, que vierten sus aguas hacia el sur. Bosques tupidos de roble y haya cubren gran parte de los fondos de los valles de las cuales emergen alineadas tres humildes sierras, Corisa, Cildá y Cotejón, que dan paso a las altas cumbres, Cueto, Valdecebollas y peña Rubia, que, cual barrera alineada de oriente a poniente, protegen a los pueblos que se asientan en sus faldas del temible viento del norte que trae frío y nubes que suelen quedar atrapadas en las cumbres creando una espectaculo visual bastante frecuente. Valles y cumbres amables donde disfrutar largas rutas y tendidos descensos, pero donde no debemos bajar la guardia, pues altas barreras rocosas podrían causarnos algún sobresalto.

En pleno centro de la Montaña Palentina se ubica la Pernía. Se podría comparar a esta comarca con un gran recinto amurallado de fondo plano cubierto por extensas praderías y espectaculares almenas montañosas difíciles de traspasar excepto por el norte, por donde se comunica con los valles cántabros de Polaciones y la Liébana a través del puerto de Piedrasluengas, y por el sur, salida natural de las aguas del río Pisuerga hacia tierras castellanas. Este conocido río nace dentro de esta fortaleza, en la cabecera del valle de los Redondos, en un paraje sobrecogedor a los pies de las sierras de Peñalabra y de la Cebollera, murallas que cierran la Pernía por el este. Se completa la muralla por el oeste con las cumbres de las sierras Albas, la Horca de Lores y peña Carazo. Quien busque verticalidad deberá dirigirse a lo cimero de las almenas montañosas y quien busque tranquilidad podrá recorrer espectaculares valles y tranquilas cumbres.

Un alargado y afilado crestón calizo convierte en inconfundible la posición de la comarca de la Peña a quien observa desde el sur la Montaña Palentina. Cual enorme ola petrificada de blanca caliza, la sierra de la Peña, rompe la tranquilidad de la plana meseta castellana generando un resguardo perfecto para los pueblos que se acurrucan en su vertiente soleada. Comarca de espectaculares contrastes entre su solana y su umbría que nos ofrece largos valles, Valcobero, Miranda o Tosande, surcados por anchas pistas forestales de fácil caminar, alomadas y amables cumbres boscosas en la sierra del Brezo y Ruesga, que podremos subir sin muchas complicaciones, y altas y afiladas crestas como las del Fraile o la peña Redonda con vertiginosos descensos, a caballo entre las altas cumbres de Fuentes Carrionas y las infinitas planicies de Castilla, donde poner a prueba el agarre de los cantos de nuestros esquís.

Fuentes Carrionas es la comarca palentina de la alta montaña por excelencia. En ella se ubican algunas de las cumbres más altas y escarpadas de la cordillera Cantábrica. Las dos cumbres más conocidas, Espigüete y Curavacas, son un imán de alpinistas y esquiadores en temporada invernal por mérito propio. Sus corredores y canales hacen las delicias de quien los recorre en un ambiente de alta montaña que nada tiene que envidiar a otros macizos más altos. Pero Fuentes Carrionas es mucho más que estas dos icónicas cumbres, Fuentes Carrionas posee más de 60 cumbres que superan los 2000 metros de altura con muchos descensos que pueden llegar hasta los 1000 metros de desnivel y enormes valles glaciares que pueden llegar a superar los 20 kilómetros de longitud, como en el caso del espectacular valle de Pineda. Fuentes Carrionas es, en resumen, un paraíso invernal donde poder imaginar mil y una aventuras caminando, con raquetas o sobre esquís recorriendo esta comarca montañosa, joya de la corona de la zona de la cordillera Cantábrica.

Una próxima publicación, de la editorial palentina “La Pedrera Pindia” (www.lapedrerapindia.com), que aparecerá en Diciembre de 2017, bajo el título "Montañismo invernal en la Montaña Palentina: 262 Descensos, 68 Rutas y 12 Travesías para Esquís y Raquetas", se propone dar a conocer la mayor cantidad de recorridos y descensos para raquetas y esquís en la montaña palentina.

. La Braña: De Brañosera al Valdecebollas

Desnivel: +950 m – 950 m
Kms: 14 km. Ida y Vuelta
Horario aprox.: 6 horas
Dificultad: BE (Buen Esquiador) S3 30º de pendiente máxima

Ruta: Al abrigo de las cumbres de las sierras del Cueto y de Híjar se cobija la localidad de Brañosera, punto de partida ideal para ascender a la cumbre más alta del entorno, el Valdecebollas. Los suaves relieves de esta alta cumbre engañan a quien las ve desde lejos y se sorprende después al descubrir espectaculares barreras rocosas que forman las cuencas de los valles que surgen desde las zonas cimeras de esta gran montaña y por donde discurren los arroyos que han modelado este pintoresco paisaje. Por ello, no deberemos bajar la guardia al transitar por estas suaves laderas, ya que, en condiciones de mala nieve o poca visibilidad, esas barreras rocosas pueden convertirse en una trampa peligrosa para quien se salga de la ruta. Alomadas cumbres, enormes palas tendidas, estrechos corredores entre grandes rocas y preciosos fondos de valle con bosques sacados de cuentos de duendes y hadas ofrece esta montaña de la Braña palentina a quien se anime a descubrirla.
Desde la zona alta de Brañosera, a la altura del cementerio, sale una pista hacia el norte dejando unas naves ganaderas a nuestra izquierda. Esta pista entra en el valle del arroyo de Canal llaneando a media ladera para llegar a un primer puente (1257 m). Cruzamos el arroyo y seguimos subiendo hacia el norte hasta llegar a una curva cerrada donde abandonamos la pista principal, que gira hacia el sur para salir el valle, y seguimos un camino que continúa por el valle cerca del arroyo y se adentra en un precioso bosque. Llegamos a un vado por el que cruzamos de nuevo el arroyo, el camino se desdibuja pero sigue subiendo cerca del fondo del valle. Pasamos cerca de una tenada y llegamos a otro vado por el que volvemos a cruzar el arroyo para quedarnos definitivamente en esta orilla. Fuertes rampas nos sacan del bosque y ya vemos en lo alto las ruinas del refugio del Golobar que dejaremos a nuestra derecha (este) de camino al collado (2039 m) que se forma entre la cumbre de Canalejas y el Sestil. Desde este collado ya vemos la cumbre del Valdecebollas a la que accederemos dirigiendonos hacia el suroeste a media ladera por la cara norte de Canalejas hasta otro collado (2058 m) desde el que abordamos las últimas rampas que nos llevan a la amplia cima en la que se ubica el Torreón (vértice geodésico) del Valdecebollas (2142 m).

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