TransAndalus completa en bicicleta con alforjas. Etapa 35 San Nicolás del Puerto - Almadén de la Plata (Sevilla)

En los inicios de esta etapa volvemos a tomar la Vía Verde de la Sierra Norte de Sevilla que dejamos ayer para meternos en el camping, pequeña subida fortísima para salir del camping y ya estamos en ella.

Los primeros km son muy fáciles por la preciosa Vía Verde, es una vieja conocida para nosotros, la hemos recorrido en muchísimas ocasiones y nos encanta, y no por conocerla nos deja más indiferentes, al contrario, nos encanta volver a pedalear por ella.

Al terminar la Vía Verde nos toca rodar por la carretera A-455 en continua subida para llegar a la población de Cazalla de la Sierra, desde aquí hasta nuestro destino final de etapa en Almadén de la Plata no hay absolutamente nada, así que hay que cargarse bien de agua y llevar algo de comer.

Después de Cazalla de la Sierra pasamos un tramo por una carretera idílica, esta carretera la A-450 nos lleva justo hasta el desvío que tomaremos para meternos de lleno en la GR-48, hay tramos molestos para ir tan cargados, pero el lugar es precioso, rodeados de pura naturaleza y unas montañas de ensueño.

El sitio una maravilla, primero rodeados de dehesas para luego meternos de lleno en el precioso paraje de la Sierra, parada para almorzar en una zona de pinares muy chula y secar la tienda que amaneció todo empapado en el camping.

Nos espera una bajada de infarto y maravillosas vistas para llegar al Embalse de Melonares, tramos complicados con arena y piedras sueltas pero se disfruta muchísimo.

Ya desde el embalse hasta Almadén de la Plata el perfil se endurece y se vuelve muy duro, en este final de etapa rodaremos por un camino muy pedregoso y con muchos surcos, que con el peso de las alforjas y el calor que hace se vuelve muy difícil pedalear, eso se suma a que llevamos 30 km de difíciles caminos de tierra, pero compensa el estar rodeados de pura naturaleza y una tranquilidad absoluta.

Cansadísimos logramos llegar a Almadén de la Plata, por segunda vez este año, ya que pasamos en la ruta del Camino de Santiago hace 3 meses. Lugar muy especial para mí, ya que aquí nació mi padre.

Nos alojamos en Casa Concha en planta baja y bicis con nosotros, como nos gusta dormir con nuestras niñas cerquita, jajaja. El albergue estaba cerrado por Covid. El hostal totalmente recomendable y el trato inmejorable.

Hasta mañana........

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