Villafafila-Moreruela

Finales de Otoño. Bonita época para visitar esta zona, así que hacia allá nos fuimos Juan Carlos, Edu y yo. Nos llegamos hasta Villafáfila y dejamos el coche en el aparcamiento de autocaravanas, un buen sitio por si hay que cambiarse...

El día anterior y esa misma noche, había llovido bastante, así que la primera parte de la ruta la hicimos por carretera, ya que los caminos en ese primer tramo, por donde transitan tractores, estaban muy embarrados. Además de ese barro que te hundes, se pega por todos los lados, te cuesta avanzar y no merece la pena, ya que además de ponerte perdido, ese barro no es nada bueno para la mecánica de la bici.

Enseguida vimos un bando de grullas pastando. Al poco pasó volando una avutarda por delante de nosotros.

La primera parada fue en Granja de Moreruela, lugar por donde transita la Vía de la Plata. También allí tienen un centro de interpretación del Cister, pero estaba cerrado.

Y nos fuimos hacia el Monasterio de Moreruela. Aunque ya lo conocía, es una maravilla. Este si que estaba abierto (cierran lunes y martes), y el meterte por las ruinas de lo que fue este impresionante lugar, merece la pena.

Desde allí nos dirigimos a Otero de Samariegos, un pueblo abandonado, en donde hay unas buenas vistas a la Laguna Grande, además un lugar donde se avistan muchos cernícalos, los palomares que tienen y en donde pasar un rato disfrutando de ese entorno.

Aquí ya cogimos pista, que, aunque algo de barro, estaba transitable y nos fuimos a ver el puentecillo romano. Desde aquí salimos a la carretera que lleva a la Casa del Parque, haciendo una parada en otro palomar.

La Casa del Parque es un sitio a visitar. En el entorno que tiene, con varias charcas y varios observatorios. Ahí también disfrutamos observando gansos, fochas, ánades, lavanderas, etc... Tienen un recinto de recuperación de avutardas, donde vimos 6 de estos animales, además de un aguilucho volando encima de este punto.

Después ya visitamos el interior del Centro de Interpretación y casi a las siete de la tarde, ya de noche, nos dirigimos hacia donde habíamos aparcado el coche.