Vuelta a Iberia X (2013) 6ª Alhama de GR-Restabal

5ª Antequera-Alhama de Granada 79Km 1600m de desnivel (1850 de desnivel negativo) y 6:40’ con la bici en movimiento

Salimos de Alhama por el otro lado del trakc, y a primera vista parecía que hubiésemos acertado, pues haber subido la tarde anterior por el adoquín que daba a la Iglesia de la Encarnación, se nos hubiese hecho bastante duro.
Claro, que todo no iba a salir bien, y al poco de iniciar el recorrido por el cañón del río Alhama nos tocó remontar un duro repecho, en el sendero que nos llevaría a la ermita de los Ángeles, ese que la tarde anterior decidimos no coger, a pesar de ser cuesta abajo.
Llegamos a la Pantaneta y de allí a la venta “El Ventorro”, donde cogimos una estupenda pista por la que durante unos cuantos kilómetros fuimos acompañando al río Alhama, hasta que llegado el famoso pk 7.2 nos tocó cruzar el barranco de la Cuesta del Rayo. Aquí, por no aclararme con las indicaciones del nuevo trazado, tuvimos la feliz ocurrencia de seguir por el trazado viejo, sin pensárnoslo, a pesar de la pared que teníamos delante y la burrada que suponía remontar aquel muro. Pero allí estábamos nosotros, decididos a que nada nos parase, arrastrando las bicis para superar aquellos escasos 20m de desnivel que casi caían a plomo.
Así que no es de extrañar la sorpresa, y carcajadas, de los amiguetes de la peña de Villanueva del Trabuco (lástima que no hubiesen llegado diez minutos antes) que aparecieron por el fondo del barranco justo cuando nosotros estábamos terminando la ascensión, y que nos encontramos un poco más adelante, donde confluyen el nuevo trazado de la TAD, en este tramo, y el anterior: ellos habían seguido por el cauce del barranco hasta salir a un camino que los llevaba hasta donde ahora nos encontrábamos, y que era mucho más sencillo que el antiguo. Saludos y unas risas a nuestra costa y felicitar a uno de los integrantes de la peña, colaborador en el trazado de la TAD en esta zona, y decirle que sí, que tenía razón: en el último trakc de la TAD ya venía la modificación de este tramo, cosa que yo insistía en negarle, no se si porque no lo había visto, o por si habiéndolo visto temía que alguno de mis compañeros se enterase y le diera por tomarse una justa venganza.
El resto del camino sin incidencias, por buenas pistas hasta Játar, donde nos las tuvimos que ver con el crecido río, con una velocidad y altura del nivel del agua que desaconsejaba cruzarlo montado. Así que a refrescarnos los pies antes de afrontar la dura rampa, de unos 1000m, que nos sacaría de allí, y dejarnos en la pista, que siguiendo el río Añales nos llevaría hasta el pantano de los Bermejales.
5 minutitos de sombra y a continuar para adentrarnos en el Parque Natural de las Sierras de la Tejera, Almijara y Alhama. Siguiendo el cauce del río Cacín. Llegamos hasta el Centro de Interpretación del Parque, al que dedicamos unos minutos, y aprovechar para preguntar por el trazado que llevábamos preparado, por el barranco de la Almijara y si nos sabían decir si el Mesón de los Prados estaría abierto para comer (en una web habíamos visto que los domingos cerraban, cosa bastante extraña).
Reanudamos la marcha siguiendo el cauce del río Cebollón, cruzándolo un par de veces y refrescándonos en el, pues el calor apretaba y lo que nos esperaba prometía hacernos sudar.
Fueron dos kilómetros con una pendiente continuada (media del 8%) y algunos tramos con el temible portland, indicaban que allí las rampas eran aún más duras, que nos dejaron en la explanada del aeródromo del INFOCA.
Y aqúi nuestro dilema, nos hubiera gustado seguir nuestro trakc, que seguía por el camino de la Cuerda de los Morros, para descender al barranco de la Vacal y seguir por el arroyo de la Almijara y subir hasta el pino de los cinco brazos; pero unas palabras en este foro (“donde fueres haz lo que vieres”,”si lo han trazado por ahí, por otro sitio no se puede”), unido a la inseguridad de no encontrar abierto el mesón y la hora que era, hicieron que nos desdiéramos por bajar a comer a Jayena,.
La bajada por una senda que daba a una pista bastante rota y con bastante inclinación, nos dejaba el el río Grande, y vuelta a mojarnos antes de sentarnos a la mesa, de puritita casualidad, pues era domingo y había un solo lugar donde comer.
Y ahora tocaba subir hacia los Prados de Lopera, por una pista en perfecto estado y que lo hacía poco a poco, sin apenas sobresaltos, solo llegando al final algún pequeño repecho, antes de posar ante un pino de tres brazos, antecesor del que tras un breve llaneo y una ligera subida encontraríamos, y que marcaba el final de nuestra ascensión: el Pino de los cinco Brazos.
Allí pregunté a un pastor, el de Bambi, por la pista que desde el aeródromo traía por la Cuerda de los Morros, el barranco de la Vacal y al arroyo de la Almijara, y me dijo que estaba perfecta, aunque la subida desde el arroyo de la Almijara era bastante dura (algún día volveré a hacerla).
De aquí al mesón de los Prados nos tocó apretar el culo, pues amenazaba lluvia y el frío empezaba a mostrarse, así que paradita en el mesón a tomar algo calentito, que la bajadita que nos esperaba hasta Albuñuelas era curiosa.
Tras aclararnos el dueño que por supuesto abría los domingos, nos pusimos en marcha, debiendo sortear una pequeña subida que nos dejó en la Cañada Real de Granada a Almuñécar, contemplando como estaba de nieve Sierra Nevada, y desde donde iniciamos un espectacular descenso por el barranco del Humo hasta el Área Recreativa del Cañuelo, donde seguimos descendiendo por la rambla de la Huída hasta el barranco de la Cruz Chiquita, para siguiendo el curso del río Saleres, entrar en Albuñuelas. Fueron doce kilómetros bestiales, que me relamo al pensar como se bajarían sin alforjas.
Ya parecía que lo teníamos todo hecho, pero el tramo entre Albuñuelas y Restábal se nos atragantó un poco, y si la salida de Albuñuelas prometía, por una senda siguiendo una acequia de rigo de los huertos por conde rodábamos, muy entretenida ella, aquello pronto torno en desesperación al tener que bajar y subir al río Saleres, no se cuantas mil veces, y las bajaditas (me comí la poca patilla de freno que llevaba) y subiditas, se las traían.
Pero hasta lo malo se acaba, y al final, al llegar a nuestro alojamiento en Restábal, y a pesar de la hora que era y que había refrescado bastante aún le hecho güevos y se pegó un bañito en la piscina. Los demás preferimos una ducha caliente y unas cervecitas, antes de subir a cenar.

Comer: Bar el Colorao, en Jayena. 12€ por cabeza.No estuvo mal. Mucha voluntad, bien cocinado, pero un pelín escaso. Eso sí la tapita de gambas con las cervecitas, no tiene precio.

Dormir: La Despensa del Valle, en Restábal. Telefonos 958 793 531/958 793 598 (José).Simplemente de 10+++++. Se merecen estar en el top de cualquier ciclista que se dedique a hacer travesías o rutas de varios días. Si mal no recuerdo fueron 23€ por cabeza, cenar, dormir y desayunar
joseico@comarcarural.com http://www.despensadelvalle.com/

Fotos:
https://www.dropbox.com/sh/c2dao42jyz98msw/6c9BWbUrBX