Icod de los Vinos-Garachico-Punta de Teno-desfiladero de Masca-Santiago del Teide.
near San Felipe, Canarias (España)
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Trail photos
Itinerary description
El plan de la etapa era movernos entre Icod de los Vinos y Santiago del Teide, pasando por Garachico, Punta del Teno y la impresionante Masca.
El Drago Milenario es, probablemente, la figura que más identifica a Icod de Los Vinos. Al árbol que es Monumento Nacional desde 1917 se le atribuye unos 800 años de antigüedad.
En la parte alta se encuentra la Cueva del Viento, uno de los mayores tubos volcánicos del mundo.
Además, desde Icod de los Vinos se divisa una de las mejores vistas del Teide, el pico más alto de España.
El patrimonio histórico y artístico de su casco antiguo es otro de los puntos de interés que te anima a realizar un recorrido por las callecitas empedradas y las pequeñas plazas y fuentes del núcleo del municipio.
Tras la caminata, aconsejable tomarse en una terraza de la plaza una copa de vino blanco afrutado, pues el pueblo forma parte de una comarca de gran tradición vinícola.
Nos acercamos a la acogedora población de Garachico, en la que la erupción volcánica de 1706 devastó casi por completo el pueblo, pero que solo sirvió para reconstruirlo aún más bello y encantador que antes.
Garachico posee un rico patrimonio arquitectónico de los siglos XVI y XVII muy bien conservado, por lo que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1994.
Interesante pasear por sus bonitas calles empedradas explorando sus antiguos conventos, monasterios, edificios coloniales...
La lava que se llevó el puerto, entonces el más importante de Tenerife, ha transformado su entorno en atractivas e inusuales piscinas naturales de rocas de gran belleza que atraen a numerosos visitantes.
En alguno de sus restaurantes podrás degustar la comida tradicional canaria, acompañada por las famosas papas con mojo verde y rojo, y alguno de sus variados vinos blancos de la zona.
Comimos en el Bodegón Plaza Casa Juan C/Martínez de Fuentes 7, muy recomendable, tipicalis y auténtico el lugar, con buenos precios y comida muy casera.
Nos dirigimos ahora hacia Teno, un macizo volcánico antiguo en el que los procesos erosivos modelaron su actual paisaje, formándose grandes acantilados costeros y quedando al descubierto numerosos diques y pitones.
La Punta de Teno es un lugar aislado en el punto más occidental de la isla, desde la que se puede contemplar el contraste entre los abruptos barrancos que desembocan en pequeñas playas de arena negra volcánica, y los grandes valles que dan lugar a isla Baja y Teno Bajo.
Este espacio natural alberga una gran diversidad biológica y es refugio para algunas especies amenazadas y endemismos locales.
Lo más representativo de la costa de Teno son sus impresionantes acantilados, como el de Los Gigantes, fascinantes estructuras que descienden cortándose vertiginosamente hacia la mar desde alturas que llegan a superar los 500 metros, así como las islas bajas y los taludes de derrubios acumulados sobre ellas.
Pero si lo que quieres es contemplar la orografía que caracteriza el verdadero paisaje del Parque Rural del Teno desde la montaña: sus valles y profundos barrancos, hay que acercarse a la población de MASCA, uno de los rincones más singulares e insólitos de Tenerife.
Antes de adentrarnos por estos impresionantes parajes naturales, dejar bien claro que la carretera es muy muy estrecha, en continuo zigzag, con curvas de 180º, que impide el paso de dos coches al mismo tiempo. Y con los acantilados abajo (ver fotos). En otras palabras, CARRETERA NO APTA PARA PERSONAS CON VÉRTIGO O SIMILARES, pero que a pesar de todo, bien merece la pena, especialmente si se va con tiempo, para caminar por las sendas existentes en el Parque Rural de Tena.
Las casitas del Caserío de Masca se alinean sobre las crestas de las montañas. Ocupan prácticamente cada porción del espacio habitable, encaramadas al filo del abismo que dibujan los barrancos más hondos de la isla.
El Mirador de Cherfe en la carretera que desciende a Santiago del Teide, donde paramos, hay una estupenda panorámica del conjunto habitado.
Este siempre fue un rincón angosto y perdido de la civilización al que la electricidad llegó no hace mucho y donde las carreteras eran poco más que caminos polvorientos. De hecho, durante años solo hubo una vía de comunicación con el exterior, el Camino de los Guanches, que conectaba Masca con Santiago del Teide. Por eso se conserva aún como antaño.
Pero el pequeño tamaño no le impide coleccionar tesoros valiosos como la casa de los Avinculados, en el Caserío de Piedra, o una minúscula iglesia del siglo XVIII.
El caserío es uno de los mayores encantos del Parque Rural de Teno, al condensar los elementos que hacen inconfundible a la arquitectura tradicional de Canarias: uso de mampostería y madera, sencillez conceptual y plena adaptación al entorno.
El Caserío de Masca es Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.
Esta bellísima etapa visitando dos bonitas poblaciones y el variado paisaje volcánico de contrastes naturales: piscinas naturales, grandes acantilados, pequeñas playas de arena negra, valles y desfiladeros profundos, acabó en la población de Santiago del Teide.
El Drago Milenario es, probablemente, la figura que más identifica a Icod de Los Vinos. Al árbol que es Monumento Nacional desde 1917 se le atribuye unos 800 años de antigüedad.
En la parte alta se encuentra la Cueva del Viento, uno de los mayores tubos volcánicos del mundo.
Además, desde Icod de los Vinos se divisa una de las mejores vistas del Teide, el pico más alto de España.
El patrimonio histórico y artístico de su casco antiguo es otro de los puntos de interés que te anima a realizar un recorrido por las callecitas empedradas y las pequeñas plazas y fuentes del núcleo del municipio.
Tras la caminata, aconsejable tomarse en una terraza de la plaza una copa de vino blanco afrutado, pues el pueblo forma parte de una comarca de gran tradición vinícola.
Nos acercamos a la acogedora población de Garachico, en la que la erupción volcánica de 1706 devastó casi por completo el pueblo, pero que solo sirvió para reconstruirlo aún más bello y encantador que antes.
Garachico posee un rico patrimonio arquitectónico de los siglos XVI y XVII muy bien conservado, por lo que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1994.
Interesante pasear por sus bonitas calles empedradas explorando sus antiguos conventos, monasterios, edificios coloniales...
La lava que se llevó el puerto, entonces el más importante de Tenerife, ha transformado su entorno en atractivas e inusuales piscinas naturales de rocas de gran belleza que atraen a numerosos visitantes.
En alguno de sus restaurantes podrás degustar la comida tradicional canaria, acompañada por las famosas papas con mojo verde y rojo, y alguno de sus variados vinos blancos de la zona.
Comimos en el Bodegón Plaza Casa Juan C/Martínez de Fuentes 7, muy recomendable, tipicalis y auténtico el lugar, con buenos precios y comida muy casera.
Nos dirigimos ahora hacia Teno, un macizo volcánico antiguo en el que los procesos erosivos modelaron su actual paisaje, formándose grandes acantilados costeros y quedando al descubierto numerosos diques y pitones.
La Punta de Teno es un lugar aislado en el punto más occidental de la isla, desde la que se puede contemplar el contraste entre los abruptos barrancos que desembocan en pequeñas playas de arena negra volcánica, y los grandes valles que dan lugar a isla Baja y Teno Bajo.
Este espacio natural alberga una gran diversidad biológica y es refugio para algunas especies amenazadas y endemismos locales.
Lo más representativo de la costa de Teno son sus impresionantes acantilados, como el de Los Gigantes, fascinantes estructuras que descienden cortándose vertiginosamente hacia la mar desde alturas que llegan a superar los 500 metros, así como las islas bajas y los taludes de derrubios acumulados sobre ellas.
Pero si lo que quieres es contemplar la orografía que caracteriza el verdadero paisaje del Parque Rural del Teno desde la montaña: sus valles y profundos barrancos, hay que acercarse a la población de MASCA, uno de los rincones más singulares e insólitos de Tenerife.
Antes de adentrarnos por estos impresionantes parajes naturales, dejar bien claro que la carretera es muy muy estrecha, en continuo zigzag, con curvas de 180º, que impide el paso de dos coches al mismo tiempo. Y con los acantilados abajo (ver fotos). En otras palabras, CARRETERA NO APTA PARA PERSONAS CON VÉRTIGO O SIMILARES, pero que a pesar de todo, bien merece la pena, especialmente si se va con tiempo, para caminar por las sendas existentes en el Parque Rural de Tena.
Las casitas del Caserío de Masca se alinean sobre las crestas de las montañas. Ocupan prácticamente cada porción del espacio habitable, encaramadas al filo del abismo que dibujan los barrancos más hondos de la isla.
El Mirador de Cherfe en la carretera que desciende a Santiago del Teide, donde paramos, hay una estupenda panorámica del conjunto habitado.
Este siempre fue un rincón angosto y perdido de la civilización al que la electricidad llegó no hace mucho y donde las carreteras eran poco más que caminos polvorientos. De hecho, durante años solo hubo una vía de comunicación con el exterior, el Camino de los Guanches, que conectaba Masca con Santiago del Teide. Por eso se conserva aún como antaño.
Pero el pequeño tamaño no le impide coleccionar tesoros valiosos como la casa de los Avinculados, en el Caserío de Piedra, o una minúscula iglesia del siglo XVIII.
El caserío es uno de los mayores encantos del Parque Rural de Teno, al condensar los elementos que hacen inconfundible a la arquitectura tradicional de Canarias: uso de mampostería y madera, sencillez conceptual y plena adaptación al entorno.
El Caserío de Masca es Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.
Esta bellísima etapa visitando dos bonitas poblaciones y el variado paisaje volcánico de contrastes naturales: piscinas naturales, grandes acantilados, pequeñas playas de arena negra, valles y desfiladeros profundos, acabó en la población de Santiago del Teide.
Waypoints
Comments (1)
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Voyage extraordinaire. Quelle végétation!
Vous en avez bien profité!