V.V. del Zafán - de Valdealgorfa a Bot

29 de septiembre de 2022
Para esta ruta cicloturista necesitábamos transporte desde Valencia capital hasta Valdealgorfa, en Teruel.
La Vía Verde comienza realmente en La Puebla de Híjar, pero nos advirtieron en varios foros y grupos que eran unos kilómetros que no aportaban demasiado en cuanto a paisaje.
Valoramos primero llegar mediante transporte público. Pero las dos opciones que nos llevaban hasta allí implicaban la molestia de desmontar media bicicleta y sufrir entre 7 horas y media y ocho horas y media de viaje con un transbordo en cualquiera de los casos.

Nos decidimos por los servicios de Jose Antonio, un taxista profesional del que teníamos buenas referencias de alguno de los del grupo y de foros de cicloturismo.
Y no nos equivocamos en absoluto.
Nos hizo un presupuesto ajustado a nuestras necesidades y posibilidades y nos pusimos en 2 horas y 45 minutos en Valdealgorfa. Y eso con una parada para café en Morella.
Lo podéis encontrar en su web:
https://taxisviaverde.com
O llamándole directamente:
Tel. +34 646 41 00 26

Una vez recompuestas las bicicletas que tuvieron que desmontar la rued
a delantera y ya con las alforjas colocadas en sus portabultos, nos lanzamos a la Vía Verde a las 11:30 h. Teníamos que estar en Bot, en el camping Terra Alta, antes de las 19:00, pues a esa hora cerraban la recepción y nos podíamos quedar sin alojamiento.

Lo primero que sorprende es el conocido como "túnel del Equinoccio"
Es un túnel totalmente recto de una longitud de 2.400 metros y en dos ocasiones cada año el sol lo atraviesa al amanecer. No coincide exactamente con los equinoccios, pero se le da ese nombre por ocurrir en fechas cercanas a los mismos.
Tenéis mas información en el grupo de Facebook de "Amigos del Túnel del Sol":
https://www.facebook.com/groups/1058579420820489
Y en este blog, con vídeo al final:
https://www.escapadarural.com/blog/el-tunel-de-valdealgorfa-teruel-por-donde-cruza-el-sol/

Superado el túnel, disfrutamos con el antiguo trazado de la vía del Zafán.
Cerca del km. 5 pasamos frente a lo que fue la estación de Valljunquera. Como muchas de las que encontramos, en estado de total ruina y abandono.
Toda una lástima, porque en las que se han habilitado como hostales, albergues y casas rurales se ha podido demostrar que existe posibilidad de asentar población joven en tierras despobladas.

Sobre el km 6 vemos otra de estas estaciones abandonadas: Valldeltormo.
El paisaje es de media montaña, con cultivos de olivos, almendros y muy poca viña.
Tierra dura, esta de Teruel. Nunca ha sido fácil mantenerse en ella y por eso ha sufrido una despoblación terrible.
Se ven a ambos lados de la vía caseríos que fueron en su tiempo centros de vida y producción agraria y que, casi con toda seguridad, llevan vacíos muchas décadas.

Mas o menos por el km 15,5 y a las 12:55 h cruzamos el viaducto sobre el Matarraña, río que da nombre a la comarca. Sobre el río, vemos planteles de frutales y campos en los que se está trabajando con maquinaria.

Desde el inicio de la ruta casi todo ha sido de ligera bajada. Tenemos un sol radiante que pasa entre nubes que salpican el cielo de un blanco puro. Y disfrutamos de los 17 grados que tenemos de temperatura y que nos hacen el viaje soportable.

Dos kilómetros mas adelante nos desviamos de la V.V. para subir a visitar Torre del Compte. La subida es dura y no parecía que fuese a acabar, pero valía la pena.
Son las 13:00.
Es un pueblo muy bien cuidado, limpio y que mantiene casas con muchos siglos de vida, un Ayuntamiento porticado y una iglesia con un rosetón interesante.
Victor, uno de los del grupo, se despista y vuelve a la V. Verde. Los demás, tras cervecita y consultar con el camarero del restaurante "El racó dels torrats" decidimos seguir hacia Valderrobles por la pista que va junto al Matarraña.
La verdad es que es una buena elección. la pista está en inmejorables condiciones, con un firme perfecto y recorriendo un entorno precioso. Muy recomendable.
Además, no hace llegar a Valderrobles sin tener que superar ninguna cuesta como las que hay que subir si se llega por la Vía Verde.

En Valderrobles damos unas vueltas para apreciar la belleza de sus calles estrechas y cerradas por las fachadas de piedra de sus edificios. Atravesamos la puerta fortificada de San Roque que permite cruzar el río por el Puente de Piedra y gozamos de las vistas de las fachadas con balcones de madera y su reflejo en las aguas.
Son las 15:00 y la "gusa" ya pide atención.
El bar "La Charradeta, en la orilla opuesta al casco viejo y con una terraza y vistas soberbias, tiene la cocina cerrada. Buscamos otro y en el casco viejo, girando a la derecha nada mas pasar bajo la puerta de San Roque, nos encontramos con el Casino Bar Tapas.
Con ese nombre y con los parroquianos de nariz colorada y rostro de mil arrugas que hay en la mesa junto a la entrada, no puede ser un sitio caro ni especializado en turistas o domingueros.
Acierto total.
Unas tostadas de pan casero con panceta ibérica, otras con bacalao rebozado y alguna con verduras a la brasa nos sacian y dejan mas que satisfechos.
Bien de precio y muy bien atendidos por Elena, la camarera y creo que gerente del establecimiento.
Aquí lo podéis encontrar en Google Maps: https://goo.gl/maps/oxiiT2kJSZhQqyaf6

A las 16:15, retomamos la ruta y salimos de Valderrobles. Tomamos la salida del este y, pasando frente al Hotel Fuente del Miro, seguimos la carretera A-231. Es una subida contínua de unos 5 km, con bastante tráfico de camiones trailer y vehículos particulares. Pero dispone de un buen arcén y parece que somos visibles desde muy lejos, pues no nos pasa nadie a menos de 3 metros.
Nos desviamos por la A-1413 para, tras unos 3 kilómetros, volver a pisar el firme de la Vía Verde junto a la antigua estación de Valderrobles.

Tras dos kilómetro en dirección noreste, pasamos junto a la antigua estación de Cretas, reconvertida en albergue. Tiene muy buena pinta.
Aquí tenéis su página web para ver lo que ofrece: http://www.alberguedecretas.com/

Tres kilómetros mas adelante, cruzamos el viaducto sobre el río Algás, junto al azud de Lledó. Hace de línea divisoria entre Aragón, que dejamos atrás, y Cataluña, hacia donde vamos.
Justo a mitad del viaducto, primer pinchazo de la ruta. La rueda delantera de la Kross de Olga dice que no aguanta mas y toca repararla.
Son las 17:30 y nos quedan algunos kilómetros para llegar a tiempo al camping. llamo por teléfono para avisar y me tranquilizan al decirme que nos esperarían.

En unas decenas de metros pasamos junto a las instalaciones abandonadas del ferrocarril en Arnés-Lledó. A la derecha, entre la maleza y algunos frutales descuidados, aparece lo que fueron los talleres de locomotoras y demás material rodante. Se aprecia la estructura de la plataforma giratoria en la que se colocaban las máquinas para dejarlas aparcadas bajo techo.
Una lástima no haber sabido conservar un patrimonio industrial que a buen seguro sería un atractivo importante para la zona.

Mas o menos por el kilómetro 38 pasamos frente a la estación, también un esqueleto, de Horta de Sant Joan. Y cuatro kilómetro mas adelante, ya con menos luz, llegamos al camping en el que habíamos reservado dos "bungalows"
Tramitamos el "check-in" y antes de acudir a nuestros alojamientos, dejamos encargadas las cenas en el bar restaurante. Cierran a las 21:00 y, aunque nos dejarían cenar pasada esa hora en la terraza exterior, la verdad es que el aire fresco no aconsejaba hacerlo.
Descargamos los aperos ciclistas en los "bungalow", que son amplios y sobre todo tienen una parcelita y una terraza cubierta realmente acogedoras. Ducha y cambio de ropa y acudimos al restaurante a las 20:00h.
Y aquí viene el detallazo de esos que te ponen de mala leche.
Cobrar por hacer uso de un bote de ketchup de supermercado 2 € no tiene nombre. Pero responder cuando se pregunta si no ha sido un error de malas formas y con tono chulesco, no tiene un pase.
Precisamente en el primer establecimiento en el que pagamos algo en Cataluña teníamos que toparnos con el tontito de la zona... No tenéis mas que leer las reseñas que los clientes le dedican en Google Maps, en el camping.
Nada que ver con el gerente del camping. El trato fue siempre agradable y correcto y nos hizo un buen precio por los alojamientos.
Un rato de buena charla en la terraza de uno de los "bungalows" y a dormir, que mañana debemos llegar a San Carlos de la Rápita y hay mucho que ver, disfrutar y pedalear.

P.d.: El recorrido son 6 kilómetro menos de lo marcado. Por alguna razón, el GPS no paró durante la comida y añadió 6 kilómetros de mas. Son, pues, 62 y poco en total.