Mont-Roig desde el refugio libre y bajada a Quanca

Gran ascensión de esquí de montaña utilizando como base el refugio libre Enric Pujol, situado en un lugar estratégico, junto al Estany Inferior de la Gallina y al pie del Mont-Roig.
Desde el refugio la visión del Mont-Roig es impresionante pero el itinerario normal de esquí de montaña descrito por nuestro track es mucho menos difícil de lo que parece desde el refugio.
Desde el refugio bajamos unos pocos metros hasta el desagüe del Estany Inferior de la Gallina. Bordeamos el lago dejándolo a nuestra derecha (con buenas condiciones se puede atravesar por encima). Al otro lado del lago subimos en dirección al Estany Mitjà de la Gallina. A partir del desagüe de este pequeño lago giramos a la derecha para entrar en un sistema de pequeños valles escalonados que nos llevará hasta la parte superior de la montaña. La parte inicial es la más difícil; hay que subir por un lomo buscando los mejores pasos hasta situarnos en la base del primer escalón.
El primer escalón es el más comprometido, ya que tiene fuerte pendiente, aunque es muy corto. Según las condiciones, especialmente si llegamos aquí muy pronto cuando está helado, puede ser necesario subir con grampones. Nosotros encontramos buenas condiciones de nieve y superamos este escalón con los esquís en los pies aunque con cuchillas.
Superado este paso entramos en un valle escalonado que ya no presenta dificultades remarcables hasta arriba (si la nieve está en buenas condiciones). Superamos uno tras otro varios tramos pendientes separados por zonas llanas, disfrutando de un itinerario magnífico. Pronto vemos asomar la cumbre del Pic de la Tartera (vértice del Mont-Roig) con su característica pala de nieve.
El sistema de valles se abre y llegamos a una zona muy amplia, una gran pala al pie del Pic de la Tartera. Dejamos a la izquierda el Pic de la Tartera y cogemos la pala con un largo flanqueo ascendente a la derecha hasta llegar a un extenso altiplano, al final del cual empieza la pequeña cresta final del Mont-Roig. Ya se ve el hito de la cumbre.
Hay que dejar los esquís al inicio de la cresta y completar a pie los últimos metros de la ascensión (aconsejable grampones en función de las condiciones de la nieve). La cresta es fácil aunque hay que prestar mucha atención, especialmente si está helada o con cornisas. Finlamente llegamos a la cumbre del Mont-Roig (2.864 m), un excelente mirador del Pirineo. Podemos ver La Pica d'Estats, la Maladeta y muy cerca el Mont Valier. También se ven macizos más lejanos como el Posets y el Néouvielle.
Retrocedemos en la cresta hasta recuperar los esquís. Desde aquí ya podríamos iniciar el descenso siguiendo el mismo itinerario de subida pero es muy recomendable realizar la corta y fácil travesía hasta el Pic de la Tartera (2.846 m). Esta cumbre secundaria, a pesar de tener menor altitud que el Mont-Roig, que está muy cerca, tiene en su cima el característico cilindro de los vértices geodésicos. Curiosamente, a muy pocos metros hay una pequeña prominencia marcada con un gran hito de piedras. Es la cota 2.845. Nos acercamos a ese hito, que será el punto de partida de nuestro descenso con esquís.
Iniciamos el descenso desde la misma cumbre de la cota 2.845 flanqueando ligeramente por la gran pala hasta encontrar nuestras huellas de subida. El descenso es magnífico, siguiendo aproximadamente el mismo itinerario de subida. En la parte final flanqueamos por encima el Pic Inferior de la Gallina. Si sabemos buscar el mejor itinerario podremos llegar fácilmente, sin tener que remontar nada, hasta el desagüe del lago, junto al refugio.
Desde el refugio iniciamos el descenso hacia Quanca. Bajamos la canal hasta cerca del desagüe del Estany de Llaveria. Hay que bajar un tramo bastante pendiente hasta alcanzar el fondo del valle por donde, ya sin dificultad, esquiaremos a placer durante un buen tramo. Más adelante la cosa se complica, ya que no podemos bajar por el fondo del torrente, que más abajo es impracticable sino que hay que ir a buscar el camino de verano que baja por encima del valle. En algún tramo hay que remontar pequeños resaltes y según el estado de la nieve nos tendremos que descalzar los esquís en alguna ocasión. Tras una larga y penosa travesía por el bosque siguiendo el camino de verano llegamos a la Pleta Palomera y poco después nuestro camino desemboca en una pista.
Bajamos por la pista ya sin dificultad hasta que la nieve va menguando y acabamos el último tramo a pie hasta Quanca, situado en la carretera que sube de Tavascan a la estación de esquí (Pleta del Prat).

Y aquí podéis ver un vídeo con escenas de este itinerario:


Más información en mi blog: BLOG DE MUNTANYA