Gran Ruta'21: día 4. Iruela Ermita V. de la Cabeza - La Bolera

Hoy es el último día. Sierra de Cazorla, sus caminos, senderos y entresijos. Todo un privilegio cruzar por senderos perdidos entre la popular sierra.
Tenemos el mejor guía, y si no lo es, le pone mucho empeño.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Recorrido.-

Nos despierta esa luz tímida, apenas sinuosa de lo que realmente son sus intenciones, que no es otra cosa que regalarnos un día pleno de luz y calor. Dejamos la que ha sido nuestra morada, la ermita de la Virgen de la Cabeza. Descendemos por camino asfaltado poco menos de un kilómetro, cruzamos sobre el río Cazorla, la Cascada de la Magdalena. Aquí comienza el ascenso, duro pero no demoledor. Nuestra esperanza está a poco más de dos kilómetros, Hotel Rural Riogazas, hoy si queremos desayunar como Dios manda. Llegamos al final del firme asfaltado, una serie de paneles informativos de las diferentes rutas llaman nuestra atención. A nuestra derecha, en un pequeño descenso, el hotel, aparentemente cerrado. Nos acercamos, abrimos la cancela, nos comentan que no está abierto al público todavía, entramos en pánico, nuestras esperanzas se desvanecen, al final se apiadan de nosotros y nos atienen. Un lujo de desayuno: zumo, tostadas de aceite con jamón y queso, café, dos tazas por cabeza.
Hoy sí, el camino, pista de tierra sigue ascendente de forma cada vez más pronunciada, pero, estamos eufóricos, la cafeína nos ha dado un plus especial. Llegamos a puerto Lorente, hemos ascendido desde los 997 metros del río Cazorla a los 1.576 metros del puerto.
Al poco de comenzar el descenso nos topamos con una fuente de agua, hoy muy mermada, en Prado de las Ubillas, hacemos cola para rellenar. Seguimos la pista entre la espesa vegetación, cruzamos el arroyo del Chorro, seguimos el camino de la izquierda en el cruce, que a partir de ahora es JF - 7093, mantenemos una altitud entre los 1.300 y los 1.600 metros, pasamos por donde nacen los arroyos de la Majuela y el del Artesón. Pasamos por el área recreativa del nacimiento del Guadalquivir, hoy bastante seco. Cruzamos el arroyo de la Cueva de la Luz, buscamos en ascenso el Pino de las Cruces, a 1.663 metros de altitud. Aquí nos desviaremos a nuestra izquierda para tomar el camino, sendero del Pilón del Ahorcado a los Tornillos del Gualay. Aquí comienza la ruta BTT, preciosa, espectacular en su trazado y su paisaje. Rincones apartados del bullicio, senderos deteriorados por las inclemencias del tiempo y la ausencia de circulación. El silencio de estos parajes te acoge en su más tierno abrazo. Llegamos, tras haber cruzado el puente de piedra del río Gualail, Gualay, a la loma, donde se palpa el Calar de Juana, precioso. Aquí tomamos a nuestra izquierda un sendero, agarrado a un pequeño barranco, lo comenzamos montados, pero su pendiente y su firme abrupto y escalpado nos bajan de la bici, literalmente. Bajamos andando hasta el río. Ha sido tan duro como emocionante. El río nos ofrece varias formas de cruzarlo, la más directa montados en la bici y rezar para no caer; descalzarnos y cruzarlo andando remolcando la bici; y la última que no habíamos apreciado a simple vista, pues andaba escondida tras unos matorrales, andar sobre unas piedras forma puente con la bici a remolque. Las tres opciones fueron utilizadas. Ahora un camino bien definido nos muestra un ascenso duro y emotivo, buscamos la Cañada de la Magdalena, duro, muy duro, pero, unos rincones y parajes nos motivan el ascenso. Alcanzamos la cima, ahora un cómodo y reconfortante camino nos lleva hasta la venta del Cabrero, ya en la pista JF 7091. Una comida de sierra, muy rica nos sirve para continuar nuestro camino, tras unos pocos kilómetros en descenso tomamos desvío a nuestra derecha para adentrarnos en la cañada y camino de Castril. Poco antes de llegar a cruzar el río Guadalentín, buscamos una fuente a nuestra derecha que nuestro guía conoce bien. Llenamos bidones, seguimos, en breve el río se nos ofrece en forma de baño, estamos en la Cañada del Guadalentín. Un rincón mágico para tomar un baño y un pequeño descanso. Continuamos nuestro camino dirección la unión del arroyo Guazalamanco con el Guadalentín en la cola de pantano de la Bolera, seguimos en la Cañada de Castril, un valle espectacular nos acompaña a nuestra izquierda formado por el río. Un puente en una cerrada sobre el Guadalentín, foto punto de foto. Y al igual que se unen los dos ríos, se unen los dos caminos que nos llevan hasta el punto final, el Pantano de la Bolera.

Ha sido un verdadero placer compartir estos días en estos parajes de ensueño y sufrimiento, con esta compañía, que las habrá iguales, pero no mejores.

Gracias compañeros:
Julio, Alfambra, Kini, Juan, Francisco, Luis, y Diego.