Tragó de Noguera

Itinerario (en coche): Molí de Tartareu – Alberola – Tragó de Noguera (cementerio) – Santa María de Vallverd – Boix – Ivars de Noguera

Itinerario (a pie): Desde el cementerio de Tragó al pueblo abandonado y vuelta, siguiendo el margen izquierdo del Pantà de Santa Ana. Tiempo: 30’


Recorrido por tierras solitarias y olvidadas en las riberas del pantano de Santa Ana en la Noguera Ribagorçana, donde se erigen los restos de algunos pueblos abandonados tras su anegación por las obras del pantano en los años 60 del siglo pasado. En esta excursión visitamos los restos de Tragó de Noguera, testimonio mudo del paso del tiempo y de muchas historias vividas.

Iniciamos nuestro recorrido en la casa rural del Molí de Tartareu (http://elmolidetartareu.blogspot.com.es/), rincón acogedor para alojarse y alejarse del mundanal ruido, y nos dirigimos por carretera hasta el pequeño pueblo d’Alberola. A la entrada misma del pueblo dejaremos el asfalto para tomar una pista a la izquierda en dirección a la presa del Pantà de Canelles. A 200m ignoramos el desvío a nuestra derecha (en dirección a la mencionada presa) y la pista empieza a descender en dirección oeste a lo largo del Barranc d’Alberola y pasando por el llamado Pas del Llop, estrechamiento del barranco a los pies de unos altivos cresterios de conglomerados. La pista es transitable para todo tipo de vehículos si bien con las debidas precauciones si se trata de turismos como, en cualquier caso, tras periodos de lluvias intensas en la zona.

La pista desemboca en un valle abierto sobre la ribera del pantano de Santa Ana. Dejaremos el coche junto al nuevo cementerio de Tragó de Noguera para realizar el resto del trayecto hasta los restos del pueblo a pie. (Nota: se puede avanzar un poco más hacia el pueblo en vehículo pero realmente merece la pena visitar el pequeño cementerio y completar tranquilamente el paseo hasta el pueblo a pie).

Nos sorprendió la cantidad de ruinas a nuestro paso, algunas de ellas aún se mantienen en pie (mucha atención con el peligro a desmoronamientos!), particularmente la iglesia del pueblo y el molino de harina donde también daba luz al pueblo. Nos dimos cuenta de que este había sido un pueblo importante de la comarca y que aquí habían vivido muchas personas, tantas como hasta 600 personas en la década de los 50. Si queréis saber más sobre la historia de este pueblo y sus gentes no dejéis de leer el interesante artículo que apareció en la prensa con motivo de los 50 años de la desaparición del pueblo (http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/04/27/catalunya/1335530093_027512.html).
Nuestro recorrido prosiguió de nuevo en coche hasta las cercanas ruinas del antiguo monasterio cisterciense de Santa Maria de Vallverd, que data de 1172, y parece que está siendo recuperado muy lentamente.

Esta excursión siguió su curso, como el de un río, aguas abajo, por la larga pista forestal que también pasa por los restos del pueblo abandonado de Boix. Más abajo la pista se separa del pantano y recorre zonas de extenso pinar y algunos campos aún cultivados antes de encajonarse en el Barranc de Tanca-li-porta y desembocar en la población de Ivars de Noguera.

Agradecimientos:
Esta ruta fue realizada por la peña de los 15 y va nuestra dedicatoria especial para las hermanas Viladrich, Celia y Núria, cuyas raíces, esas que nunca debemos perder, están en Tragó.