Camino de Santiago desde Jaén. 14 Laza - Cea

Hoy el desayuno lo tengo self service en la pensión. Regalo de la casa. Está genial porque me hago un café expreso y unas tostadas de aceite y tomate.
En la tarde noche de ayer estuve degustando pinchos en los diferentes bares del pueblo. Con lo que la estancia en este pueblo y en esta acogedora pensión ha sido excelente.
A las siete ya estoy en la bici. Hace frío. Los primeros kilómetros de la subida a Alberguería tienen unas vistas muy chulas, pero esto se acaba cuando, al poco, entro en una espesa niebla que no me deja ver a más de 20 metros. Es peligroso, pero afortunadamente me cruzo solo un par de coches. La subida, que es dura al principio, se suaviza al final.
Y la bajada, como todas las bajadas con buen asfalto, es una gozadera continua.
Ya pasado Villar de Barrio coincido con un chaval de la zona que se presta a acompañarme un rato y que me lleva por tramos del Camino muy chulos. Ciclables algunos, y otros no tanto.
Se llama Manuel, vive de la agricultura y también compite en montain bike. En Junqueira nos despedimos y me hago una foto con él. Cómo mola encontrarse gente así.
Después de almorzar en ese pueblo salgo hacia Orense.
Pierdo tiempo con unas cuantas fotos y cada vez soy más consciente de que me va a pillar otra vez el toro.
De todas formas a Orense llego rápido. Intento que me sellen en la Catedral y no hay manera. Tampoco en la Oficina de Turismo. Al final, me sellan en un estanco.
La salida de Orense es un follón. Por las diferentes alternativas y porque está todo muy mal indicado (con lo que moló Salamanca...)
Son casi las dos de la tarde y me queda un mundo. Voy por Piñeiro. Las primeras subidas son muy duras y hace mucho calor. Es un momento duro en el camino. Pero cuando cojo la general todo es más fácil y los kilómetros caen más rápidamente.
Me da rabia porque durante toda la mañana he estado viendo puestos de pulpo en las calles, y no voy a llegar a tiempo para comerme un plato.
A las 15:10 estoy, por fin, en Cea.
Como en el bar de la plaza lo que viene siendo 'pan y pillao' y me dicen que van a poner el Celta-Atleti de esta tarde. Bien!
Después voy al hostal Mañoso, muy pintón, para lavar la ropa y ponerla a secar, y al poco estoy ya, de nuevo en el bar.
El Atleti gana 1-2 y algún gañancillo del pueblo rabia más de la cuenta.
Después, por la noche me quito el mono de pulpo en una brasería en la que conozco a unos chicos de Valencia (Xirivella) que están haciendo el camino andando desde Orense. El chico tiene mucha clase. Es del Atleti campeón.