Barranco Basender y Escaleretas del Vero desde Lecina

El Barranco de Basender o Cruziacha es un barranco seco pero está muy bien formado, con salas y pasillos muy interesantes. Su recorrido no tiene dificultades, únicamente encontraremos seis pequeños rápeles (el más alto de 13 m.).
El Camino de las Escaleretas lo usaban los habitantes de Lecina para acceder al río Vero, su recorrido es corto pero tiene algunos pasos aéreos y expuestos.
En su comienzo se encuentran unos covachos que albergan al conjunto de pinturas rupestres de Gallinero (Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1998).

Punto de partida: aparcamiento a la entrada de Lecina.

Nos dirigiremos a la plaza de Lecina, en ella encontraremos unos postes que indican el camino a las pinturas rupestres de Barfaluy, los seguiremos, el sendero sale al sur del pueblo.
Pasaremos junto a la Fuente Fuendiós (muy curiosa) y dejaremos a la izda el desvío a la Ermita de San Martín (si no quisiéramos descender el barranco este sendero nos lleva al final del Basender). Unos 150 m. después de atravesar una pista llegaremos a una bifurcación, por la dcha se va a las pinturas de Barfaluy (por allí volveremos) y por la izda al inicio del barranco.
El sendero se va introduciendo en el cauce, el barranco comienza en el punto que se cruza con el sendero que viene del aparcamiento del Vero.
En el descenso encontraremos varios sencillos destrepes y un total de 6 rápeles (equipados con parabolts y anillas), el más alto de 13 m, en la bonita sala final, ya junto al Vero.

Desde el final del Basender seguiremos hacia la dcha un sendero (va hacia la Ermita de San Martín), justo en el punto que cruza el Vero, lo abandonaremos (sin cruzar el río) y seguiremos hacia la dcha (en dirección a las paredes) por un pequeño senderillo. Llegaremos a una rampa rocosa que treparemos (I), continuaremos andando por una faja. A partir de aquí tenemos dos posibilidades:
- Seguir hacia la izda el senderillo más marcado, al llegar bajo los covachos treparemos una pequeña panza con la ayuda de un tronco (III, buenas presas) para salir al senderillo bajo las pinturas rupestres.
- Dirigirnos hacia una marcada canal y allí subir por una rampa de roca resbaladiza o entre la vegetación para salir al senderillo de los covachos.

Las pinturas rupestres de Gallinero se pueden visitar con la ayuda de unas escaleras, la última de ellas, a la que se accede pasando una faja algo expuesta, tiene una soldadura rota.

Seguiremos el senderillo bajo los covachos hacia el este, llegaremos bajo una cueva que tiene una chapa, treparemos para entrar en ella (II). Un estrecho muro nos cierra el paso a la dcha, podemos “abrazarlo” (II+) para acceder a un senderillo que se introduce en la canal. Subiremos por ella y saldremos hacia la izda por una repisa que atraviesa una curiosa ventana (sirga), al otro lado hay un tramo fácil pero expuesto (sirga). La repisa se ensancha, en su final encontraremos un sendero que se aleja de las paredes y asciende hacia el NNE. Cruzaremos alguna pequeña franja rocosa (fácil) y nuestro sendero se unirá al que se dirige a las pinturas de Barfaluy, siguiéndolo hacia la dcha llegaremos al sendero de acceso al barranco.