Camino de Santiago desde Jaén. 9 Carcaboso - Cantagallo (Béjar)

Etapa corta pero intensa.
Ha tardado en amanecer en Carcaboso, así que, después de beberme un café de esos fríos y una magdalena, le he puesto el frontal a mi bici y he comenzado la ruta.
Nada más salir, primer susto. Cuatro figuras sin ningún tipo de luces -al menos en lo literal- ocupaban todo el ancho del camino. La Santa Compaña? No. Cuatro señoras que salen a caminar muuuy temprano.
Después de este incidente, y con alguna que otra dificultad, he conseguido llegar a uno de los tramos más bonitos hasta ahora de mi Camino. Una preciosa dehesa con un solo inconveniente. Ir cada dos por tres abriendo y cerrando portones.
No soy de trialeras, pero este tramo tiene una espectacular junto al murete.
La he disfrutado, pero también he estado a punto de pegarme un buen leñazo. He pillado una roca de canto con la rueda delantera y me he salido donde más rocas había. No sé cómo lo he hecho para no caer. Después de este segundo susto, he ido con más cuidado si cabe.
Después, el camino se ensancha (y afea) hasta el arco romano de Cáparra, emblema de la Vía de la Plata.
Y allí, otra sorpresa. No me he encontrado a nadie de camino. Y esperaba unas ruinas en un desierto.
Y al llegar, me veo unas pedazo gradas y un pedazo escenario como si fuera a tocar U2 esta noche, y con un montón de operarios trabajando.
Les he preguntado, y lo que imaginaba. El festival de teatro de Mérida también tiene allí una minisede.
En fin, foto original si tengo.
El calor apretaba, eran las 9:15 y solo llevaba 20 km, entre puertas y fotos.
Y lo siguiente no era muy prometedor. Más dehesa, y más puertas. Aunque, afortunadamente sin pasos de agua como avisaban en otras épocas del año.
Y tras estos cinco kilómetros de dehesas, por fin el asfalto.
Primero una carretera local que no esperaba, y más tarde la general que no dejo hasta destino.
En Aldeanueva almuerzo. Tostada flojita y Heineken. Sin comentarios.
Y los 15 siguientes de ascensión hasta Puerto de Béjar, quizá por estar preparado para lo peor, los paso sin ningún tipo de agobio.
Y justo antes de coronar, me da rabia que no haya cartel del puerto, he cambiado de comunidad. He entrado en Salamanca.
Viene una ola de calor, y es importante que te coja fuera de Extremadura, jeje.
Y a la una estaba en el Hotel de Cantagallo. Aquí me he equivocado. En el pueblo no hay ni bar, ni supermercado, ni nada. Y en el hotel tampoco. Así que he tenido que volver a coger la bici con ropa de calle después de ducharme para comer y comprar cena.
14 kilómetros extra.
Busqué en su día Calzada de Béjar y no encontré nada, por eso cogí esto. Mal hecho.
Así, que nada. A dormir que mañana toca Salamanca. Una ciudad que llevo muchos años queriendo conocer.
Kilómetros totales: 807.