Bakio a Gernika. Urdaibai

Otro tramo de ruta por la costa vizcaína. Esta corre en su mayoría por Urdaibai, un espacio declarado Reserva de la Biosfera. Es una figura promovida por la Unesco y destinada a proteger la Biodiversidad en zonas que además presentan una importante actividad económica. No conozco mucho otras pero Urdaibai es un paradigma de esa realidad. Tenemos aquí multitud de habitats poblados por gran cantidad de especies alternando con todo tipo de actividades humanas (industria, turismo, ganadería, pesca,...). Un consejo. Despreocupaos de la velocidad media en esta ruta. Hay tanto que ver y los puntos de interés están tan cerca unos de otros que lo normal es estar muuuucho más tiempo parados que pedaleando.
Nuestra ruta tiene una primera parte con una subida bastante dura. Al poco de empezar, podemos desviarnos un poco para visitar la pequeña ermita San Pelaio y un poco más adelante girar a la izquierda hasta los aparcamientos desde donde se accede a la ermita de San Juan De Gaztelugatxe. Si tenéis tiempo y ganas recomiendo alargar la ruta y llegaros hasta la ermita. Si no queréis hacer todo el recorrido (hay que bajar hasta la línea de costa y subir la senda de escalones) intentad llegar al menos hasta el mirador en mitad de la bajada (no estoy seguro de que se pueda llegar en bicicleta). La vista del peñón con la ermita y la isla de Aquetch es incomparable. A los que vivimos aquí, siempre nos ha parecido un lugar muy bello con algo de misterio y magia. Y algo de eso debe tener porque también cautivó a los productores de Juego de Tronos que lo convirtieron en escenario de alguno de sus capítulos. Como consolación, cuando llegamos al alto en la carretera, tenemos también un mirador al mar pero la visión del conjunto es muy lejana.
Tras un vertiginoso descenso, llegamos a la villa de Bermeo. Merece ser visitada con calma porque representa muy bien el carácter marinero de los vascos. Sus habitantes han sido a lo largo de la historia los protagonistas de grandes epopeyas (la caza de la ballena lo era), la dureza diaría del trabajo en la pesquería y la industria conservera y también de tragedias provocadas por el mar imprevisible (como recuerda una de las estatuas que veremos en el puerto).
Bermeo nos despide con una subida y un nuevo descenso hacia Mundaka. Podéis seguir toda la carretera o llegar hasta la gasolinera, cambiar de sentido y girar a la derecha un poco más arriba junto a una señal de "Uso exclusivo vecinos". Es un camino un poco roto pero con mucho encanto. En un momento, atravesamos un tunel bajo la vía del tren y enseguida llegamos a la Ermita de Santa Catalina. Otro lugar desde el que disfrutar del paisaje más emblemático de la Reserva: la desembocadura de la ría con la playa de Laida al otro lado, las montañas y los bosques que la rodean, la Isla de Ízaro. Todo se junta aquí para componer un paisaje que invita a la contemplación sosegada.
Continuamos por el casco antiguo y el puerto y seguimos nuestro recorrido. Vamos a pasar por delante del Camping Portuondo. La vista desde su cafetería merece la pena pero tendréis que pasarlo de largo para hacer un cambio de sentido un poco más adelante en la misma entrada de Sukarrieta. Una vez de vuelta a la ruta, y al final del municipio, podemos crucar un estrecho puente y estaremos en la isla de Txatxarramendi. Tiene un bonito mirador sobre la misma ría al que se llega por un sendero entre árboles. Es lugar curioso y, quién puede resistirse a poner una isla en una ruta en bicicleta.
Nos alejamos del bordde del agua durante un tramo de carretera. Tenemos luego un desvío que nos lleva hasta la Torre Madariaga. Conjunto arquitectónico convertido en Centro de Interpretación de la Reserva. Otro pequeño tramo por carreteras secundarias, carretera general con algún trozo de carril bici al lado y ojo al desvío marcado que nos mete de nuevo en carreteras vecinales y una pronunciada bajada que nos lleva hasta la antigua tejera de Murueta. Tenemos que cruzar a pie las vía del tren (cuidado aquí) y continuar por un tramo de sendero en mal estado. En parte porque al principio corre paralelo a la vía y en parte después porque es muy estrecho, lleno de baches y a menudo con barro. Dependiendo de la bici que llevéis, vuestra habilidad y la época del año es posible que lo tengáis que hacer casi entero arrastrando de ella. Pero no os agobiéis porque enseguida termina y empieza una pista de tierra compactada, llana y recta que nos va a compensar del esfuerzo y nos deja en la misma entrada de Gernika. Villa Foral, centro de la Reserva de Urdaibai y referente histórico para toda Bizkaia. No me atrevo a hacer una reseña de todo lo que se puede visitar aquí. Es mucho. Recomendable acudir a la Oficina de Turismo (si la encontrías abierta) o leer un poco de su historia para ir reconociéndola en sus lugares.