E5 Camino de Santiago: Mansilla de las Mulas - Rabanal del Camino

Quinta etapa de nuestro Camino de Santiago desde Madrid en bikepacking.

Ya en el Camino Francés el número de peregrinos aumenta de forma considerable por lo que tendremos que ir con más cuidado al adelantar. Además la oferta de hostelería y servicios aumenta de forma considerable, pudiendo olvidarte de estos aspectos teniendo la libertad de proveerte en casi cualquier momento de la ruta.

La etapa tiene el atractivo de pasar por la fantástica ciudad de León, donde pararemos a sellar la Compostelana y contemplar desde fuera la fantástica la Catedral(para visitar el interior hay que pasar por caja).

Tanto la entrada como salida de León se hace complicada y pesada siendo un tramo bastante poco atractivo. En realidad el camino tampoco es muy divertido salvo el paso por Hospital de Órbigo y Astorga.

En esta última ciudad paramos a comer en un restaurante de la Plaza España y después visita a la Catedral y el Palacio de Gaudí.

Astorga es la capital de la Maragatería, comarca leonesa con algunas características que la hacen diferente de otras regiones leonesas.

Al salir de Astorga el tiempo empieza a cambiar y tenemos las primeras lluvias de nuestro Camino a Santiago. El tramo hasta Rabanal del Camino lo hacemos prácticamente por asfalto. Pasaremos por Murias de Rechivaldo, Santa Catalina de Somoza y El Gango en leve ascenso.

Entramos a Rabanal por la calle Real, el pueblo conserva bastante bien la arquitectura maragata, mejorando en los últimos años con el apogeo del Camino de Santiago, destacando las portadas de las típicas casas y la iglesias de la Asunción, la cual se encontraba abierta y pudimos visitarla.

Como no podía ser de otra forma, tras la tarde visitando la pequeña localidad durante la cena tuvimos la posibilidad de degustar del famoso cocido maragato, el cual se come al revés, comenzando por la carne y terminando por la sopa.

Durante la cena el camarero del Hotel nos contó que el origen de comer el cocido al revés, proviene de la costumbre que adoptaron los arrieros maragatos que transportaban al interior de la península los salazones de pescado traídos de la costa gallega y de vuelta traían embutidos y productos de secano.

El duro trabajo de realizar el transporte con carros y utilizando una ruta de origen romano, se le unía los plazos de cumplimiento de entrega de productos(esto no lo ha inventado Amazón), hacía que los arrieros tuvieran que comer directamente de la olla en las posadas donde paraban, así encontraban primero la carne que quedaba en la parte superior, después los garbanzos y dejando así la sopa para el final.

Hoy las posadas el tipo de comensal de los recios y duros arrieros a los mas modernos y urbanitas peregrinos que viajan a Santiago en solo camino de ida.