Embalse La encantadora. Banda de las Rosas
near Banda de las Rosas, Canarias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Un buen entorno para observar aves, especialmente las aves acuáticas en un lugar tan poco conveniente para ellas como La Gomera.
En la parte oeste del embalse hay un aparcamiento donde se puede dejar el coche, pero para llegar allí hay que circular por calles muy estrechas en las que encontrarse con un coche en sentido contrario puede resultar complicado. Otra posibilidad es dejar el coche en el pueblo e ir andando hasta la presa.
Sea como fuere, una vez allí comenzaremos la observación circunvalando el embalse y, después, subiremos monte arriba para retornar descendiendo suavemente hasta el pueblo. Si el trayecto se hace corto se pueden improvisar extensiones por senderos adyacentes.
En la zona del aparcamiento hay un área de recreo en la que hay un panel informativo con las especies de aves más habituales en el lugar.
El recorrido se puede hacer en menos tiempo del indicado, pero las paradas son frecuentes para observar las aves y los reptiles que nos vamos encontrando. La observación de la vegetación también lleva su tiempo ya que hay una notable biodiversidad.
Recorreremos un trayecto que tiene largos tramos de carretera estrecha, y por tanto asfaltados, y otros de tierra con escalones de piedra o de troncos. Hay tramos en los que la maleza de zarzas invade el sendero y hay que estar atento a los roces y heridas que pueden causar.
En las partes altas hay que pisar la roca madre que puede resultar resbaladiza, pero creo que no resulta especialmente peligroso. No obstante, no es una ruta recomendable si se va con niños pequeños o con personas mayores. En ese caso sería mejor limitarse a circunvalar el pantano.
Habiendo visitado esta zona en julio, ha sido posible ver abundantes fochas -algunas incubando-, algunos gansos blancos (sin duda de introducción antrópica), una colonia de cercetas que está generando una población de plumaje blanco, ratoneros o aguilillas, cernícalos, cuervos, vencejos, perdiz moruna, palomas rabiches y bravias, y diversas paseriformes. Quizás, también un posible martinete.
Como he dicho antes, la variedad de vegetación es notable y podremos encontrar las especies habituales de la laurisilva y el fayal-brezal, así como rupícolas, sabinas negras, palmeras, castaños y, en la parte baja, una amplia gama de frutales cultivados como almendros, higueras, membrillos, papayas, aguacates, mangos, y ciruelos entre otros. Hay incluso un madroño canario.
En resumen, un buen lugar para disfrutar de esta magnífica reserva de la biosfera.
En la parte oeste del embalse hay un aparcamiento donde se puede dejar el coche, pero para llegar allí hay que circular por calles muy estrechas en las que encontrarse con un coche en sentido contrario puede resultar complicado. Otra posibilidad es dejar el coche en el pueblo e ir andando hasta la presa.
Sea como fuere, una vez allí comenzaremos la observación circunvalando el embalse y, después, subiremos monte arriba para retornar descendiendo suavemente hasta el pueblo. Si el trayecto se hace corto se pueden improvisar extensiones por senderos adyacentes.
En la zona del aparcamiento hay un área de recreo en la que hay un panel informativo con las especies de aves más habituales en el lugar.
El recorrido se puede hacer en menos tiempo del indicado, pero las paradas son frecuentes para observar las aves y los reptiles que nos vamos encontrando. La observación de la vegetación también lleva su tiempo ya que hay una notable biodiversidad.
Recorreremos un trayecto que tiene largos tramos de carretera estrecha, y por tanto asfaltados, y otros de tierra con escalones de piedra o de troncos. Hay tramos en los que la maleza de zarzas invade el sendero y hay que estar atento a los roces y heridas que pueden causar.
En las partes altas hay que pisar la roca madre que puede resultar resbaladiza, pero creo que no resulta especialmente peligroso. No obstante, no es una ruta recomendable si se va con niños pequeños o con personas mayores. En ese caso sería mejor limitarse a circunvalar el pantano.
Habiendo visitado esta zona en julio, ha sido posible ver abundantes fochas -algunas incubando-, algunos gansos blancos (sin duda de introducción antrópica), una colonia de cercetas que está generando una población de plumaje blanco, ratoneros o aguilillas, cernícalos, cuervos, vencejos, perdiz moruna, palomas rabiches y bravias, y diversas paseriformes. Quizás, también un posible martinete.
Como he dicho antes, la variedad de vegetación es notable y podremos encontrar las especies habituales de la laurisilva y el fayal-brezal, así como rupícolas, sabinas negras, palmeras, castaños y, en la parte baja, una amplia gama de frutales cultivados como almendros, higueras, membrillos, papayas, aguacates, mangos, y ciruelos entre otros. Hay incluso un madroño canario.
En resumen, un buen lugar para disfrutar de esta magnífica reserva de la biosfera.
Comments (1)
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Increíblemente bonita y camino fácil, un placer máximo, no lo duden. Alguna bajada un poquitito más complicada pero nada difícil.