Vuelta a Iberia XI (2014) 07 Carboneras-Puntas de Cal Negre

Empezamos a rodar tranquilamente en la que teníamos planificada como la etapa más larga, pero en la que no esperábamos encontrar grandes dificultades, salvo al final, ya casi llegando a nuestro destino. Además habíamos quedado con un compañero que se uniría al grupo en Águilas para pedalear juntos los cuatro días que nos quedaban
Teníamos mucho asfalto por delante, así que rodaríamos rápido durante toda la jornada, o al menos lo intentaríamos. Nada más pasar por delante del tristemente famoso hotel de la Playa del Algarrobico, teníamos por delante el primer escollo del día, superar un collado de algo más de dos kilómetros que se elevaba por encima de nosotros unos 150m, con 600m iniciales que aún no picaban mucho para arriba.
Superado éste, un rápido descenso antes de acometer la corta, pero dura subida a Sopalmo (64m de desnivel en 500m, dolían en las piernas).
La bajada hasta el Pueblo Indalo vertiginosa, y a partir de aquí, una contrareloj, ya que el terreno incitaba a ello, a pesar de encontrarnos con alguna zona ondulada que nos obligaba a bajar el ritmo.
Pasamos a toda velocidad por la playa de Mojácar y la Garrucha, zonas demasiado concurridas para lo que estábamos acostumbrados últimamente; pasamos por la playa de Vera rodando por en medio de las urbanizaciones, ya que la arena nos impedía hacerlo más cercano a la costa, hasta que salimos de nuevo a la carretera. Rápidamente nos plantamos en Vilaricos, donde el mercado de los domingos nos cortó el paso, debiendo volver de nuevo a la carretera.
Aquí volvimos a encontrarnos con terreno rompepiernas, especialmente en la zona de la antigua fábrica de La Invencible; pero conseguíamos llevar buen ritmo para conseguir llegar a comer lo más cerca posible de Águilas.
Paramos a comer en San Juan de Terreros, donde se nos unió el compañero, tomándonos todo el tiempo del mundo, bueno nosotros y los camareros, que es lo que suele ocurrir cuando encuentras un buen sitio para comer, y en domingo: estaba “abarrotao”.
Como creíamos que ya lo teníamos todo hecho, empezamos a pedalear con más calma, y así el trayecto hasta Águilas lo hicimos huyendo todo lo posible del asfalto, que por hoy ya habíamos tenido suficiente, pasando por la playa de los Ingleses, con “arrastring” incluido y a la de Calarreona, antes de enfilar directamente hacia Águilas.
Atravesamos Águilas y nada más salir empezamos a tener problemas con el camino que llevábamos trazado, por aquello de discurrir por un terreno que había sufrido un proceso de recalificación y ahora era una impresionante urbanización. Una vez encontrado el camino, llegamos a un punto donde se acaba el camino, pero el nuestro seguía adelante, tapado por la modificación realizada en el proceso de urbanización. Para colmo de males, lo que parecía tener pinta de camino, era una trocha destrozada y abandonada, que nos toco remontar a patita durante algo más de medio kilómetro. Finalmente conseguimos llegar a la urbanización Todosol, y allí enfilamos la carretera hacia Calabardina, con la impresionante mole del cabo de Cope frente a nosotros.
Alcanzamos, nuevamente la línea de costa, en la Torre de Cope, y ya creíamos tenerlo todo hecho, pues sólo nos quedaba rodar durante unos 20km por la orilla de la costa, por buen firme y con la ilusión de ver una espléndida puesta de sol.
Pues sí, el cielo empezó a tornarse rojizo, pero a nosotros aquello empezaba a parecérsenos al infierno, pues aunque el rodar era rápido, el terreno era muy pestoso, con continuas subidas y bajadas que impedían coger un ritmo en condiciones, teniendo que sortear algún tramo arrastrando la bici.
Y sí, todo espectacular hasta que pasado el cuartel de Císcar, se nos acabó el camino y por delante únicamente teníamos “la nada”. Bueno, la nada y una ladera que se abatía sobre el mar, y por la que se vislumbraba un sendero por el que llevábamos marcado el camino para acercarnos a la Panadera, pero que el sentido común nos hizo plantearnos la viabilidad de la ascensión, más cargados y viendo como lo pasó el expedicionario del grupo. Estábamos a escasos 7 kilómetros de nuestro destino, y no nos quedaba otra alternativa que retroceder a buscar la carretera que nos llevara a Puntas de Cal Negre. Y para que tuviésemos de todo, el color rojizo del cielo, empezaba a tornarse gris para dar pronto paso al negro.
Retrocedimos hasta las inmediaciones de la Cala Blanca para remontar la rambla del Cantal, pero sin la certeza que aquel camino nos llevara a donde queríamos ir, a pesar que el camino venía marcado en los GPS’s. Por suerte, acertamos y el camino nos llevó hasta las Casas del Cantal, y de allí era fácil alcanzar la carretera que nos llevaría hasta el albergue.
Agradecer a los dueños de uno de los chalets que allí había el agua que nos proporcionó para poder seguir, pues habíamos casi agotado las existencias, así mientras unos echábamos una mano para reparar un pinchazo, los otros fueron repostando bidones.

Salimos de las Casas del Cantal con noche cerrada, y teníamos por delante la subida al collado de Lomo Bas, del que distábamos 3900m con 260m de desnivel (6.7% de media, pero con algún tramo por rondando el 10%) . Era la primera vez que nos tocaba encender las luces este año, y casi nos hacía un poquito de ilusión.
Poco a poco enfilados para no llevarnos ninguna sorpresa con el tráfico, que afortunadamente, era prácticamente nulo, fuimos ganando la batalla, y sólo nos lamentábamos de no poder disfrutar de las vistas que desde allí arriba debía de haber.
Coronamos y ahora tocaba abrigarse ya que el descenso sería rápido y no contábamos con encontrar ningún repecho más hasta llegar a Puntas de Cal Negre. Y efectivamente, la única dificultad fue el sortear con acierto las curvas de la bajada, pues a pesar de llevar buenas luces con tanta curva había puntos ciegos en la trazada.
Finalmente llegábamos al albergue pasadas las 23”30, y nos cabreaba bastante el pensar que de no haber sido por el dichoso acantilado llevaríamos allí casi dos horas y hubiésemos podido pegarnos un bañito en la playa.
Agradecer al personal del albergue la paciencia que tuvieron para esperarnos y prepararnos una buena y reconfortante cena.

Finalmente nos habíamos metido en el cuerpo 117km y 1400m de desnivel, 16km y unos 300m de los planeados originalmente, pero así son estas cosas.

Fuentes

Pues como los días anteriores, únicamente en los pueblos

Alojamiento

Albergue de Puntas de Cal Negre
Teléfono 646775737
Habitación cuádruple con baño compartido: 15€ por cabeza http://www.alberguesdelorca.com/puntasdecalnegre.html


Fotos

https://www.dropbox.com/sh/e22vg8ur0qzfckx/AADvMSLVR3yxkrh1eGQbR17fa?dl=0