Barranco de Les Mates (La Canal). Beniardá.

Descenso del barranc de Les Mates, continuación del conocido barranc de La Canal de La Serrella, en Beniardá, Alicante. Es de régimen torrencial por lo que normalmente está seco, quizá con alguna surgencia por el comienzo.
Llegados al bonito enclave del pueblo de Beniardá, lo atravesamos con suerte de no tropezar con otro vehículo en oposición, y descendemos hacia el puente que nos da acceso a la carretera (derecha) del pantano de Guadalest. Continuamos por ella hasta que la abandonamos para ascender hasta la bifurcación de la carretera en donde vamos a dejar el coche. No hace falta combinación de coches, pues no se adelanta demasiado; no obstante he dejado la referencia de un segundo parking en donde dejar el segundo vehículo.
Dejando aquí el coche nos restan unos 2,5 km entre asfalto y senda que al final se va empinando en cuanto nos acercamos a los engorgamientos evidentes del barranco.
Es un barranco con muchos rápeles, nos han salido 16, pero hemos de decir que la mayoría de ellos son destrepables, por no decir todos, aunque fuere saliendo del cauce. El cauce es bastante abierto por lo que se podría salir del mismo sin mayores dificultades.
Todo esto, hace del barranco de Les Mates un recorrido con poca dificultad y al final de los últimos rápeles empieza a ser un tanto 'monótono'. También hay un largo tramo final por el cauce plagado de zarzas, matas, piedras y saltos; que lo hacen un tanto pesado.
El rápel más largo no llega a los 18m, también es el de mayor dificultad técnica pues está algo engorgado y al llegar al fondo tenemos una marmita de metro y medio que hemos de salvar para continuar el descenso que resta. No obstante no es complicado.
A parte de este rápel existen tres o cuatro más que tienen un cierto interés técnico. El resto o no lo tienen o son tan fácilmente evitables que los hacen simbólicos.
Podemos decir que el barranco es sobre todo bienvenido para realizar prácticas de iniciación. No tiene mucho mayor interés técnico. Eso sí el valor paisajístico y el entorno en el que se halla enclavado es precioso; nada menos que en las entrañas de La Serrella y La Xortá, un lujo.