Vuelta al Alto Tajo desde Zaorejas

ALTO TAJO

Zaorejas, un buen sitio para comenzar, junto al centro de interpretación del parque natural del alto Tajo. Sólo abre fines de semana, pero el pueblin está muy bien. Tiene hasta un bonito acueducto romano y un museo etnográfico al aire libre!!

De Zaorejas comienza una increíble y larga bajada hasta el Tajo y aquí la pista por la que lo seguiré casi 55 km. Precioso, en color, agua, vegetación, formaciones rocosas, calidad de la pista, temperatura, soledad...
A veces es necesario coger un tramo de carretera, a veces hay merenderos o refugios junto al río. Pocos pueblos y nada abierto en ellos. Ojo a la logística!!
Menos mal que en Peralejos de las Truchas están en fiestas y la cuadrilla del "colocón" me invitó a una o dos Coca colas. Eso sí, vigilé que no echasen más cosas... jeje.
Es genial parar y charlar un rato, como pude hacer unos pocos kilómetros antes con otro cicloviajero que lo hacía con su perro y ya estaba buscando sitio para acampar.
A mí me quedaba la subida hasta Chequilla por su camino rural asfaltado, definición que amo como la mejor opción posible para viajar. Chequilla y sus formaciones de arenisca roja, no me lo podía creer, y enlace allí mismo con el camino del Cid, sin duda otro viaje a programar.
De allí a Checa, pueblo con buenos servicios y un área recreativa con refugio abierto, fuente y arroyo que se me han quitado de golpe todos mis pesares del día.
Olé!! Mañana paso de hotel, busco otro refugio!!

El segundo día se ha ido en tiempo y en dureza. Más de 80 km y no he visto ni pasado por ningún punto habitado. Ni casa, ni pueblo, ni bar...
Montañas vacías... Pues eso, realmente vacías. Suerte que Checa es como el centro de todo, hay super, panadería, farmacia... Olé!! Y el resto pinos y pinos. Pura naturaleza!! Ni en el nacimiento del Tajo hay un chiringuito. Jo.
Ahi se juega pasando por tres provincias, desayunar en Guadalajara, ver nacer el Tajo en Teruel, dormir en Cuenca... Pero no he visto carteles provinciales ni he apreciado ningún cambio.
Todo está en su lugar, todo es similar todo guarda un orden, independientemente de la administración de turno que controle ese trozo de tierra.
Aquí todo es duro y la logística complicada. Controla el agua que llevas, la comida y dónde duermes, sobre todo si es sábado noche.... Porque todos los refugios están llenos de chavales o grupos de amigos cargados con cervezas y comida hasta arriba. Dormir no voy a dormir bien pero mis cervezas y toda la comida a la que me invitaron... No me lo quita nadie!!

Al final, con dos cervezas y una botella de agua continuo a probar suerte a otro refugio cercano, que me dicen está mejor aún. Y si, está mejor y no, no estaba tan cerca...
Allí hay otro grupo de gente de Cuenca, de mayor edad, y como ya lo dieron todo la noche anterior y el refu cuenta con una habitación debajo para ganado sin estrenar... Pues a dormir 9 horas del tirón!!
Volver al camino que traía, otros 40', llegar al primer pueblo, casa habitada y bar otras 2 h y pico. Y llevo ya bastantes más de 12 horas y 120 km sin civilización. En España, increíble...
Santa María del Val, que tanto me gustó el año pasado para bañarme en su río y dormir con la furgo abre paso a el Tobar, Beteta y Valsalobre. Voy escapando de la nube y la lluvia, mirar hacia atrás da miedo, pero tras una Coca cola en el bar de Valsalobre, dónde estuve charlando con la pareja de la guardia civil y la alcaldesa sobre el proyecto de "Montañas vacías" que tanto está aportando, afronto la última subida del día hasta llegar al monumento natural de la Serrezuela de Valsalobre, vaya maravilla. Y valla maravilla de refugio, aunque vuelve a no tener agua, y eso es un problemilla serio...
Al final no aparece Jorge, un cicloturista alemán que conocí el día anterior por la mañana. Iba en sentido contrario y creímos que nuestros caminos volvían a coincidir aquí otra vez. Una pena, será más adelante... Quizá

Y el pequeño día final de viaje dió para mucho, para que cayesen unas gotas, para ver más ciervos, para escuchar algo de berrea, para correr 5 km por el exokarst de Valsalobre y para reencontrarme con mi amigo Jorge. Mola despedirte con un abrazo de alguien que has conocido durante dos paradas sin bajarte de la bici. El viaje en bici todo lo simplifica, todo se amplifica, todo se vuelve más intenso y natural...

Buenas pedaladas!!