SIERRA DE GUARA gravel 2/ Alquézar - Nocito

Segundo día de aventura por las montañas de Guara. La 'etapa reina' comienza con un fuerte descenso desde Alquézar y en un cruce a izquierdas dirección Colungo y tras cruzar el río Vero comienzo a subir. Se agradece por aquello de entrar en calor. Una subida tendida, ideal jeje. Entro en el pueblo y en el bar sobre la carretera un café rodeado de moteros franceses. A la salida la serpenteante carretera va de vista en vista de barrancos a cada cuál más temerario. Se mueve gente con el tema del barranquismo y la escalada. Yo a lo mio sumando kms, y más allá un mirador bien loco, el Cañón del río Vero, donde aparece a lo lejos la cadena montañosa de los Pirineos nevados. Paso los pueblecitos de Lecina y Bárcabo y también el impactante Almazorre. Tras un nuevo puerto, en la bajada llego a un cruce. En él dejo la carretera 'buena' y tomo a izquierdas una aún 'mejor' jaja. Lleva a Las Bellostas, un culo de saco, fin de asfalto, y por el camino vistas impagables y pueblecitos aún con algo de vida que parecen anclados en la eternidad. Una maravilla. Paúles de Sarsa y sobre todo Sarsa de Surta, el cielol!!
Rio Vero arriba comienza el corto pero duro puerto de Las Bellostas. El tiempo ha cambiado. Hace frío y amenaza lluvia. Será la tónica del resto de etapa, justo cuando comienza la loca aventura...no podía ser de otra manera....
Una vez ganado el puerto, en la bajada entro el el pueblo de Las Bellostas, donde me topo con dos ancianos rodeados de ovejas y cabras y perros y caballos. Se sorprenden de verme y yo me sorprendo de verlos, y me ponen al tanto de todos los peligros que me acechan si continúo adelante. El principal, los parajes de extrema soledad, sobre 20 kms de pistas y senderos atravesando montañas olvidadas y pueblos abandonados. Al menos he hablado con alguien, eso siempre anima. Y sin más me adentro en el plato fuerte del día y sin duda la joya de toda la travesía.
Tras una tirada en bajada cruzo el río Usuala y toca subir. A cada tiempo aparecen señales verticales anunciando cañones, pueblos abandonados, quejigos centenarios, tejos milenarios, cuevas y abrigos con pinturas rupestres antiquísimas..., sin duda el filón turístico está ahí, y aprovechan el enorme potencial de esta naturaleza salvaje todo lo que pueden. A saber cómo se pondrá la.zona de caminantes en verano... Más adelante paso junto a los pueblos abandonados de San Hipólito y Letosa, alguna fuente de otro tiempo y, tras un cruce que lleva a Otín, en la cabecera del famoso Barranco de Mascún, el camino empeora considerablemente. Zanjas, charqueras y barrizales, piedras, pinchos...el avance se convierte en un Vía Crucis, y a esto se suma la lluvia, que aunque tenue, le da un aire de peligro y de ansiedad al penoso devenir. Pasarán todavía unos buenos kms que se me hacen eternos antes de llegar al pueblo abandonado de Nasarre. La foto a la torre de la iglesia y de aquí en adelante el camino desaparece y una trocha infernal se precipita por un barranco en busca del pueblo de Bara, donde según los pastores de Las Bellostas aún residen dos ancianos.
El frio intenso y la incertidumbre del colosal esfuerzo que llevo y lo que me queda por delante no invita a visitar nada. Fotos las justas y ahí que voy, ahora a patita todo el tiempo, sorteando piedrolos de todos los tamaños y pinchas por doquier. Serán más de 3 kms de un esfuerzo enorme con la bici a veces al lado, a veces a la espalda, y a veces incluso montado!! Paisajes Increíbles, eso sí, y la senda marcada como GR1 me hace pensar que no estoy perdido. Y tampoco del todo solo: me acompañan pájaros cantores de todos los colores, carpinteros, búhos, aves rapaces de toda calaña, buitres, cabras montesas, caballos salvajes...
Muchos pasos de torrenteras y ríachuelos, algunos acabo con los pies calados. Poco a poco la loca bajada hasta por fin vislumbrar el pueblecito de Bara y a sus pies el poderoso río Alcanadre, que tendré que vadear de mala manera, acabando nuevamente a remojo, los pies témpanos de hielo. Del otro lado me vienen caballos a hacerme fiesta, alucinados de ver algo que se mueve, y los caminos anegados. .
Cuando por fin salgo a pista me siento como si hubiese cerrado ya la carrera, y aún me quedan +-15 kms y un 'puertecito' por delante. Como algo y bebo lo que me queda y con toda la ropa encima afronto el final de etapa en el pueblo de Nocito, que no está abandonado pero lo parece. ¡¡Nadie!! ¿Extraño???