GVL CAMINO DEL CID Completa/ Vivar del Cid - Valencia

Hoy comienzo una de las aventuras más increíbles que se pueden hacer en nuestro país: el Camino del Cid. Me espera una maratón de ciclismo de +-1000kms en solitario a través de territorios la mayoría de ellos dignos representantes en nuestros días de la España vacía, y que en la Edad Media recorrieron algunos de los personajes más grandes de nuestra historia, y de entre ellos, Rodrigo Díaz de Vivar, nuestro héroe castellano. A ellos dedico mi esfuerzo.
El track que sigo es el oficial que sacó hace ahora un año el Consorcio del Camino del Cid. Una ruta de Gravel muy llamativa, en la que enlaza tramos sobre asfalto, la mayoría carreteras secundarias espectaculares llamadas por el Consorcio, en su no menos espectacular APP, "singulares", con tramos de pistas generalmente en buen estado.
Así transito el Camino procurando ser fiel al track oficial, si bien el día a día me lleva a hacer cambios puntuales, en general para evitar pistas, con la idea de ir mas rápido, menos peligro al minimizar problemas mecánicos, y también para acomodar los tiempos en los recorridos.

Etapa 1/
Inicio el Camino del Cid con muchas dudas. He dormido regulín y el estómago no furula. De esta guisa dirijo mi rodar al Km O en Vivar del Cid. Las fotos, el sello en el salvoconducto, y dirección Burgos. Gano la ciudad fácil y salgo por carril bici en busca del Monasterio de San Pedro de Cardeña. La mañana fría y siempre el cielo encapotado no ayuda en mi avance. Aún así aprieto los dientes esperando tiempos mejores. En el pueblecito de Modúbar de San Cibrián entro en el bar y como algo. Poca cosa, pero he de esforzarme para aguantar el castigo. Algo más entonado llego a Quintanilla, donde tomo una pista de grava. Alguna cuesta fea, tramos de rodar con cuidado y barro, mucho barro!! Luego un tramo bien largo junto a una valla enorme que marca un coto de caza. Cuando llego a Cubillo del Campo el camino continúa por el monte, pero yo decido tirarle por asfalto. Voy comiendo dátiles y me sientan de lujo. Así, avanzo rápido a Mecerreyes y entro en Covarrubias ganando un puertecito. Luego ganaré otro para entrar en Santo Domingo de Silos.
Rápido me encaramo en el Desfiladero de La Yecla y tomo una estupenda carreterilla con algunas aldeas con mucho encanto y el sol que hace acto de presencia. Más animado acabo ganando Huerta del Rey que está hasta la bandera. En un bar como un pincho magnífico que me sienta de maravilla. La charra con la gente del pueblo también jeje. Luego salgo disparado por asfalto y entro en Quintanarraya. Toca remar por pistas con tramos duros y, tras pasar Hinojar del Rey, entro en un fantástico bosque de Sabinas. Impresiona!! Así llego a Alcubilla de Avellaneda. Estoy en el tramo final de la etapa y el cansancio, el temor a encontrar barro y el sol ya bajo me hacen buscar Langa de Duero, donde me propongo cerrar la etapa, por asfalto. Algún collado, alguna macrogranja de cerdos, algún pueblo con encanto, y por fin, tras un rápido descenso, entro en Langa.
Pernocta en Pensión El Carrascal. Económico. Correcto la habitación y la comida. El dueño más antipático sobre la tierra. Sólo por evitarlo mejor ir a otro sitio.

Etapa 2/
La mañana muy fría y la niebla densa. Al cruzar el Duero toca subir (al menos entro en calor) dirección Castillejo de Robledo, pueblo famoso por muchos motivos, y el más importante, su cocido castellano, famoso en el mundo entero. La plaza resulta ser muy chula, y sobre todo su vetusto castillo.
La salida del pueblo en subida por pista y me visitan los ciervos. ¡Qué maravilla!! En Valdanzo tomo café y sigo rumbo a Miño de San Esteban. Voy lanzado y, pasado Aldea de San Esteban tomo una pista bastante rota pero muy espectacular la entrada en la mágica San Esteban de Gormaz. Paseo sus calles y charlo con la dueña de la tienda CidBike, única en kms y kms a la redonda y que ofrecen servicios de todo tipo de ciclistas de largo recorrido... Tomo nota y teléfono jeje
La salida de San Esteban, un suplicio, pues la autovía está en obras y mis decisiones no muy afortunadas. Así, el trazado que hago para ganar Alcubilla es un poco feo... Luego la cosa mejora y acabo entrando la monumental Burgo de Osma con facilidad.
El tiempo apremia, de forma que continúo fuerte en busca de La Rasa y, sobre el Duero, el pueblo abandonado y muyyy cidiano de Navapalos. Paseo sus calles y toca subir un puertecito que se hace bola, si bien los paisajes son de aúpa! A la bajada del puerto entro en Vildé, con su fuente, sus gentes, y aparece cerrando el paisaje la imponente figura de la Fortaleza de Gormaz.
El territorio ahora rápido para entrar en Gormaz y más allá a Recuerda, donde tomo dirección Morales para acabar entrando en la muy coqueta Berlanga de Duero con su espectacular castillo, recientemente restaurado. Echo el rato hincando el diente y sigo luego a Brías y Abanco, donde entro en un tramo de pista bien chulo y ya el último tramo para ganar el Alto de La Lastra por asfalto. Ya sólo queda dejarme caer al bellísimo valle de Retortillo de Soria, llamada el Balcón de las Dos Castillas, pues es frontera natural con la Sierra de Pela, que cierra el paisaje al Sur, con la Meseta sur, las tierras de Guadalajara, que en tiempos del Cid formaban parte de la poderosa Taifa de Toledo.
Pernocta en Hotel La Muralla. Fabuloso sitio y fabulosos sus dueños Agapito y Aurora. Espléndida cocina. Muyyy recomendable!!

Etapa 3/
Día pasado por agua. La salida de Retortillo en subida para ganar el Puerto de Carrascosa. Del otro lado entro en Guadalajara y el agua, que caía tímidamente, se convierte en una chopada de libro. No hay otra que ganar kms bajo la lluvia y así, todo por asfalto, gano Miedes, Bañuelos, Romanillos, Casillas, y por fin la ansiada Atienza, donde paro a tomar un café.
Cuando salgo del muy medieval pueblo la lluvia remite. Serán buenos kms dirección Hiendelaencina. Evito entrar en Robledo de Corpes, pues luego hay un tramo muy largo de grava y temo que el barro me engulla. Así, continúo por asfalto a Congostrina y al poco tomo un desvío a izquierdas que marca Jardraque a 16kms. El firme está machacado, pero los paisajes y la soledad que se respira bien merecen! Pueblos minúsculos y de últimas entro en Jadraque, con su espectacular Castillo del Cid. El pueblo no vale mucho y, tras sellar el Salvoconducto y hacerme con la chapa, salgo disparado dirección el Barranco del Río Dulce. Algunos pueblos sin mucho encanto y algún intento de ir pegado al río Henares, pero el barro me acaba escupiendo a la brea jeje. En Mandayona hay bar y aprovecho para comer algo e hidratarme. También me dan valiosa información, de manera que, de nuevo en faena, acabo entrando en el famoso barranco. Serán kms hipnotizado por los paisajes otoñales. Luego la lluvia hace de nuevo acto de presencia. No es mucha, pero el miedo me hace tomar la decisión de salir del barranco en el pueblecito de La Cabrera. Subidón para enlazar con la carretera 'buena' por los altos para acabar entrando, bien chopado de agua, en Sigüenza.
Pernocta en el Albergue Ciudad del Doncel. Nada recomendable. Caro y la cocina de absoluta pena.

Etapa 4/
Cuarta etapa en la que le pego un tijeretazo al tramo que de Sigüenza se adentra por el Río Dulce y luego el Tajuña dirección Maranchón para luego volver hacia Medinaceli dando una vuelta enorme. El tiempo apremia y es una zona ya conocida por mi.
Así, busco una carretera panorámica sin nada de tráfico, y en una colada me planto en Medinaceli. La mañana ha levantado limpia de nubes, lo que por estos lares se traduce en FRÍO, con mayúsculas. Será la tónica de todo el día, si bien más adelante, ya en tierras aragonesas, será más llevadero.
Visitada la monumental Medinaceli entro en la Nacional II que no lleva absolutamente nada de tráfico. También llama la atención el estado de dejadez en el que se encuentra, con el piso hecho polvo. Si a esto añadimos que la tendencia es casi siempre a bajar, gano kms muy fácil y me planto en Arcos de Jalón sin pestañear... Aquí la cosa cambia: si bien la tendencia seguirá siendo todo el día a bajar, salgo a pistas siguiendo el Camino del Cid. Los pueblos diseminados y cargados de historia y de castillos increíbles, como en Montuenga de Soria. En Santa María de Huerta bocata y café y sigo a Torrehermosa y Monreal de Ariza. Aunque el Camino a veces lleva por pistas, si no es absolutamente necesario, las evito. Los paisajes son igual de llamativos y sobre asfalto, sin NADA de tráfico, el avance es más rápido y seguro. Ariza, Cetina, pueblos sorprendentes y unos paisajes que no dejan en absoluto indiferentes. En Alama de Aragón de nuevo sobre asfalto llego a Ateca y a Terrer, con la torre mudéjar de su iglesia inclinada!! De nuevo por pistas, ahora pegado a la línea del AVE y el último tramo junto al poderoso río Jiloca, entro en la monumental Calatayud para cerrar el track en la muy coqueta Posada Arco de San Miguel.
La Posada, correcta. Sin más.

Etapa 5/
Como quiera que el Camino me lleva de vuelta a Terrer y no me gusta volver por mis propios pasos, la salida de Calatayud la hago por la Vía Verde dirección Sur, y más adelante por asfalto al pueblo de Olvés. La Vía Verde se va degradando a medida que me alejo de la ciudad, con un último tramo de ¡pateo!! Luego el pueblo de Olvés está en un alto y una vez pasado se sigue en su ida hasta ganar un alto. Se hace duro, pero al menos está alquitranada. Luego la bajada rápida al valle, donde enlazo con el Camino del Cid.
Paso algún pueblo a toda mecha y en Atea entro en el bar. Café y churros, y a la salida evito pistas y por asfalto, tras un vertiginoso descenso, me planto en la muy medieval Daroca. Callejeo sus calles, sello el salvoconducto, y de nuevo sobre la bici decido seguir sobre asfalto por la Nacional, que apenas lleva tráfico. Así avanzo rápido y me planto en Calamocha para sentarme en terraza soleada con un buen plato de jamón y una cerveza. Tras el homenaje cruzo el río Jiloca por el famoso puente romano del pueblo y, de nuevo por el Camino del Cid, llego a la vecina El Poyo del Cid, pueblo que sirvió de atalaya a nuestro héroe en sus correrías por la zona. El pueblo a estas horas está vacío, de manera que lo cruzo y ya en Fuentes Claras cierro el track en el Hostal La Concordia.
Tanto la pernocta como la cena y desayuno en el Hostal La Concordia, de lujo. Amplias y nuevas las habitaciones, comida riquísima y en abundancia y un trato inmejorable con la familia que lo regenta. Muy recomendable.

Etapa 6/
La mañana helada y ya dando pedales dirección Caminreal. Luego a Torrijo del Campo y veloz veloz me planto en Monreal del Campo, capital de la comarca. Aquí el Camino oficial vira a derechas para adentrarse en territorios de las antiguas taifas de Toledo (Molina de Aragón) y Albarracín, de forma que dibuja una enorme C para llegar a Teruel, lo que supone +- 130kms con fuertes desniveles, o sea, dos días de pedales.
Yo, falto de tiempo y con una lesión en el tendón de Aquiles del pie izquierdo, decido darle al Camino un tijeretazo y así le tiro directo a la capital turolense.
Caen los kms ganando pueblos hasta plantarme en Cella, pueblo muyyy cidiano donde vuelvo a enlazar con el Camino del Cid. Un café, el sello, y sigo por asfalto hasta entrar en Teruel. La capital, en domingo, un hervidero de turistas. Yo a lo mío: un par de fotos, el sello y la chapa, y vuelo a toda mecha dirección Dinópolis.
Luego evito la Vía Verde Ojos Negros para ir más rápido. Igualmente, las carreteras van vacías. Así, le tiro veloz hasta llegar al bello pueblo de La Puebla de Valverde, en cuyo bar sello el Salvoconducto y me como un bocata de calamares tan grande como tres dinosaurios!!!😁. Tras el café sólo me queda cerrar la etapa, y lo hago por asfalto, primero a Valbona, luego a Mora de Rubielos, y por fin entro en Rubielos de Mora.
Pernocta en Hotel La Montaña. Excelentes instalaciones. Desgraciadamente, por estas fechas los domingos cierran a la tarde el restaurante y tampoco sirven desayunos mañana lunes...

Etapa 7/
Con las primeras luces salgo del muy señorial Rubielos en ligera subida a un mirador. La foto del pueblo y disparado perdiendo altura a Fuentes de Rubielos y Olba, que a estas horas no dan señales de vida.
Entro en el País Valencià y me reciben un muflón y varios cervatillos. El enorme embalse del Arenoso sobre el Río Mijares, los desfiladeros, y ya estoy en Montanejos, donde comienza la ascensión al puerto de Arenales. Es una subida tendida, y en el km 5 de entro en la bella población de Montán, donde desayuno un buen Colacao y un bocata de tortilla. Con los sellos y las chapas sigo mi camino a lo alto del puerto, que corono con buenas rampas al final. Luego la rápida bajada al magnífico Caudiel y en una volada en Jérica.
Aquí entro en la Vía Verde Ojos Negros. Está en excelente estado, y, si añado que siempre es en bajada, gano kms a lo bestia casi sin pestañear...
Así y así la bajada pasando pueblos que de normal están al otro lado del valle, al otro lado de la autopista. Esto es así hasta bien abajo donde se deja la Vía Verde para entrar en el coqueto Algimia de Alfara. La chapa y por caminos asfaltados voy comiendo mandarinas como si no hubiese un mañana. ¡Qué maravilla!! En Torres Torres visito los baños árabes y más mandarinas y más chapas jeje.
Luego algún tramo por pinares y pistas, algún pueblo que no está en el Consorcio del Camino del Cid, y así y así, yo a lo mío siempre llaneando hasta por fin entrar en Sagunto, con su impactante castillo.
Fiel al camino sigo mi destino ahora por el Camí Vell de Llíria hasta entrar en Puçol. De este pueblo a Valencia se hace enterito por carril-bici. La megaurbe se va acercando o soy yo... No lo podría asegurar. Una vez en ella el tramo más chulo por el antiguo cauce del Turia a las Torres de Serrano y el paseo por el monumental casco antiguo de la ciudad. Luego directo a la Estación del Nord, donde cierro el track y con él la aventura cidiana.