Meandros del rio Bordecorex - Mezquetillas-Barahona-Bordecorex
near Bordecorex, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Septiembre 2021
Llevaba ya un tiempo queriendo acercarme a la zona del curso inicial del rio Bordecorex . Rio este ya sin caudal desde hace muchos años , probablemente por la desecación de la laguna de Conquezuela en la década de los 50 del siglo pasado para convertirla en tierras de cultivo. Paradójicamente el cauce del rio a su paso por Bordecorex ya ha perdido su nombre original cambiándolo por el de Torete .
Parto desde Bordecorex hacia el este en una mañana algo fresca para ser septiembre . El Valle del Torete, aunque ha perdido cierto encanto a raíz del ensanchamiento que realizaron al camino en el último año sigue siendo muy atractivo para recorrerlo en bici , con sus laderas sinuosas tapizadas de bosques de encinas y quejidos . Ha ganado funcionalidad para los vehículos pero ha perdido algo de encanto para la bicicleta.
Saludo a mi paso a la solitaria atalaya de la Torremocha, que sigue impasible vigilando el camino tras 1000 años de resistencia . Pronto llego a Fuentegelmes y después a Villasayas , último pueblo del Valle del Torete . No puedo pasar por aqui sin parar a visitar de nuevo la bonita y armoniosa porticada románica de su Iglesia.
La ruta de hoy enfila desde aquí hacia Jodra de Cardos, que se alcanza tras 6 kms , y donde tras llenar la botella de agua en su fuente me despido del asfalto y pedaleo ya por camino de tierra a la salida del pueblo por un sendero estrecho pero en buen estado . Las primeras y aún pequeñas estribaciones del cañón del río se atisban con cierto contraste paisajistico , ya que vengo de espacios muy abiertos en los últimos kilómetros .
Poco a poco el cañón me va sorprendiendo. Es mi primera incursión en el , y tras las sensaciones de hoy seguro que no será la última. El camino empieza a serpentear y se va encajando entre laderas cubiertas de frondosa vegetación . La sensación de soledad y aislamiento va in crescendo a medida que pedaleo despacio por un camino que se va estrechando y alfombrando de hierba . Un tejón se ve sorprendido por mi paso y corre paralelo a mí entre los árboles de la ladera durante unos 100 metros. Es la primera vez que diviso uno en libertad.
Las paredes del cañón , tapizadas de verde , se coronan con formaciones rocosas de colores ocres y múltiples oquedades . Las paredes no son muy altas pero resultan muy bonitas.
Decido parar a comer en este paraje tan idílico con la sensación de estar solo en el mundo. Resulta ser un cañón muy solitario pero acogedor. Tras dar buena cuenta de las viandas despliego mi hamaca colgante para descansar entre dos encimas durante una media hora en la que solo el viendo y unos ruidosos arrendajos dan señales de vida en este recóndito rincón.
El cañón tiene solo una longitud de unos 5 o 6 ,pero absolutamente embriagadores.
Va perdiendo frondosidad a media que el sendero asciende hacia la planicie castellana.
Mi siguiente destino es el pueblo de Mezquetillas . Grandes espacios abiertos , con enormes extensiones de campos de cultivo sobre un cielo seminuboso hoy salpican este tramo del camino .
Diviso Mezquetillas a lo lejos . Decido visitar antes su ermita , que se presenta en un pequeño desvío a 1 km antes de llegar al pueblo . También depara unas buenas vistas de la aldea desde su posición.
Ya en Mezquetillas callejeo algo por el pueblo y me acerco a su iglesia de portada románica. No veo absolutamente a nadie.
El siguiente alto en el camino es Romanillos de Medinacelli. Interesante su fuente antigua , su chozo de ganado restaurado y su curiosa colección de cruces de piedra del siglo XV a las afueras.
Tomo un tentempié a base de moras , dulces y en plena madurez ya en esta época del año , que recojo de unas generosas zarzas junto al camino .
A unos 6 kms entre grandes espacios abiertos y un cielo amenazadoramente cubierto me presento en Alpanseque . De este pequeño enclave me interesa la sencilla y armoniosa portada románica de su iglesia, descubierta hace relativamente pocos años muy bien conservada, a donde me dirijo directamente. . El cementerio adyacente también tiene cierto encanto , trayéndome a la mente el movimiento literario del Romanticismo en el siglo XIX.
Empieza a llover con cierta fuerza . Me refugio en el porche de una casa con la esperanza de que amaine o pare. Tras unos minutos disminuye algo la intensidad pero ante la escasa perspectiva de que la lluvia cese , y dado que se me va echando la tarde encima , no tengo otra opción que abrigarme , ponerme el chubasquero y seguir camino .
A la salida de Alpanseque y bajo la lluvia , tengo una “discusión “ con el perro de un pastor que interpreta que pasar por el camino es invadir su territorio. No tengo sendero alternativo y no me queda más remedio que ponerme a su altura y “ladrar” más que el para pasar, siempre con la incentidumbre de si se dejara amedrentar por mi tono de voz.
He aprendido por otras ocasiones que cuando se presentan perros en un camino que consideran suyo, normalmente porque su rebaño se encuentra cerca , se trata de demostrar quien manda más a base de desplegar un tono de voz alto y firme , y mirarles a los ojos sin retirar nunca la mirada . Confieso que hay que tener agallas para aplicarlo y se pasa miedo , pero si los perros ladran, normalmente solo quieren expulsarte de ahí. Se pasa mal mientras se van acercando , pero hasta ahora voy saliendo airoso con este método. Gajes del oficio del ciclista.
Llego a Barahona bastante mojado. Mi plan desde aquí era visitar una sima ( hundimiento brusco del terreno ) que no conozco , situada a medio camino entre Barahona y Rello , pero las condiciones meteorológicas me empujan a dejar ese objetivo para otro día .
Tras un reconstituyente café en el bar de Barahona ( el único que he encontrado abierto en toda la jornada ) , me enfundo el chubasquero y enfilo raudo por un solitario y largo camino ya sin paradas hacia Bordecorex . Bajando desde los Llanos aparece el valle del Torete con Bordecorex al fondo que me acoge hospitalario ya casi al anochecer .
Termina una jornada y travesía cicloturista mas a añadir al rico bagaje que me va dejando en la última década esta interesante comarca soriana.
Llevaba ya un tiempo queriendo acercarme a la zona del curso inicial del rio Bordecorex . Rio este ya sin caudal desde hace muchos años , probablemente por la desecación de la laguna de Conquezuela en la década de los 50 del siglo pasado para convertirla en tierras de cultivo. Paradójicamente el cauce del rio a su paso por Bordecorex ya ha perdido su nombre original cambiándolo por el de Torete .
Parto desde Bordecorex hacia el este en una mañana algo fresca para ser septiembre . El Valle del Torete, aunque ha perdido cierto encanto a raíz del ensanchamiento que realizaron al camino en el último año sigue siendo muy atractivo para recorrerlo en bici , con sus laderas sinuosas tapizadas de bosques de encinas y quejidos . Ha ganado funcionalidad para los vehículos pero ha perdido algo de encanto para la bicicleta.
Saludo a mi paso a la solitaria atalaya de la Torremocha, que sigue impasible vigilando el camino tras 1000 años de resistencia . Pronto llego a Fuentegelmes y después a Villasayas , último pueblo del Valle del Torete . No puedo pasar por aqui sin parar a visitar de nuevo la bonita y armoniosa porticada románica de su Iglesia.
La ruta de hoy enfila desde aquí hacia Jodra de Cardos, que se alcanza tras 6 kms , y donde tras llenar la botella de agua en su fuente me despido del asfalto y pedaleo ya por camino de tierra a la salida del pueblo por un sendero estrecho pero en buen estado . Las primeras y aún pequeñas estribaciones del cañón del río se atisban con cierto contraste paisajistico , ya que vengo de espacios muy abiertos en los últimos kilómetros .
Poco a poco el cañón me va sorprendiendo. Es mi primera incursión en el , y tras las sensaciones de hoy seguro que no será la última. El camino empieza a serpentear y se va encajando entre laderas cubiertas de frondosa vegetación . La sensación de soledad y aislamiento va in crescendo a medida que pedaleo despacio por un camino que se va estrechando y alfombrando de hierba . Un tejón se ve sorprendido por mi paso y corre paralelo a mí entre los árboles de la ladera durante unos 100 metros. Es la primera vez que diviso uno en libertad.
Las paredes del cañón , tapizadas de verde , se coronan con formaciones rocosas de colores ocres y múltiples oquedades . Las paredes no son muy altas pero resultan muy bonitas.
Decido parar a comer en este paraje tan idílico con la sensación de estar solo en el mundo. Resulta ser un cañón muy solitario pero acogedor. Tras dar buena cuenta de las viandas despliego mi hamaca colgante para descansar entre dos encimas durante una media hora en la que solo el viendo y unos ruidosos arrendajos dan señales de vida en este recóndito rincón.
El cañón tiene solo una longitud de unos 5 o 6 ,pero absolutamente embriagadores.
Va perdiendo frondosidad a media que el sendero asciende hacia la planicie castellana.
Mi siguiente destino es el pueblo de Mezquetillas . Grandes espacios abiertos , con enormes extensiones de campos de cultivo sobre un cielo seminuboso hoy salpican este tramo del camino .
Diviso Mezquetillas a lo lejos . Decido visitar antes su ermita , que se presenta en un pequeño desvío a 1 km antes de llegar al pueblo . También depara unas buenas vistas de la aldea desde su posición.
Ya en Mezquetillas callejeo algo por el pueblo y me acerco a su iglesia de portada románica. No veo absolutamente a nadie.
El siguiente alto en el camino es Romanillos de Medinacelli. Interesante su fuente antigua , su chozo de ganado restaurado y su curiosa colección de cruces de piedra del siglo XV a las afueras.
Tomo un tentempié a base de moras , dulces y en plena madurez ya en esta época del año , que recojo de unas generosas zarzas junto al camino .
A unos 6 kms entre grandes espacios abiertos y un cielo amenazadoramente cubierto me presento en Alpanseque . De este pequeño enclave me interesa la sencilla y armoniosa portada románica de su iglesia, descubierta hace relativamente pocos años muy bien conservada, a donde me dirijo directamente. . El cementerio adyacente también tiene cierto encanto , trayéndome a la mente el movimiento literario del Romanticismo en el siglo XIX.
Empieza a llover con cierta fuerza . Me refugio en el porche de una casa con la esperanza de que amaine o pare. Tras unos minutos disminuye algo la intensidad pero ante la escasa perspectiva de que la lluvia cese , y dado que se me va echando la tarde encima , no tengo otra opción que abrigarme , ponerme el chubasquero y seguir camino .
A la salida de Alpanseque y bajo la lluvia , tengo una “discusión “ con el perro de un pastor que interpreta que pasar por el camino es invadir su territorio. No tengo sendero alternativo y no me queda más remedio que ponerme a su altura y “ladrar” más que el para pasar, siempre con la incentidumbre de si se dejara amedrentar por mi tono de voz.
He aprendido por otras ocasiones que cuando se presentan perros en un camino que consideran suyo, normalmente porque su rebaño se encuentra cerca , se trata de demostrar quien manda más a base de desplegar un tono de voz alto y firme , y mirarles a los ojos sin retirar nunca la mirada . Confieso que hay que tener agallas para aplicarlo y se pasa miedo , pero si los perros ladran, normalmente solo quieren expulsarte de ahí. Se pasa mal mientras se van acercando , pero hasta ahora voy saliendo airoso con este método. Gajes del oficio del ciclista.
Llego a Barahona bastante mojado. Mi plan desde aquí era visitar una sima ( hundimiento brusco del terreno ) que no conozco , situada a medio camino entre Barahona y Rello , pero las condiciones meteorológicas me empujan a dejar ese objetivo para otro día .
Tras un reconstituyente café en el bar de Barahona ( el único que he encontrado abierto en toda la jornada ) , me enfundo el chubasquero y enfilo raudo por un solitario y largo camino ya sin paradas hacia Bordecorex . Bajando desde los Llanos aparece el valle del Torete con Bordecorex al fondo que me acoge hospitalario ya casi al anochecer .
Termina una jornada y travesía cicloturista mas a añadir al rico bagaje que me va dejando en la última década esta interesante comarca soriana.
Waypoints
Panorama
3,435 ft
Por el Cañón del rio Bordecorex
A medida que me adentro en el cañón aumenta la frondosidad en suelo ( hierba ) y laderas .
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