Descenso de Loma Púa a Río Veleta, retorno por Terreras Azules, Río Seco y Carihuela (Sierra Nevada)

Espectacular recorrido por el corazón de Sierra Nevada, bastante desconocido porque requiere un esfuerzo considerable. Saborear el Valle del Veleta, es una exquisitez que justifica el coste a pagar.

Partimos del parking Los Peñones y vamos subiendo por Puerta Elvira, para luego girar en dirección Ventisquero Cauchiles y continuar ascendiendo próximos al Barranco de San Juan, hasta alcanzar el camino superior del Águila, por encima del final del TS Stadium. Cruzamos TS Zayas, las pistas de La Laguna y seguimos el camino que nos lleva unos 50 metros por encima de la Carihuela. Quitamos focas y descendemos con las botas a media presión hasta el entorno Carihuela, donde realizamos una media ladera bastante helada, metiendo cantos en escalera hasta alcanzar el pequeño collado, en cuya cara norte arranca el descenso de Tajos de la Virgen, y en la sur, divisamos el escondido Valle de Loma Púa.

El inicio de la esquiada es una gran pala de 35º-40°, que pone a prueba el nivel del esquiador. Pasada esta primera pared, se abre un valle de interminables palas sobre las laderas del Pico del Sabinar, ahora con pendiente media, que permite marcar la traza por donde lo desees. Uno de los descensos más bonitos que he realizado.

Se cruza el Río Veleta por alguno de los pasos que salpican el curso del río y paramos a reponer fuerzas. El Valle es impresionante: El Púlpito, Terreras Azules, Raspones, Mulhacen, algo de La Alcazaba y Veleta, presiden el entorno y advierten de lo que queda. Ver la cima del Veleta intimida por el desnivel que tenemos que remontar.

Para subir al Puntal de Terreras Azules se intenta primero por su canuto, pero tiene una entrada compleja que suele estar helada, así que mejor dirigirnos a la vaguada que queda a su izquierda, por donde discurre el Riachuelo de la Morra que baja desde la Laguna de la Morra o de las Cabras. Buena nieve y ascenso llevadero hasta el tramo final, donde no queda más remedio que echar el resto. Este tramo se hace duro.

Antonio y José Luis que van sobrados de energía, aún descienden 150 metros más hacia Río Seco, pero Enrique "El Colorines" me va guiando por una diagonal, que ganando cota de forma progresiva, sigue la cadena de Raspones hasta llegar al entorno Lagunas Río Seco y La Puerta.

Seguimos ahora el viejo camino de Capileira, que cuando está cargado de nieve es una ladera de fuerte caída, por lo que hay que extremar la precaución y utilizar cuchillas en varias ocasiones. En concreto, el tramo desde la base del Cerro de los Machos hasta el pie de la Carihuela, es delicado. Creo que este recorrido debe hacerse acompañado de alguien que conozca el camino y vaya abriendo la huella mas adecuada. Adentrarse con la simple ayuda del track puede ser una decisión de alto riesgo.

Queda la parte final de subida a La Carihuela, donde no procede hacer ningún atajo, pues son paredes muy verticales donde la "vuelta maría" se convierte en un ejercicio de equilibrismo y alto riesgo. Como digo hay que seguir el camino de Capileira por la laguna de Aguas Verdes. Es el último esfuerzo, pero como dice mi amigo El Colorines, "este tramo lo inventó un torero, porque es la puntilla para muchos".

Pasamos por la Carihuela, donde la sensación térmica era desagradble y aún quedan 50 metros de ascenso para tomar el camino que nos lleva al inicio del Águila, y ya, descenso por libre hasta llegar al parking Los Peñones, que en nuestro caso, fue una bajada a ciegas por la intensa niebla que cubría la Estación.

Como he comentado, ruta bastante dura que exige de preparación física y experiencia.

Se incluyen algunas fotografías que no son propias, con la finalidad de mejorar el relato (cada foto tiene su texto, que sólo se puede leer en red fija PC). Entre ellas, varias del emblemático Refugio Félix Méndez (o Refugio de Río Seco), inaugurado el 12 de octubre de 1968 y demolido tras una larga polémica, en 1996. Aquí se formaron varias generaciones de montañeros, bajo tutela de Gerardo Alonso, cuyo recuerdo permanece vivo.