Cova d'Anes

La Cova d'Anes es una de las cuevas más populares de Catalunya por la facilidad de su acceso y recorrido y por la belleza de sus formaciones. Su acceso es corto y fácil y el recorrido tiene pocas dificultades; puede incluso recorrerse con niños aunque en este caso hay que adoptar precauciones y controlarlos de cerca pues hay pequeños pozos que pueden ser peligrosos. La cueva se halla entre Bellver de Cerdanya y Prullans.
El punto de partida se encuentra en un desvío de la carretera N260, saliendo de Bellver en direcció a la Seu d'Urgell. A la altura del km 198 de esta carretera, después del restaurante La Muga y antes del inicio de la carretera de Prullans, tomamos una pequeña pista asfaltada a la derecha que lleva a unas naves industriales y a una cantera. Pasada la nave industrial, la pista gira a la izquierda y unas señales marcan la prohibición de seguir por esa pista, que es la de explotación de la cantera. Ahí hay varias pistas y caminos y un pequeño rincón donde podemos aparcar.
Ahí mismo empieza un camino en fuerte pendiente que lleva hacia la cueva (aquí empieza el track). Hay un poste indicador al inicio del sendero. Subimos por ese sendero, muy pendiente. A nuestra espalda vemos la muralla norte de la Sierra del Cadí.
Al cabo de un rato el camino desemboca en la pista de la cantera, justo en una curva pronunciada. No tomamos la pista sino que seguimos recto por el camino que sigue subiendo hasta alcanzar la boca de la cueva, donde hay una reja antigua que ya no cierra nada.
La cueva está formada por una única galería, sin ninguna ramificación importante, aunque hay ligeras curvas a lo largo de los 360 metros de su recorrido. La galería es generalmente amplia y hay bonitas formaciones de todo tipo.
En el recorrido encontramos un paso relativamente estrecho, donde hay otra reja de hierro, aunque tampoco cierra nada. En este punto se sale del término municipal de Prullans para entrar en el de Bellver. Más adelante hay también otros pasos estrechos pero sin demasiada dificultad. Casi al final pasamos junto a unos pozos poco profundos. La roca es resbaladiza por la humedad pero hay una instalación de cuerdas fijas a modo de pasamanos que nos dan seguridad en el pequeño flanqueo que hay que realizar. Al final llegamos a un punto donde la galería queda ciega. Hemos llegado al final.
El regreso es por el mismo itinerario.
Y aquí tenéis un vídeo de esta actividad:



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