Sarria - Portomarín - Camino Santiago con perro

Primer Camino de Santiago con Mulán, una Border Collie de 16 meses. Camino bonito, entre bosques y por aldeas, que pasa por el km 100.
El trecho urbano al salir de Sarria es corto pero depende del alojamiento.
Mulán va suelta desde un puente a menos de 1 km de Sarria y hasta Viley, excepto para cruzar las vías de tren a un kilómetro del primer puente.
Desde Viley a Serra, la llevo atada, porque es piso de asfalto y pasan coches, excepto algún tramo de tierra como el que lleva a Rente.
Ya lleva un rato suelta cuando pasamos el Molino de Marzán (que sigue cerrado, ojo) y sigue así casi todo el tiempo hasta Peruscallo. Con cuidado si es pista de asfalto (aunque no vemos coches) y bien sujeta para cruzar la LU-633. Se agradecen algunos arroyos donde se refresca Mulán.
Descansamos en Peruscallo, en un techado con autoservicio al lado de una fuente. Nos pasó una anécdota curiosa: a un italiano se le atascó la máquina, se peleó un buen rato con ella y finalmente llamamos al teléfono indicado. La encargada vino inmediatamente y la arregló, ¡y nos invitó a un café!
De Peruscallo a Mirallos, Mulán va casi siempre suelta pero hay que ir con mucho cuidado de atarla a ratos. Se alterna tierra y asfalto. Nos cruzamos un tractor, varios perros (con unos feos me va bien mi bastón largo de peregrino) y unas vacas… Los lugares de descanso y refrigerios se suceden hasta el final de la etapa y Mulán es muy curiosa (menos mal que también es obediente).
Desde Mirallos a Marcadoiro va muy bien suelta salvo unos cruces en As Rozas y el de la LU-P-4203. ¡No ha faltado la clásica foto en el km 100! El segundo descanso lo hacemos en unas máquinas expendedoras techadas en Moimentos (Vending O Zarra) bien preparadas y con una mesita que va muy bien.
Desde Mercadoiro a Parrocha la llevó atada porque pasan bastantes vehículos por la pista.
En Parrocha la suelto hasta el tramo final de carretera que lleva Portomarin. En este tramo pica bastante el sol, hay poca sombra… Pasada Vilocha tomamos el camino Complementario, sujeto un momento a Mulán en el cruce porque pasan coches (la ruta oficial tiene mucha carretera con coches y un tramo casi de escalada… ). Mulán baja mejor que nosotros un tremendo desnivel hasta el embalse.
Una vez llegamos a la carretera, Mulán va atada hasta nuestro alojamiento en Portomarín. Para llegar, cruzamos el embalse Belesar del Miño. El Puertomarín viejo se ve a la derecha, fue trasladado para construir el embalse. Rescataron hermosas arquitecturas. Es curioso el ojo del antiguo puente que soporta las escaleras de entrada al pueblo, y te lleva a pasar por debajo de la capilla de las Nieves. Y qué decir de dos joyas románicas, la iglesia fortaleza de San Nicolas y la Capilla De San Pedro.
En Portomarín optamos por aprovechar la experiencia de 2022 y comemos directamente en Pon Minea; una cocina buena, bien servida y a buen precio.
¡Ya hemos terminado! Mulán se ha portado fenomenal. Le he dado protector de las almohadillas (juraría que es vaselina) a la salida, en Peruscallo, al llegar y ahora por la noche, y las lleva muy bien. Eso sí, se ha quedado dormida enseguida…
¡Buen camino! ¡Ultreia!