Las Cañadas del Parque Nacional del Teide y teleférico del Teide.

Cuando visitamos en La Orotava el Centro de Información del Teide, la predicción meteorológica para el día siguiente no era nada favorable para la isla, especialmente para el norte, pero mi meteoblue predecía una ventana de buen tiempo para el Teide.
Así que confiando una vez más en el meteoblue, me atreví a sacar por internet dos tickets para el teleférico del dia siguiente, que además no había plazas hasta las 5 de la tarde, pero bueno...las cogí.
Si se va a las Cañadas del Teide desde el norte de Tenerife, recomendable hacerlo por la carretera TF-24 desde La Laguna, pues tienes hasta 7 miradores desde los que vas contemplando y disfrutando, según te vas acercando al Parque Nacional, de unas vistas espectaculares tanto de la cima del Teide como del valle de La Orotava, como se puede ver en las imágenes del track.
El regreso se puede hacer por la TF-21 que pasa por La Orotava dirección a la Autovía Norte para Puerto de la Cruz y Santa Cruz de Tenerife.
El Parque Nacional del Teide es sin duda el lugar que más identifica a Tenerife. Fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 2007 con la categoría de Bien Natural. Es también Diploma Europeo por el Consejo de Europa y forma parte de los Lugares Red Natura 2000.
Y razones para recibir tales reconocimientos no le faltan. Por un lado, es la más completa muestra de vegetación de piso supramediterráneo que existe. Por otro, constituye una de las manifestaciones más espectaculares de vulcanismo en todo el mundo, y por supuesto, la más destacada de Canarias.
El P.N. del Teide está situado en el centro de la isla, a una altitud media de 2.000 metros, y su cima representa el pico más alto de España, con 3.718 metros. Es el parque nacional más visitado de España y Europa, al recibir unos tres millones de turistas al año.
Desde el punto de vista geomorfológico estamos ante una maravilla de la naturaleza. La estructura de la caldera y el estratovolcán Teide-Pico-Viejo son únicos en el planeta. Aunque no queda ahí su valor. Los cientos de conos, coladas o cuevas con las que cuenta enriquecen su interés científico y paisajístico. A ello se añaden su riqueza de fauna y flora, con una gran cantidad de endemismos canarios y especies exclusivas del parque.
El parque se creó en 1954 en reconocimiento a su singularidad volcánica y biológica. Su extensión es de casi 19.000 hectáreas, lo que le convierte en el mayor y más antiguo de entre todos los parques nacionales de las Islas Canarias.
Cuenta con una Zona Periférica de Protección, y está rodeado del Parque Natural de la Corona Forestal, que con 46.612,9 hectáreas de extensión, es el espacio natural protegido de mayor extensión de toda la Comunidad Autónoma de Canarias.
Recorrer la zona, incluso en coche, es todo un espectáculo. El paisaje es sobrecogedor se mire por donde se mire. Las Cañadas del Teide forman una gigantesca Caldera de unos 17 km de diámetro sobre la que se asienta el Pico del Teide, de 3.718 metros, que supone la mayor altura de España y el tercer volcán más alto del mundo.
La estación base del teleférico está a 2.356 m de altitud y la estación superior a 3.555m. El ascenso dura unos 8 minutos y las vistas desde el mirador son extraordinarias.
Desde aquí parte un sendero para ascender al cráter a pie, que dista 700 m y un desnivel de algo más de 150 m. Se tarda unos 40 minutos, pero nosotros llegamos al mirador pasadas las 5 de la tarde, sin tiempo material para hacerlo pues el último teleférico de bajada era a las 6.
Se necesita un permiso que es gratuito y lo puedes sacar por internet. Por la hora tardía que teníamos el teleférico no lo habíamos sacado. Pero no podemos quejarnos, sino todo lo contrario, pues en el norte de la isla de donde veníamos el cielo estaba nublado y aquí, a pesar de haber tenido toda la mañana un cielo azul, el viento reinante retrasó la primera salida del teleférico hasta las 13.30.
Arriba aún quedaban restos de granizo del día anterior, que había sido un día francamente malo, al igual que en el norte de la isla con abundantes lluvias.
Parece ser que desde la cima en un día despejado se divisan las islas de Gran Canaria, La Palma, El Hierro y La Gomera, además de la propia isla de Tenerife.
Este paisaje extraordinario acoge también las instalaciones del IAC (Instituto Astrofísico de Canarias), una de las más importantes del planeta.
El Observatorio se instaló aquí porque, junto a La Palma, Chile y Hawai, cuenta con el mejor cielo del mundo para observar las estrellas. Una ley autonómica, conocida con el poético nombre de “Ley del Cielo”, controla la contaminación lumínica y evita que el “progreso” le robe a los tinerfeños uno de esos maravillosos pequeños placeres que proporciona la naturaleza: la contemplación de la bóveda celeste.
Existen instituciones y empresas especializadas en el “turismo de las estrellas” que ofrecen información y rutas guiadas.
Para finalizar, indicar que situado junto al Centro de Visitantes del Portillo (visitarlo antes de entrar en la caldera del Teide), se encuentra el Jardín Botánico, que ofrece la posibilidad de contemplar especies de plantas de alta montaña canaria difíciles de ver en su medio natural y muchas de ellas endémicas del Parque o de la isla.
ALGUNAS CURIOSIDADES DEL TEIDE:

-LOS ALISIOS ESCULPEN EL LLAMADO MAR DE NUBES DEL TEIDE.
Los vientos alisios que llegan a la isla chocan contra el omnipresente Teide formando así el llamado mar de nubes, a unos 1.800 metros de altitud. Todo un espectáculo atmosférico que hace volar la imaginación y a los propios apasionados de la naturaleza, que pueden traspasarlo en una ruta de parapente que une el volcán con playa Jardín, en el Puerto de la Cruz.
-LA PLANTA TAJINASTE, ICONO DEL TEIDE.
Entre la flora autóctona del Parque Nacional del Teide destaca la planta de tajinaste. Todo un símbolo del parque que decora su horizonte con sus formas cónicas en verde azulado, rojo, azul y rosa, dependiendo de la variedad.
-EL PICO VIEJO, CON 3.135 METROS DE ALTURA.
El Pico Viejo es el hermano siamés del Teide, segundo pico en altura con 3.135 metros, tras su hermano mayor, y protagonista de la última erupción vivida por la isla en 1798.
-TECHO DE ESTRELLAS DESDE EL TEIDE.
Del mismo modo que el Teide es un lugar privilegiado para observar el sol, al caer la noche son las estrellas las que se divisan de singular manera. Las razones de su especial avistamiento son su cercanía al cielo por su gran altitud, la pureza de su clima y su escasa contaminación lumínica.
-EL PINO CANARIO, A PRUEBA DE FUEGO.
El pino canario, como tantas otras cosas en las islas, ha adaptado su fisonomía al entorno. Muy parecido al pino del Himalaya, el canario se recubre de una gruesa capa de corcho que le sirve de escudo protector ante posibles erupciones volcánicas. De las que sale airoso, pues, aunque su superficie se calcina por las temperaturas extremas, no tarda en brotar de nuevo una vez pasado el peligro. Además, sus agujas son extremadamente largas, diseñadas para acumular toda la humedad transportada por los vientos alisios hasta la zona. La naturaleza, que es muy sabia.