VIAJE DE EL ESPINAR A TALAVERA DE LA REINA: 3er Día: San Bartolome de Pinares - El Barraco - Seranillos

- Fecha 2- Abril - 1999

- Nuria Balnco , Noé, Cristina Calderón de la Barca, Oscar Herrero, Joshe.

- Distancia: 54 kms

Salimos de San Bartolomé por la carretera que nos lleva a El Barraco, donde nos cruzamos con algunos ciclistas. Hay que decir que esta es una zona de mucho ciclismo. Llegando a El Barraco hay que subir un repechote hasta el pueblo.

Para salir del pueblo por caminos hacia Navaluenga preguntamos a mucha gente y con todas las indicaciones nos confundimos varias veces y al final tomamos un camino real el que antiguamente usaban para ir en mulas a Navaluenga.

Es un camino un poco técnico pero lo vamos superando. Óscar se olvida las gafas en una de las paradas.

Todo va bien hasta un cruce que alguno dice de tomarlo a la derecha y otros de frente, esto último fue lo que hicimos y al llegar a una edificación vemos que el camino se termina. Nos hemos vuelto a confundir.

Por no subir tomamos la decisión de seguir de frente aunque esto nos suponga saltar varias vallas de piedras cruzar algún arroyo y pasos estrechos entre arbustos y jaras.

Otro problema, se rompen las alforjas de Cristina.

Se nos va a acumulando tiempo de retraso para completar la ruta pensada. Que era llegar a Plasencia, y tenemos que modificar la ruta. Decidimos ir a Talavera y coger el tren, ya que es la misma línea férrea que pensábamos coger.

Llegamos a un camino por donde llegamos a la carretera de Navaluenga y la cogemos a la derecha en dirección a este pueblo b

Pasamos en una gasolinera y continuamos hacia este pueblo todos en fila india por esta carretera recta, cuando de pronto pasó "un afiladero" (como decia Cristina, que nos dió para reir un rato) y está que se va al suelo tras un vuelo bajo. Aquí vimos que las alforjas se habían vuelto a romper un poco más.

Llegamos a Navaluenga y decidimos variar el equipaje de Cristina colgándose Noe una de sus alforjas y otros parte de su ropa.

Llegamos por carretera hasta burgohondo y sin pararnos, preguntamos para ir hacia Serranillos.

Una buena mujer nos advirtió de que una buena cuesta nos íbamos a encontrar y creíamos que sería un buen repecho en este pueblo de Burgohondo, pero tras unos kilómetros cruzamos el río Alberche y empezamos a subir y a subir y cuando nos dimos cuenta supimos de qué cuesta nos hablaba.

Después de la primera parte de la cuesta y ya llegando a Navarrevisca recibimos los ánimos del atleta Ramiro Matamoros que estaba por allí pateando.

En este pueblo paramos a coger agua y hacer alguna foto y ya camino de Serranillos que solo hay otros 5 km más, nos cruzábamos con muchísima gente que había ido a pasear. Era viernes santo y como tanta gente que nos ve, estos días, se quedaban perplejos viéndonos con tanto equipaje.

Llegamos a Serranillos y de algún sitio salió, alguien a decirnos que teníamos sitio para dormir en el pueblo, que el ayuntamiento tiene un sitio donde poder acogernos esa noche. Era un edificio que tienen para guardar las herramientas que usan los trabajadores del ayuntamiento. Allí nos metimos a dormir.