Ibón de Piedrafita con esquís de travesía o raquetas

Dejamos el coche bien aparcado para que no moleste en el parquin del Parque Faunístico de la Cuniacha y desde allí nos calzamos los esquís de travesía (o las raquetas). En seguida sale para arriba una pista a tope de nieve y un senderito hecho por la infantería (los “raqueteros” que en esta zona tienen un paraje de ensueño). La pista sube fuerte al principio, luego suaviza algo y a ratos alcorzamos para disfrutar al abrir huella. En un momento dado abandonamos la pista y tomamos el desvío que nos lleva hacia el refugio Telera. Allí estamos solos: nadie ha pasado por allí estos días. Bueno, mentimos, hay miles de huellas de animalillos (rabosos o zorrillos) comiendo “tapaculos” (escaramujos). Nos encontramos un par de riachuelos que nos complican la vida pues hay casi un metro de nieve y cuesta franquearlos sin capuzar los pies. Ya en el refugio seguimos unas huellas de la infantería medio borradas por la ventisca de días atrás y subimos dirección O a una a cota superior al ibón (vamos por donde nos da la gana pues hay tanta nieve). Luego giramos hacia el sur para coger el ibón desde lo alto y hacerle unas fotos. Bajamos al ibón de Piedrafita y lo atravesamos, retornando por el camino tradicional hasta la pista. Quitamos las focas y disfrutando y una buena velocidad llegamos al coche de nuevo. Cuidado la última rampa con esquís que es bastante empinada y no hay forma de parar. Con esquís de fondo se podría hacer pero algunos tramos de bajada son peligrosos si no tienes buen nivel. Espectacular este paraje, nunca defrauda, muy, muy recomendable.