Laponia es esa tierra mítica situada en el Círculo Polar Ártico, una región geográfica de la Europa del Norte compartida por varios países: Finlandia, Noruega, Suecia y Rusia.
La región de Laponia o Laponia finesa es una de las diecinueve regiones de la República de Finlandia. Está cubierta de bosques y páramos nevados que se pierden en el horizonte, donde viven los pueblos Sami, se crían manadas de renos y huskies.
La Laponia finlandesa es una Tierra de contrastes, donde el sol no se pone en verano y siempre es de día, y no llega a salir en invierno, y la noche polar conocida como el “Kaamos”, que cubre la región en una oscuridad que no llega a ser del todo oscura, ya que hay como una luz azul extraordinaria que hace que esta tierra parezca mágica.
Laponia es tierra de temperaturas bajo cero en invierno, de auroras boreales que llenan los cielos de color.
Laponia es también la tierra de Santa Claus que instaló su cuartel general en un pequeño pueblo de Rovaniemi y que abre las puertas durante todo el año a todos aquellos que quieran visitarlo, excepto claro está, cuando tiene que salir a repartir regalos en su carro tirado por renos por todo el mundo.
El invierno es la mejor época para conocer Laponia, los paisajes de bosques, colinas y páramos se llenan de nieve, que en algunos lugares es tan espesa que consigue que se inclinen los árboles con su peso. Es una tierra donde la naturaleza reina por encima de todo, donde la vida no ha sido fácil para el ser humano por el clima rudo. El viaje invernal por la Laponia finlandesa descubre un mundo de nieve y hielo que parece surgido de un sueño.
El esquí de fondo es el deporte nacional de Finlandia, los kilómetros esquiables son casi infinitos y la nieve está asegurada. Pero lo mejor de practicar este deporte en el ártico es la sensación de inmensidad y de soledad que envuelve al esquiador. Un silencio solo roto por el crujir de la nieve y el sonido de los esquíes deslizándose.
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