Angosturas del Río Guadalmina desde Benahavís (Málaga)

Aun tratándose de una sencilla ruta anfibia, hablando con propiedad, debe catalogarse como una ruta de barranquismo de iniciación. Aunque pudiera parecer una ruta de senderismo acuático, y a pesar de que no se empleen técnicas verticales propias del barranquismo, existen largos tramos en los que hay que nadar por badinas sin escapatoria. En verano el agua está templada, por lo que no es necesario traje de neopreno. Tan solo es recomendable llevar calzado con suela gruesa y buen agarre, como unos botines de trekking. El único rápel que se realiza por una represa, es salvable con un pequeño destrepe con cuerda anudada de 4 metros, además de un tobogán lateral. En cuanto a los saltos, siendo todos optativos, el de mayor altura tiene 5 metros. El retorno se efectúa por una acequia paralela al río, que nos lleva de nuevo al punto inicial. Nos encontramos en el Paraje Natural Angosturas del Río Guadalmina.



A la entrada del pueblo de Benahavís, estacionamos el vehículo junto al precioso Parque de Torre Leonera. El punto de partida del tramo acuático, está situado en el Charco de las Mozas, que se encuentra a 300 metros de nuestro aparcamiento. A esta poza se accede desde el margen de la carretera, donde un paseo peatonal construido recientemente, recorre en paralelo el río durante todo el tramo de las angosturas, en dirección hacia la Ermita de la Virgen del Rosario. Acertadamente se ha prohibido el acceso en vehículo a varios apartaderos, que servían de aparcamiento en este paseo, y ahora son zonas de descanso y miradores, dada la gran concurrencia que trae la zona en los últimos tiempos, con el éxito de la inauguración del sendero oficial de la Acequia del Guadalmina. Al Charco de las Mozas entramos por un tobogán natural de 2 metros, y dada su gran profundidad, opcionalmente disponemos de distintas alturas de salto desde los peñascos de mármol dolomítico que la rodean. El mayor de ellos tiene un salto de 5 metros, pudiendo repetir cuantas veces queramos, gracias a una escalerilla metálica. Tras disfrutar los saltos en esta primera poza, continuamos por el cauce, encontrándonos con una cascadita, debiendo prestar atención al resbaladizo lecho de piedras.



Si tuviera que valorar esta divertida ruta como senderismo, la calificaría como moderada. Pero como se trata de una ruta de barranquismo básico, la calificaré como fácil, acorde a su clasificación de nivel fácil v2.a3.II según la FFME y FFS. Pequeños saltos optativos a las pozas, le dan un valor añadido de diversión. Nuestro grupo lo integrábamos personas desde 8 a 62 años, escogiendo cada uno los saltos que se atrevían según su capacidad.



Cabe destacar que todo el recorrido se encuentra muy limpio y sin maleza, con una exuberante vegetación de ribera. El caudal es constante incluso en verano, con aguas cristalinas de tonalidad esmeralda. En realidad, el agua procede de una surgencia que brota de la roca caliza, poco antes del Charco de las Mozas. Aunque la cabecera del río se remonta a la sierra, las aguas están represadas al otro lado del pueblo, por lo que la aportación de este nacimiento calizo tras el embalse, es fundamental para la cristalinidad de las aguas. Su temperatura es relativamente alta incluso en invierno, ya que el cauce está mayormente soleado, por lo que es idóneo durante todo el año. Estamos ante un parque acuático natural, apto para todos los públicos, especialmente adecuado para niños de cualquier edad que sepan nadar.



Según vamos avanzando por el cauce, el agua va cubriendo desde los tobillos a la cintura, estrechándose las paredes a modo de pasillo. Llega un momento en que se encajona de tal manera, que parece un túnel, donde las paredes casi se tocan en sus extremos por encima nuestra. Tanto se estrecha, que el tronco de un pino caído toca ambas paredes. Incluso una gran piedra que rodó por la ladera, ha quedado encajada, como suspendida en el aire. Accedemos al tramo conocido como La Cueva, que en realidad se trata más bien de un cahorro. Con lluvias torrenciales en invierno, parece que pudiera haber un punto de sifonamiento, según indican las marcas de acumulación de madera y rastrojos en el techo.



Dada la profundidad, habrá que realizar hasta cinco tramos a nado, teniendo el último más de 50 metros de largo. Hay varios puntos en estas badinas, donde podemos trepar a los salientes de las paredes y efectuar pequeños saltos. Es tal el estrechamiento de las angosturas, que apenas llega la luz directa. A causa de las continuas paradas en el descenso y las interferencias de las paredes del barranco en la señal del GPS, he tenido que editar el track, para que quedara limpio el trazado y adaptado a la imagen satelital.



Una mochila con bolsa estanca para guardar objetos que no deban mojarse, nos puede ayudar como flotador en los tramos a nado. Las paredes de las angosturas están tapizadas de un intenso verdor, cubiertas de helechos, musgos y otras plantas rupícolas. En dos puntos distintos de estas paredes, manan tenues chorreras de agua que podemos beber directamente, antes de terminar de caer al cauce del río.



Multitud de animales que viven en el río, certifican la buena calidad de sus aguas: anfibios, peces, galápagos, culebras de agua, aves acuáticas, y especialmente caballitos del diablo y libélulas de distintos colores. También destaca una colonia de palomas bravías, cuyos nidos podemos observar en las oquedades y cornisas de las angosturas.



Casi al final del tramo acuático, llegamos a una pequeña represa, donde una cuerda fija anudada de 4 metros, nos facilita destrepar por su inclinada pared. Alternativamente podemos deslizarnos por un tobogán de 3 metros en uno de los laterales. Otra opción es subir por una antigua vía ferrata de mantenimiento de la presa, hacia el paseo peatonal que discurre junto a la carretera, teniendo 16 grapas.



Tras nadar la larga badina final de 50 metros, pasamos bajo un puente de madera y llegamos a un ensanchamiento, que acaba en la playa fluvial pedregosa del Charco de los Tubos. En esta poza también disponemos de varios saltos.



Acabado el tramo acuático, tenemos dos opciones para el retorno. Podemos recorrer una pasarela peatonal de reciente construcción, paralela al río y la carretera, que nos lleva de vuelta al pueblo. O bien como en nuestro caso, recorrer una acequia que también discurre en paralelo al otro lado del río, y nos lleva al mismo punto inicial.



Tras un breve descanso en el Mirador de las Tres Pérgolas, cruzamos el puente y seguimos el Sendero de la Acequia. Bajo el puente, contemplamos el continuo trasiego de bañistas.



Esta alternativa de la acequia tiene las ventajas de poder caminar a la sombra y refrescarnos continuamente, además de que el recorrido se aparta de la carretera y nos sumergimos en una densa vegetación.



Cruzamos un coqueto acueducto, y tras cegarse la acequia, vadeamos el cauce seco del río, para conectar con el Parque de Torre Leonera, donde podemos descansar y reponer fuerzas en su zona de picnic.



La vegetación de ribera predominante la forman carrizos, juncos, higueras, adelfas, algas, líquenes, helechos y musgos. En la acequia encontramos algarrobos, acebuches, alcornoques, encinas, palmitos, pinos, lentiscos, hierbabuenas y madreselvas. En cuanto a la fauna, podemos avistar buitres leonados y otras rapaces, además de palomas bravías. También es posible ver cabras monteses, ardillas, ranas y culebrillas de agua.

En el vídeo de abajo hay un reportaje fotográfico con mi visión de la ruta, que por motivo de copyright de la música de fondo, es posible que no pueda reproducirse en dispositivo móvil, como smartphone y tablet, por lo que solo será posible visionarlo en ordenador y smart TV.



Con una longitud total de 3'7 km. y un desnivel negativo de 60 m., el tiempo empleado para la totalidad del recorrido es de 3 horas, desde el punto inicial en Benahavís, repartido de la siguiente manera:
-Aproximación a pie por paseo peatonal: 0'3 km. 5 minutos.
-Descenso del barranco: 1'3 km. 2 horas 15 minutos, con paradas incluidas.
-Retorno a pie por sendero y acequia: 2'1 km. 40 minutos.

Ver también las siguientes rutas senderistas cercanas:
Ruta Benahavís - Puerto Velate - Castillo de Montemayor.
Ruta Pico Los Reales desde la Garganta del Algarrobo.
Ruta Pico La Concha desde de Juanar.
Ruta La Fuenfría - Castaño Santo - La Refriega.
Ruta Escaleretas - Cerro Alcojona - Cerro Abanto - Cerro Cascajares - La Fuenfría.
Ruta Pico Los Reales desde la Loma del Infierno.
Ruta Picacho de los Castillejos - Pico Cruz de Juanar.
Ruta Crestería de Sierra Palmitera desde el Puerto del Alisal al Pico Encinetas.
Ruta Pico La Concha desde Istán.
Ruta Miradores del Corzo y del Macho Montés desde Juanar.
Ruta Alto de Canucha y Picacho de los Castillejos por el Pinsapar de los Cuchillos.
Ruta Pico Mijas y Cerro Barrietos desde el Puerto de los Pescadores.
Ruta Crestería de Sierra Palmitera desde La Fuenfría al Puerto del Alisal.
Ruta Pico Los Reales desde La Acedía.
Ruta Pico Mijas y Pico Málaga desde Puerto Colorado.
Ruta Pico Los Reales por el Sendero Los Realillos y el Paseo de los Pinsapos.
Ruta El Daidín y Las Máquinas en Valle del Guadaiza.
Ruta Pico Málaga y Pico Mijas desde la Fuente del Acebuche.
Ruta Sierra Alpujata desde La Albuquería.
Ruta Cerro Plaza de Armas desde el Puerto de la Refriega.
Ruta Tajo Negro por la Pierna del Caballo.
Ruta Travesía Integral de la Sierra de Mijas.
Ruta Pico La Concha desde Xarblanca.

Ver también las siguientes rutas de senderismo acuático y barranquismo:
Ruta Barranquismo en la Garganta Verde.
Ruta Barranquismo en el Río Verde.
Ruta Barranquismo en el Cañón de las Buitreras.
Ruta Cahorros del Río Chíllar.
Ruta Charco del Canalón por el Río Verde.
Ruta Angosturas del Río Guadiaro.
Ruta Río Hozgarganta desde Los Acebuches.
Ruta Barranquismo en el Río Lentegí.
Ruta Barranquismo en el Río Guadalevín.