Terrassa Parc Audiovisual-Pantà de Can Bogunyà o Llac Petit

Un sencillo paseo se puede convertir en una modesta aventura. El dédalo formado por infinidad de senderos, permite imaginar un viaje de exploración y descubrimiento. Aunque abundan los indicadores, es fácil obviar que ayudan a no perderse simplemente evitando leerlos, y de esta manera parece que el riesgo nos acompaña a cada paso. Riesgo que si es real por la erosión que presentan los senderos, seguramente torrenteras que alimentan el lago, que contando con la fuerza del agua, arrastran y arrasan con todo lo que pueden, a su paso. A pesar de lo dicho, varias veces coincidimos con otros paseantes con perro, a los que bromeando comentamos: "Nos volvemos a ver las caras". Aunque la sequía ha esquilmado su cauce, fuentes y torrentes hicieron su trabajo, y el Llac Petit no enseña su lecho desnudo. Aunque confesamos haber sujetado al can para evitar un baño de barro, que habría arruinado el viaje de vuelta en coche. Otros si lo permitieron, aunque admitieron venir andando, y confiaban en que el paseo les limpiara las patas, a los canes quiero decir. Àrboles caidos y restos de la limpieza del sotobosque confirman lo agreste del paraje, y la ausencia de desechos humanos, salvo el de algún inoportuno apretón, el respeto de los visitantes. Al final del recorrido un mastín se planta delante de nuestro grupo, con el rebaño de cabras a su espalda, observando desconfiado por si nuestro can o alguno de nosotros , osamos espantarlas. Se relaja cuando tomamos un desvío, pero casi enseguida escuchamos lanzar ladridos de desaprobación a dos trotones corredores, por sus pasos y sus voces. Siempre se dice que la fotografía perfecta se consigue con persistencia, mucha paciencia y algo de suerte. En nuestro caso sólo la suerte puede explicar, que al pasar junto al Parc Audiovisual, los rayos de sol a su espalda nos regalen la curiosa estampa de semejante aparente explosión de creatividad, llenando la atmósfera de energía efervescente. Agradecemos la fuente, para canes y humanos, que en el aparcamiento permite saciar la sed y atenuar el sofoco.