Peña Robla (1808 metros) y Puntal de Petrosos (1859 metros) por el bosque de Yandel

Aprovechamos que ha nevado bastante para hacer alguna actividad. Como el riesgo de aludes es alto, la idea es hacer algo, por el entorno de las estaciones. En Formigal, las nubes cubren por completo las montañas, así que nos quedamos en Panticosa, que hay sol y está bastante despejado.

Como llevamos tres años sin calzar los esquíes, vamos hacer una actividad sencilla, subiremos a la Peña Robla por el bosque de Yandel, así que desde el mismo aparcamiento, salimos caminando, cruzamos las aguas del río y en la unión de pistas, calzamos esquíes, para continuar por una pista asfaltada que apenas mantiene una fina capa de nieve dura, por la que foqueamos por los bordes, obviando el ramal que va en sentido descendente.

Unos metros más adelante, la pista se transforma en un bonito sendero, por el que nos adentramos en un espectacular bosque. Al estar a poco más de 1200 metros, la nieve escasea, foqueamos con cuidado buscando las zonas con más espesor, evitando las piedras que florecen, teniendo que descalzar en ocasiones puntuales, al discurrir paralelos al curso del barranco de Yandel, que vadeamos un poco más adelante.

La pendiente es suave y avanzamos cómodamente, además, a medida que vamos ganando desnivel, el espesor aumenta. Sobre la cota 1350 metros, la nieve es continúa, por lo que avanzamos disfrutando de este maravilloso bosque, siempre eligiendo la opción que indica Hoz de Jaca, aprovechando los escasos claros, para disfrutar de las vistas, aunque las nubes cubren parcialmente la sierra de la Partacua y por completo la zona del Portalet, en la que solo intuimos la Peña Foratata, hasta alcanzar otra bifurcación, donde tomamos el ramal de la izquierda, hacía el ibón de Sabocos.

Poco a poco, el bosque va clareando, las hayas ganan en protagonismo y siguiendo las marcas blancas y amarillas de un PR., salimos a una vaguada en la que se ubica la cabaña de Yandel, en la que hacemos unas fotografías y echamos un bocado.

Después, atravesamos la llanura, aprovechando la buena huella que han dejado, porque aquí, el espesor es considerable. El día va mejorando y el sol, ya nos deja disfrutar de la sierra de la Partacua, en la que destaca la Peña Telera, mientras el sendero va trazando largas lazadas, por las que vamos alternando pequeñas zonas de bosque con grandes claros, hasta posicionarnos en la pala final de la Peña Robla, donde la pendiente se acentúa, pero las continúas lazadas permiten subir sin demasiado esfuerzo, aunque, conviene no salirse de ella, porque el espesor es de casi un metro.

Cuando llevamos unas tres horas, llegamos a lo alto de la Peña Robla, esperábamos, que nos recibiera un fuerte viento, pero no, sopla una brisa que con el sol, no resulta desagradable, lo que si que es agradable, son las amplias vistas a la sierra de la Partacua, Peña Roya, Peña Blanca, Mandilar, el pico del Verde y Petrosos, que seguramente, será nuestro próximo destino.

En la cima, coincidimos con un Navarro, hablamos largo rato con el, después, sube otro montañero, al que le preguntamos por la mejor opción para bajar, ya que desconocemos todo el entramado de pistas, porque dudamos entre subir a Petrosos, donde sabemos que hay una pista azul o bajar directamente por la roja, que hay en la base de la Peña Roya.

Al final, decidimos subir a Petrosos, quitamos pieles, hacemos un corto descenso para acto seguido, volver a colocarlas y remontar el centenar de metros que nos queda hasta el Puntal de Petrosos, donde quitamos pieles y nos preparamos para el descenso, bajando por las pistas azules de Petrosos y Fobas I, que dan paso a las rojas de Selva Verde y Estrimal.

El tramo final, debido a que hubo competición el día anterior y, que se encuentra ya a poco más de 1200, la nieve está deshecha, hay calvas y montículos, por lo que recojo los esquíes en la mochila y finalizo el último tramo caminando, que, después de tres años hace falta entrenar un poco, pero este invierno primaveral no ha dejado margen de mejora.

P.D.: Calificada como Moderada, pero, si se tiene un nivel medio de esquí, es una circular sencilla y muy bonita, sobre todo la subida por el bosque, que se puede realizar en unas cuatro horas y media.