Melide - Arzúa - Camino de Santiago con perro

Etapa corta, exigente y preciosa. ¡Qué diferencia de llegar a Arzúa tras 14 km! Cuando subes al pueblo te das cuenta del acierto de partir la etapa clásica rompepiernas de 30 km…
Tengo que pedir perdón porque olvide “waypoint” en el lugar más agradable de la etapa y en el riesgo por el cruce de la N-547 justo antes. Pero es fácil: donde el Camino cruza el río Boente. He añadido una foto sin geolocalizar, es la que ilustra la etapa. Muy, muy recomendable para descansar. La emoción me embargó, ¡lo siento!
Mulán va suelta casi todo el tiempo excepto: zona urbana de Melide hasta el cruceiro de Santamaría; zona urbana de Arzúa desde antes de Ribadiso; y cruces esporádicos con carretera (lidiamos varias veces con la N-547). No obstante, mucho cuidado en los núcleos urbanos porque nos cruzamos con perros sueltos.
Salimos de Melide antes de las ocho y es un paseo fácil, con lugares rurales que alternan con otros realmente bucólicos de eucaliptos, carballos, arroyos y riachuelos. Llegamos al lugar más agradable de la etapa, el área de descanso mencionada antes del puente sobre el río Boente. Aquí almorzamos.
De aquí al final de la etapa se alternan entornos similares pero el perfil de la etapa es muy diferente, es un rompepiernas. El puente sobre el río Iso, justo antes de Ribadiso, preside una zona de baño refrescante. Y da paso a la guinda de este tramo: cuando crees que has llegado a Arzúa por la acumulación de albergues, te das cuenta que falta la última cuesta de 3 km que te destroza las piernas… ¡Ojo!
Finalmente llegamos a Arzúa, dejamos las cosas en pensión Rua y, duchados, vamos a comer al restaurante/albergue Utreia de al lado. Comida abundante y de lujo a precio de peregrino… (pero ojo si pides vino diferente, ahí te clavan).
Mulán sigue como una campeona y con las almohadillas sin ningún daño. Eso sí, no perdona la siesta debajo de la mesa mientras comemos…
¡Buen Camino! ¡Ultreia!