Vuelta a Iberia XI (2014) 06 Cabo de Gata-Carboneras
near El Cabo de Gata, Andalucía (España)
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Itinerary description
Y tocaba nuestra última etapa por el trazado de la TAD, y que uno de los miembros de esta expedición nos dijese adiós, ya que motivos laborales le impedían permanecer más días junto a nosotros, pero no quiso perderse la parte más auténtica de nuestra travesía de este año.
Salimos con ánimo para enfrentarnos a una etapa rara, pues íbamos a tener un poco de todo: subidas más o menos largas, senderos por los acantilados, terreno complicado, incertidumbre de donde íbamos a comer. En fín, sabíamos como empezaríamos, pero no cuando y como acabaríamos.
Tan optimistas, que nos entretuvimos recorriendo el mercado; o con temor a enfrentarnos al subidón que nos esperaba unos 10km más adelante.
Y es que a los que conocíamos la zona, la subida al faro del cabo, nos preocupaba poco, pues sabíamos que la siguiente, la subida a la Vela Blanca, era mucho peor.
Empezamos a recorrer los seis kilómetros que nos separaban de La Fabriquilla, en la Almadraba de Monteleva, punto en que empezaríamos nuestra primera subida, con ganas de cachondeo, e incluso picando a nuestro pit-bull con alguno de los muchísimos ciclistas que a esas horas llevaban nuestro mismo camino, hablando con ellos, comentando nuestro aventura y recabando información de lo que nos podríamos encontrar por delante, pues por muy bien que llevásemos estudiado todo, nada mejor que preguntar a los locales para saber más.
Estos primeros 1400m al 5´7%, para superar 80m de desnivel, nos vinieron bien para calentar un poquito y recordarnos a lo que habíamos venido. El descenso hacia el faro del Cabo de Gata, de los que hacen temblar. Y todo ello aliñado con el espectáculo que teníamos por delante.
Tras una breve parada en el faro, y superado el aturdimiento de ver lo que nos quedaba por delante, nos pusimos en marcha, racaneando en la pedalada, alargando el tiempo para ver si la subida que teníamos delante menguaba.
Tras una breve subida, para echar una nueva ojeada al faro, breve descenso hasta el barranco de la Cruz del Muerto, para empezar una nueva batalla. De la Vela Blanca nos separaban 150m distribuidos en 1700m, aunque lo verdaderamente duro empezaba cuatrocientos metros más tarde, dejando la proporción en un 1300/140, dando un porcentaje medio de casi un 11%, pero con tramos que superaban este porcentaje.
Una vez superado, a contemplar el paisaje que se nos abría hacia el lado oriental, y ahora sí, despedirnos definitivamente del faro del Cabo de Gata. Terreno para disfrutar en la bajada (cuidado con la puerta que impide el acceso a los vehículos al final de la bajada) y a empezar a rodar hacia San José por la pista que da acceso a sus famosas playas (el Monsul, los Genoveses, y un sinfín de calas vírgenes, o casi). Puteados por el polvo que levantaban los innumerables vehículos que acudían ese sábado a la playa, fuimos acercándonos a San José, entrando por la parte del castillo para echar una panorámica al municipio antes de adentrarnos en sus calles y buscar una tienda donde aprovisionarnos de bebida fresca (esta vez no era cerveza)
Repostados y con algo de alimento en el cuerpo, nos dispusimos a salir de allí, y como no teníamos intención de alargar la ruta más de lo necesario, ni perdernos la fresca brisa del mar, no nos plantemos la idea de ir a los Escullos por el Pozo del Fraile. Así enfilamos el camino de la costa hacia Los Escullos, pero antes debíamos superar el escollo de la subida a la Torre de la higuera. Y no es que nos preocupasen los 110m de desnivel que teníamos que ascender en 1700m (6’5%), que ya de por sí picaban, más aún con el terreno como estaba; era el tramo final, un pedregal de 150m de longitud para ascender unos 50m, donde lo fácil era resbalar, tropezar o caerte de morros, todo ello aderezado con todos los improperios que se nos ocurrían.
Pero bueno, como en anteriores ocasiones, todo lo malo termina, y bien vale la pena este esfuerzo para poder disfrutar de las vistas y el trazado que nos ofrece esta pista que va bordeando el Cerro del Fraile y cresteando por los acantilados que nos llevan hasta Los Escullos. Además el fresco de la brisa del mar era muy de agradecer.
Alcanzamos el Castillo de San Flipe, en Los Escullos, y al poco cogimos la carretera que va hacia Rodalquilar, hasta que nos desviamos por una senda, totalmente ciclable hasta llegar a La Isleta del Moro.
Ahora nos tocaba sufrir otro ratito. Y es que por delante teníamos una subida de unos 2500m hasta el Mirador de la Amatista, elevado por encima de nosotros unos 120m, y la verdad es que aunque el porcentaje no fuese muy grande (5%), la hora que era y el rodar por asfalto lo hicieron más duro de lo que realmente era. Parada obligatoria en el mirador, y un poco de andarina para relajar las piernas, nos vinieron bien antes de afrontar el último repechón, desde donde ya teníamos a la vista Rodalquilar, lugar elegido para comer, pues no sabíamos si nuestros estómagos aguantarían hasta Las Negras, y como no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar por delante, preferimos afrontarlo con el estómago lleno.
Comer en Rodalquilar, desestabilizó un poco nuestros bolsillos; lo hicimos en “El Cinto”, y la verdad es que comimos estupendamente, pero los jijijaja de Lola (la dueña), y me imagino que la paella que nos arreamos, nos dejaron el bolsillo un poco agujereado (30€ por cabeza).
Aquí, una buena opción, que nosotros no pudimos hacer, aunque la llevábamos en la recámara, es subir al cerro Lobos, cogiendo el desvío a la salida de Rodalquilar (está indicado). El camino es de ida y vuelta, pero creo que debe de valer la pena las vistas que desde allí debe de haber.
A partir de aquí, metimos una variación sobre la TAD, y es que no nos apetecía meternos hacia el interior con la que caía, y los estómagos repletos, así que decidimos ir a buscar la cala de El Playazo y de allí por el PR que va por los acantilados, hasta Las Negras.
Llegamos a El Playazo y viendo el ambiente y como estaba el agua, apetecía pegarse un bañito; pero tuvimos que desistir porque no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar de allí a Las Negras.
Saludamos al castillo de San Ramón, y nos pusimos a buscar el PR que tenía que llevarnos a Las Negras, y aquí cada uno tiramos por un lado, a pesar que está señalizado, con distinta suerte hasta que confluimos en la sendita que teníamos que seguir. Es una senda de casi kilómetro y medio, con poca ciclabilidad, más yendo cargados; pero que vale la pena hacer. Las vistas de la costa son preciosas, y contemplar desde allí arriba la transparencia del agua, un lujo.
Lo peor, la bajada hasta el camping de Las Negras, ya que el desnivel y lo abrupto del terreno ayudaban poco a poder aguantar las bicis, pero con paciencia y una caña….
A partir de aquí, coser y cantar. Llegamos a Las Negras, y parada para volver a repostar agua en el súper, antes de iniciar la subida que teníamos por delante.
Aquí como opción habíamos barajado la posibilidad de ir hasta Agua Amarga jugándonosla por las sendas que siguen los acantilados; pero la dura ascensión desde la cala de San Pedro, por una pared, nos hicieron desistir. De todas maneras, si a alguien le apetece, tengo el trakc…je,je,je
Empezamos a subir los 5400m, de los que nos separaban 250m de desnivel, con dos tramos bien diferenciados: el primero con una longitud de 2600m y 92m de desnivel (3’5%) y el segundo, más duro, de 2700m y 150m de desnivel (5’5%). Además todo por asfalto, y menos mal que a estas horas el calor ya no apretaba tanto.
Terminada la subida y tras un par de bajaditas con sus respectivas subidas, y poco antes de llegar a Fernán Pérez, como no teníamos que repostar agua, abandonamos el asfalto para pistear un rato y bordear el cerro Jayón, antes de salir nuevamente al asfalto, enlazando de nuevo con la TAD, que ya no abandonaríamos hasta el final de la etapa.
A partir de aquí se acabo, o casi, el sufrimiento, pues hasta Agua Amarga era todo cuesta abajo, con algún corto tramo de llaneo.
Por razones de agenda, volvimos a saltarnos nuestra ruta, pues llevábamos intención de acercarnos a la cala del plomo, y desde allí, sendeando por los acantilados, llegar a Agua Amarga. Si, que luego nos dijeron que hubiese sido una locura; pero que nos hubieran dado un par de horitas más de luz. Lo mismo, si alguno le apetece, el trakc está en el almacén.
Los kilómetros que nos separaban de Agua amarga los hicimos casi sin enterarnos, era todo cuesta abajo y con bastante pendiente, incluso en alguna curva, se hacía complicado dominar las bicis con la combinación de peso y velocidad que llevábamos.
Atravesamos Agua Amarga, y a seguir nuestro camino hacia Carboneras, teniendo que salvar, nada más salir de Agua Amarga una cuestecita, éste era el casi, de 1500m con un desnivel de 70m (4’7%) y que ya era el último del día
Superado este collado, para quién vaya con tiempo, está la posibilidad de subir a la Mesa de Roldán, otro magnífico mirador natural de todo este tramo de costa.
A partir de aquí, ya era dejarse caer y rodar hasta Carboneras, donde llegábamos con 80km y algo más de 1300m de desnivel en las piernas, endurecidos por los dos tramos de andarina que tuvimos que superar.
Y llegados a este punto, poco después de salir de agua amarga, una vez superado el collado, en la Cortijada de los Ventorrillos, decíamos definitivamente adiós a la TAD, después de dos años siguiendo sus pasos, habiendo sido de gran ayuda y sobretodo facilitándonos mucho la tarea de buscar caminos por donde transitar en nuestro objetivo de dar la vuelta a la Península. Quizás sea más bien un hasta pronto, pues no es descartable el volver algún año y terminarla entera.
Hasta pronto.
Fuentes
Pues como los días anteriores, únicamente en los pueblos
Alojamiento
Hostal San Antonio
Tel 950130019 Calle Pescadores, 11
Dormir y desayunar 25€ por cabeza. De categoría y a 50m de la playa
http://www.hostalsanantonio.com/hostal-en-carboneras/es/about/
Fotos
https://www.dropbox.com/sh/4q4vwx7h3o2pynd/AAAoZKrTt5Kh6CpRULLvfckEa
Salimos con ánimo para enfrentarnos a una etapa rara, pues íbamos a tener un poco de todo: subidas más o menos largas, senderos por los acantilados, terreno complicado, incertidumbre de donde íbamos a comer. En fín, sabíamos como empezaríamos, pero no cuando y como acabaríamos.
Tan optimistas, que nos entretuvimos recorriendo el mercado; o con temor a enfrentarnos al subidón que nos esperaba unos 10km más adelante.
Y es que a los que conocíamos la zona, la subida al faro del cabo, nos preocupaba poco, pues sabíamos que la siguiente, la subida a la Vela Blanca, era mucho peor.
Empezamos a recorrer los seis kilómetros que nos separaban de La Fabriquilla, en la Almadraba de Monteleva, punto en que empezaríamos nuestra primera subida, con ganas de cachondeo, e incluso picando a nuestro pit-bull con alguno de los muchísimos ciclistas que a esas horas llevaban nuestro mismo camino, hablando con ellos, comentando nuestro aventura y recabando información de lo que nos podríamos encontrar por delante, pues por muy bien que llevásemos estudiado todo, nada mejor que preguntar a los locales para saber más.
Estos primeros 1400m al 5´7%, para superar 80m de desnivel, nos vinieron bien para calentar un poquito y recordarnos a lo que habíamos venido. El descenso hacia el faro del Cabo de Gata, de los que hacen temblar. Y todo ello aliñado con el espectáculo que teníamos por delante.
Tras una breve parada en el faro, y superado el aturdimiento de ver lo que nos quedaba por delante, nos pusimos en marcha, racaneando en la pedalada, alargando el tiempo para ver si la subida que teníamos delante menguaba.
Tras una breve subida, para echar una nueva ojeada al faro, breve descenso hasta el barranco de la Cruz del Muerto, para empezar una nueva batalla. De la Vela Blanca nos separaban 150m distribuidos en 1700m, aunque lo verdaderamente duro empezaba cuatrocientos metros más tarde, dejando la proporción en un 1300/140, dando un porcentaje medio de casi un 11%, pero con tramos que superaban este porcentaje.
Una vez superado, a contemplar el paisaje que se nos abría hacia el lado oriental, y ahora sí, despedirnos definitivamente del faro del Cabo de Gata. Terreno para disfrutar en la bajada (cuidado con la puerta que impide el acceso a los vehículos al final de la bajada) y a empezar a rodar hacia San José por la pista que da acceso a sus famosas playas (el Monsul, los Genoveses, y un sinfín de calas vírgenes, o casi). Puteados por el polvo que levantaban los innumerables vehículos que acudían ese sábado a la playa, fuimos acercándonos a San José, entrando por la parte del castillo para echar una panorámica al municipio antes de adentrarnos en sus calles y buscar una tienda donde aprovisionarnos de bebida fresca (esta vez no era cerveza)
Repostados y con algo de alimento en el cuerpo, nos dispusimos a salir de allí, y como no teníamos intención de alargar la ruta más de lo necesario, ni perdernos la fresca brisa del mar, no nos plantemos la idea de ir a los Escullos por el Pozo del Fraile. Así enfilamos el camino de la costa hacia Los Escullos, pero antes debíamos superar el escollo de la subida a la Torre de la higuera. Y no es que nos preocupasen los 110m de desnivel que teníamos que ascender en 1700m (6’5%), que ya de por sí picaban, más aún con el terreno como estaba; era el tramo final, un pedregal de 150m de longitud para ascender unos 50m, donde lo fácil era resbalar, tropezar o caerte de morros, todo ello aderezado con todos los improperios que se nos ocurrían.
Pero bueno, como en anteriores ocasiones, todo lo malo termina, y bien vale la pena este esfuerzo para poder disfrutar de las vistas y el trazado que nos ofrece esta pista que va bordeando el Cerro del Fraile y cresteando por los acantilados que nos llevan hasta Los Escullos. Además el fresco de la brisa del mar era muy de agradecer.
Alcanzamos el Castillo de San Flipe, en Los Escullos, y al poco cogimos la carretera que va hacia Rodalquilar, hasta que nos desviamos por una senda, totalmente ciclable hasta llegar a La Isleta del Moro.
Ahora nos tocaba sufrir otro ratito. Y es que por delante teníamos una subida de unos 2500m hasta el Mirador de la Amatista, elevado por encima de nosotros unos 120m, y la verdad es que aunque el porcentaje no fuese muy grande (5%), la hora que era y el rodar por asfalto lo hicieron más duro de lo que realmente era. Parada obligatoria en el mirador, y un poco de andarina para relajar las piernas, nos vinieron bien antes de afrontar el último repechón, desde donde ya teníamos a la vista Rodalquilar, lugar elegido para comer, pues no sabíamos si nuestros estómagos aguantarían hasta Las Negras, y como no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar por delante, preferimos afrontarlo con el estómago lleno.
Comer en Rodalquilar, desestabilizó un poco nuestros bolsillos; lo hicimos en “El Cinto”, y la verdad es que comimos estupendamente, pero los jijijaja de Lola (la dueña), y me imagino que la paella que nos arreamos, nos dejaron el bolsillo un poco agujereado (30€ por cabeza).
Aquí, una buena opción, que nosotros no pudimos hacer, aunque la llevábamos en la recámara, es subir al cerro Lobos, cogiendo el desvío a la salida de Rodalquilar (está indicado). El camino es de ida y vuelta, pero creo que debe de valer la pena las vistas que desde allí debe de haber.
A partir de aquí, metimos una variación sobre la TAD, y es que no nos apetecía meternos hacia el interior con la que caía, y los estómagos repletos, así que decidimos ir a buscar la cala de El Playazo y de allí por el PR que va por los acantilados, hasta Las Negras.
Llegamos a El Playazo y viendo el ambiente y como estaba el agua, apetecía pegarse un bañito; pero tuvimos que desistir porque no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar de allí a Las Negras.
Saludamos al castillo de San Ramón, y nos pusimos a buscar el PR que tenía que llevarnos a Las Negras, y aquí cada uno tiramos por un lado, a pesar que está señalizado, con distinta suerte hasta que confluimos en la sendita que teníamos que seguir. Es una senda de casi kilómetro y medio, con poca ciclabilidad, más yendo cargados; pero que vale la pena hacer. Las vistas de la costa son preciosas, y contemplar desde allí arriba la transparencia del agua, un lujo.
Lo peor, la bajada hasta el camping de Las Negras, ya que el desnivel y lo abrupto del terreno ayudaban poco a poder aguantar las bicis, pero con paciencia y una caña….
A partir de aquí, coser y cantar. Llegamos a Las Negras, y parada para volver a repostar agua en el súper, antes de iniciar la subida que teníamos por delante.
Aquí como opción habíamos barajado la posibilidad de ir hasta Agua Amarga jugándonosla por las sendas que siguen los acantilados; pero la dura ascensión desde la cala de San Pedro, por una pared, nos hicieron desistir. De todas maneras, si a alguien le apetece, tengo el trakc…je,je,je
Empezamos a subir los 5400m, de los que nos separaban 250m de desnivel, con dos tramos bien diferenciados: el primero con una longitud de 2600m y 92m de desnivel (3’5%) y el segundo, más duro, de 2700m y 150m de desnivel (5’5%). Además todo por asfalto, y menos mal que a estas horas el calor ya no apretaba tanto.
Terminada la subida y tras un par de bajaditas con sus respectivas subidas, y poco antes de llegar a Fernán Pérez, como no teníamos que repostar agua, abandonamos el asfalto para pistear un rato y bordear el cerro Jayón, antes de salir nuevamente al asfalto, enlazando de nuevo con la TAD, que ya no abandonaríamos hasta el final de la etapa.
A partir de aquí se acabo, o casi, el sufrimiento, pues hasta Agua Amarga era todo cuesta abajo, con algún corto tramo de llaneo.
Por razones de agenda, volvimos a saltarnos nuestra ruta, pues llevábamos intención de acercarnos a la cala del plomo, y desde allí, sendeando por los acantilados, llegar a Agua Amarga. Si, que luego nos dijeron que hubiese sido una locura; pero que nos hubieran dado un par de horitas más de luz. Lo mismo, si alguno le apetece, el trakc está en el almacén.
Los kilómetros que nos separaban de Agua amarga los hicimos casi sin enterarnos, era todo cuesta abajo y con bastante pendiente, incluso en alguna curva, se hacía complicado dominar las bicis con la combinación de peso y velocidad que llevábamos.
Atravesamos Agua Amarga, y a seguir nuestro camino hacia Carboneras, teniendo que salvar, nada más salir de Agua Amarga una cuestecita, éste era el casi, de 1500m con un desnivel de 70m (4’7%) y que ya era el último del día
Superado este collado, para quién vaya con tiempo, está la posibilidad de subir a la Mesa de Roldán, otro magnífico mirador natural de todo este tramo de costa.
A partir de aquí, ya era dejarse caer y rodar hasta Carboneras, donde llegábamos con 80km y algo más de 1300m de desnivel en las piernas, endurecidos por los dos tramos de andarina que tuvimos que superar.
Y llegados a este punto, poco después de salir de agua amarga, una vez superado el collado, en la Cortijada de los Ventorrillos, decíamos definitivamente adiós a la TAD, después de dos años siguiendo sus pasos, habiendo sido de gran ayuda y sobretodo facilitándonos mucho la tarea de buscar caminos por donde transitar en nuestro objetivo de dar la vuelta a la Península. Quizás sea más bien un hasta pronto, pues no es descartable el volver algún año y terminarla entera.
Hasta pronto.
Fuentes
Pues como los días anteriores, únicamente en los pueblos
Alojamiento
Hostal San Antonio
Tel 950130019 Calle Pescadores, 11
Dormir y desayunar 25€ por cabeza. De categoría y a 50m de la playa
http://www.hostalsanantonio.com/hostal-en-carboneras/es/about/
Fotos
https://www.dropbox.com/sh/4q4vwx7h3o2pynd/AAAoZKrTt5Kh6CpRULLvfckEa
Waypoints
Waypoint
0 ft
06 08.4km 15m
Alp-822
Waypoint
0 ft
06 12.1km 190m
collado de la Vela Blanca
Waypoint
0 ft
06 12.4km 205m
La Vela Blanca
Waypoint
0 ft
06 16.1km 11m
Waypoint
0 ft
06 28.3km 78m
Arroyo estival
Waypoint
131 ft
06 34.0km 39m
40 m
Waypoint
0 ft
06 35.1km 9m
Mar/Océano
Waypoint
0 ft
06 38.3km 131m
Alp-826
Waypoint
0 ft
06 50.9km 12m
Camino
Waypoint
0 ft
06 51.0km inicio senda 2
Parque Natural Cabo De Gata-ní
Waypoint
0 ft
06 51.2 km 36m
Parque Natural Cabo De Gata-ní
Waypoint
0 ft
06 51.4km 24m
Parque Natural Cabo De Gata-ní
Waypoint
0 ft
06 52.4km fin senda 2
Camino
Waypoint
0 ft
06 52.7km 38m
Camino
Waypoint
0 ft
06 53.4km 7m
Alp-208
Waypoint
846 ft
06 58.7km 258m
258 m
Waypoint
0 ft
06 60.0km 230m
230 m
Waypoint
813 ft
06 60.4km 248m
248 m
Waypoint
0 ft
06 62.4km 198m
Camino
Waypoint
656 ft
06 64.0km 200m
200 m
Waypoint
0 ft
06 82.2km 14m
Agua Amarga
Waypoint
0 ft
06 84.0km 91m
91 m
Waypoint
0 ft
06 Castillo de San José
Parque Natural Cabo De Gata-níjar
Waypoint
0 ft
06 fin senda 1
Camino
Waypoint
0 ft
06 inicio senda 1
Camino
Waypoint
0 ft
06 Los Escullos
Los Escullos
Waypoint
0 ft
06 Rodalquilar
Rodalquilar
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