2011-06-15 SJO Ponta do Topo, Topo, Santo Antão, Cruzal, São Tomé, PR03: Fajã São João - Lourais - Fajã dos Vimes

• Discurre en sentido contrario.
  
• No incluye el trecho Lourais - Fajã dos Vimes por encontrarse cerrado debido a un importante derrumbe.
  
• Sigue el trazado del (entonces inexistente) GR1 SJO, evitando la carretera entre la Fajã de São João y São Tomé así como discurriendo algo más al S entre São Tomé y Topo.
  

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Otras rutas por Las Azores.

CRÓNICA
07:30 Desayunando en el hotel. Hoy me acompañará mi amiga la mochila "grande", a quien di vacaciones cuando salí de Pico: me irá dando suaves masaje en la espalda mientras camina conmigo.
08:00 Viene a recogerme el taxista, a quien ya considero mi amigo (sólo habla portugués). Si ayer fuimos a la punta OESTE, hoy toca conocer el extremo ESTE, llamado Ponta do Topo.
09:15 En el faro que preside la Ponta do Topo y el islote del mismo nombre. No hago más que comenzar a caminar por la carretera (cuesta arriba, eso sí) y una furgoneta repleta de paisanos me pregunta si quiero rellenar el hueco que sobra. Ya sabes cuál es mi cortés respuesta... y sigo caminando.
09:35 Junto a un pequeño molino de viento, nada que ver con los de Pico o Graciosa.
09:50 Visitando el pueblo de Topo: iglesia, imperio, templete y ayuntamiento (este último aprovecha el edificio de un pequeño monasterio).
10:10 En el mirador de Topo, cuya vista panorámica considero, por primera vez en este viaje, mediocre.
10:35 Visitando la iglesia de Santo Antão: es de una sola nave abovedada y, repartidos equitativamente entre dos de sus paredes, cuelgan 14 cuadros que representan cada una de las estaciones del Vía Crucis. Un poco más adelante se encuentra el (no puede faltar en todo pueblo que se precie) imperio.
10:55 En lugar de continuar por la carretera general, decido tomar una secundaria para dirigirme hacia el pueblo de Cruzal.
11:00 Al cruzar por un puente observo que este arroyo sí lleva agua y, lo más importante, que un maravilloso sendero tapizado de hierba discurre paralelo a su curso. Visto y hecho: allá voy por el sendero, arroyo abajo. Y, ya ves, todo tiene su premio, pues sin saberlo en absoluto, ¿qué es lo que me encuentro? Pues una cascada muy maja y que el sendero lleva hasta sus pies donde, además, el agua se remansa y forma una pequeña laguna. Para añadir aún más encanto, el entorno está rodeado de vegetación exuberante, sin echar de menos a los árboles.
11:15 Visitando la iglesia del pueblo de Cruzal: es de una sola nave hexagonal, a la que se le ha adherido un anexo lateral.
11:30 Mi propósito es llegar hasta la línea costera, para contemplar los VERTICALES acantilados EXCLUSIVOS de esta isla. Como el asunto no está nada claro, pregunto en una casa y, además de la información solicitada, me encuentro con una piara de casi recién nacidos lechoncillos... bueno, y también a su rolliza mamá.
11:50 Caminando por la carretera. ¿Qué es aquello que viene hacia mí, paseando también sobre el asfalto? Pues ni más ni menos que un perro solitario. Nos cruzamos, tanto nuestros caminos como nuestras miradas. Parece un perro pacífico, lleva collar al cuello: quizás le hayan abandonado.
12:00 En una curva de la carretera, por su izquierda, arranca un atractivo camino... que se dirige hacia la costa (a la que, por cierto, no he llegado ni por asomo: ya me hubiera gustado a mí ASOMARME A LA COSTA, que es lo que pretendo). Pero tengo un problema, la batería de mi cámara me dice hasta aquí he llegado. Y, claro, ¿cómo voy a explorar tan prometedor sendero sin hacer el correspondiente reportaje fotográfico? Que luego hay parajes de ensueño y, sin foto, me tomarías por mentiroso. Calma, amigo, hay una fácil solución: vayamos al muy próximo pueblo de São Tomé y recarguemos allí la batería.
12:05 En el pueblo de São Tomé, desierto, cuando... allí veo a una joven con un niño. Me acerco y le explico mi problema: ¿Hay en este pueblo una gasolinera donde pueda recargar la batería de mi cámara? Ella: No, la más cercana está en Santo Antão. Dios mío, pienso, ahora no puedo regresar hasta allí. Y... ¿podría recargarla en su casa, pagándole por ello si es preciso? Para mi sorpresa, pues pensé que lo haría gratis, escucho salir de su boca: Por 5$, digo 5 €, le pregunto a mi madre si le puede prestar ese servicio, enchufando su batería a la corriente por 30 minutos... y quiero el pago por adelantado. Le insinúo que... Por 5 €, quizá pueda recargala algo más de media hora. Y ella, reticente: Bueno, pero no mucho más. Acepto el trato, qué remedio, que las fotos son para mí muy importantes (durante nuestra charla me dice que es CALIFORNIANA, de madre azoriana, que está aquí de vacaciones). Ella entra en la casa a preguntar a su madre y, cuando al poco sale, dice: Mi madre dice que vale; déme la batería y el dinero. Cuando vuelva a por ella, NO SE LE OCURRA acercarse a la puerta de la casa, déme un grito, pues ese perro (hay un perro atado junto a la casa) es muy fiero (pero, ¿es eso un distingo con respecto al resto de los perros guardianes azorianos?) y, además, tenemos otro que está SUELTO. Le entrego mis posesiones (no sin comentarle que es muy buena negociante; ella asiente y sonríe) y, mientras espero por la recarga (al final van a ser 35 minutos), almuerzo chocolate y fruta a la sombra de la marquesina donde para el autocarro. Estoy allí zampando cuando la "gentil" muchacha se me acerca y dice que Si quiere, por 2 € mi madre le prepara una taza de café. Esta vez rechazo, amablemente, su "generosa" oferta.
12:45 Es la hora: voy a por mi batería. Me acerco a la casa y pego el grito. Ella sale a mi encuentro y me devuelve la batería, ahora medio recargada (espero que sea suficiente para el resto de la caminata). Aprovecho la ocasión y le pregunto: Quisiera llegar a la COSTA, ¿se puede hacer por este sendero? Y señalo en mi mapa el trazado del exquisito camino que, desde la cercana curva de la carretera, me está llamando a gritos. Sí, la VISTA es muy bonita.
12:50 Brincando de alegría a lo largo del tan esperado sendero que, además, me alegra la vista con tres cascadas. De repente, ¡maldición! el camino parece que en un murete acaba. Pero yo, decidido a ver la costa, me dispongo a saltar el muro y... éste TAMBIÉN se desmorona: allá van un par de piedras, ladera abajo, hasta chocar con otro muro, donde se detienen. Por fortuna, esta vez yo salgo ileso. Ahora, con el muro ya más bajo, lo salto sin problemas y prosigo por lo que parecen caminos de ganado (¿vacas?). Ahora sí que se acabó: otro muro y, detrás, un sembrado. De la costa, ni el murmullo del océano. De regreso, un poco mosqueado, pues creo que ESA chica nunca por este camino ha transitado. Y mientras vuelvo por mis pasos pienso: le voy a gastar una broma, le diré que por 3 € le doy información sobre este sendero (que, en verdad, merece la pena aunque sólo sea por las cascadas).
13:30 De nuevo junto a LA casa y, de nuevo, mi grito. Sale la muchacha, algo extrañada por mi presencia. Le digo: Tú no has ido NUNCA por ese camino, ¿verdad? Y ella, con mucho desparpajo: Claro que sí, llega HASTA un prado. Pero yo quería LLEGAR hasta la COSTA. No, no llega, pero la VISTA es muy bonita. En fin... californianos.
13:35 Visitando la iglesia de São Tomé: una sola nave rectangular y techo artesonado.
13:40 Por la carretera. Un paisano está quemando ¿basura? a las puertas de su casa.
13:42 Tomo una carretera lateral, la que BAJA a la Fajã do São João. Según interpreto en mi mapa, llegaré allí en un PIS-PÁS... pero la carreterita comienza a hacer ZIG-ZAGS.
14:22 Por fin llego a la fajã: compro litro y medio de agua en el Café Águeda (ubicado junto a un gran drago, aunque menor que el de Vitória, en Graciosa) por si el litro que ya llevo fuera escaso. Puede que en la CUESTA que ahora me espera encuentre "algo" de calor / sudor. Finalmente empleé CUARENTA minutos en BAJAR, imagínate si tuviera que SUBIR (aunque, como algunos amigos míos saben... yo bajo igual que subo). Me cambio los playeros por las botas de montaña (han estado compartiendo vacaciones con la mochila "grande"): ahora, espero, empieza la verbena (digo... la faena).
Inicio aquí el sendero PR03, cuya descripción técnica te omito: en su lugar te contaré lo que experimento mientras lo realizo.
14:55 Por vez primera veo a una lagartija pegar "un brinco" desde la pared (donde estaba) al suelo para meterse en un agujero. Lo normal es que hubiera corrido pared abajo hasta llegar al suelo.
15:30 Cada vez que tomo anotaciones, el sudor que baña mis manos moja el papel que me acompaña. Decido usar un pañuelo como soporte para mi mano... pero también caen gotas de sudor de mi frente y de mi pecho. Coloco otro pañuelo entre la funda de la cámara y mi cuerpo, en un intento por evitar que mi sudor pueda deteriorarla.
15:55 Aquí hay... MUCHA SOMBRA. Y un puente sobre un arroyo (el único trocito de esta parte del camino donde pega el sol) donde, se supone, debería haber una cascada. Pero aunque veo agua, de cascada... nada de nada. Continúo pues, algo chasqueado, la trepada.
15:56 Sólo estoy un poquito más arriba pero, me giro (tenía la mosca detrás de la oreja) y... allí está la CASCADA: Ribeira do Salto se llama.
16:20 Con el fresquito de las alturas voy dejando de sudar.
16:25 Hay varias bifurcaciones y, de marcas, ni rastro de su pintura. Tirando de mapa y brújula elijo las que creo son las adecuadas.
16:40 Otra bifurcación sin marcas, otra vez elijo la que creo adecuada y, cuando me doy media vuelta... allí hay una marca, sólo visible para aquéllos que vayan caminando en el OTRO sentido. Bueno, es un alivio, por lo menos ya sé que voy BIEN.
17:05 Contemplando las chorreras de Ribeira do Cedro.
17:10 Otra chorrera, inmediatamente antes de penetrar en un túnel vegetal.
17:24 Se acaba el bosque, pero vuelvo a ver el océano.
17:35 Diviso una cascada que no estaba prevista (luego sabré que es la de Cavalete). El PR03 se va para la izquierda pero... por la derecha veo como un indicio de sendero que se dirige a la cascada y, claro, por la DERECHA me voy como un rayo. Llego a pie de la cascada, cuyas aguas dan lugar a una pocita.
18:00 En la Fajã dos Bodes, muy cerca ya de la línea costera.
18:15 Se acabó el camino de tierra: aquí comienza una carretera.
18:25 En la iglesia de la Fajã dos Vimes, donde finaliza este sendero.
Aquí me está esperando ya mi amigo el taxista. Esta mañana, debido a que a las horas en que abre la Oficina de Turismo yo no estoy en Velas, sino caminando, le pedí el favor de conseguir por mí los mapas de los senderos y, aquí los tiene, los SEIS. Le doy muchísimas gracias. Como él no ha hecho nunca este sendero, le muestro mis fotos y... queda sorprendido ante tanta maravilla. Me cambio de camisa, monto en su taxi y... para casa.
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Ir a la primera de las crónicas de:

• Este viaje por Las Azores: 28 de mayo de 2011, isla Pico.
  
• Mis andanzas por la isla Graciosa: 8 de junio de 2011.
  
• Mi andanza (inesperada) por la isla Terceira: 13 de junio de 2011.
  
• Mis andanzas por la isla São Jorge: 14 de junio de 2011.