Angliru - Cordal circular desde Mieres

Subida al mítico Angliru, considerado una de las subidas más duras del mundo para el ciclismo de carretera.

IMPORTANTE: El Angliru es una subida extrema, que te lleva al límite, por lo que es recomendable seguir una serie de indicaciones antes de intentar subirlo "a lo bruto":
1) Entrenamiento: Es clave llegar al Angliru en un buen punto de forma. No es necesario ser un profesional ni mucho menos, pero para los cicloturistas, es innegociable haber entrenado previamente.
2) Rampas por encima del 15%: Hay que conocer al enemigo. Como parte del entrenamiento, recomendaríamos entrenar en rampas superiores al 15-20%, para saber lo que se siente, y conocer el terreno que nos espera. Busca estas rampas cerca de tu localidad de residencia :-)
3) Peso y piñón: La física no engaña, cuanto mayor es la rampa, más efecto tiene el peso. Para contrarrestarlo, intenta montar el piñón más grande que puedas (un 32 estaría genial, incluso un 34).
4) Memorizar la subida: Es una subida mentalmente muy exigente, la fortaleza psicológica es necesaria, además de la física, para superar la ascensión. Es clave conocer en todo momento cuanto falta, qué tramos hemos superado y qué tramo es el siguiente. Regular las fuerzas durante la subida y no pasarse de pulsaciones puede llevarnos al éxito.

AVISOS:
* Es una subida que incluso en verano es probable que tenga niebla, lluvia o al menos, la carretera mojada. Una carretera, por cierto, llena de cacas de vaca :-)
* Descenso del Angliru: Tómatelo con calma, para a sacar alguna foto en los carteles o al paisaje, y si esta mojado no te lances, o frenar será una odisea.
* Preferimos hacer esta etapa el primer día de nuestro viaje, para encararla frescos y con fuerzas. La gente de la zona que suele montar en bicicleta, nos recomendó hacer esta subida el último día, ya que la mecánica sufre mucho, por ejemplo, los frenos en el descenso, sobre todo de disco.

Comenzamos la etapa en Mieres, y con intención de hacerla circular, y de evitar cualquier subida previa al Angliru, llegamos a La Vega Riosa por el valle, rodeando la montaña por el norte. Unos kilómetros que nos sirven de calentamiento.

Una vez en Riosa, la primera mitad del Angliru (primeros 6km) es llevadera. Sin embargo, vamos despacito para no gastar fuerzas. Un gusanillo empieza a notarse en nuestro estómago. El tramo llano que nos lleva desde el albergue hasta el área recreativa de Viapará nos sirve para beber agua y comer alguna barrita. A partir de aquí, no encontraremos un metro llano hasta la cima. Quedan 6km, que dividimos en 4 partes, para hacerlo mentalmente más llevadero:

1) Un primer kilómetro al 14,4% que culmina en Les Cabanes (300m al 20-21%). Puede que Les Cabanes sea el segundo tramo más duro de la subida (por detrás de la Cueña les Cabres), por lo que superarlo en el primer kilometro es una buena noticia. Este primer km es realmente exigente, pero si lo superamos bien, ahora tendremos una zona un poco más favorable.

2) Los siguientes 2 kilómetros son la parte más "suave" de esta segunda mitad. Al 11,8% de media, las rampas alcanzan máximos del 14-15%. Si has entrenado estas rampas, se te harán llevaderas, aunque el cansancio empieza a acumularse, y en el siguiente tramo llega el infierno.

3) A partir de aquí, 3 curvas de herradura nos llevan al kilómetro más duro al que jamás nos habíamos enfrentado. Después de la tercera herradura, nuestra mirada se fija hacia a la izquierda en una larga recta que parece imposible que tenga tanta pendiente. Los tramos de Cobayos y Cueña las Cabres nos esperan. Adrenalina a tope y fuerza mental serán el plus que ayuden a nuestras piernas. Perfectamente señalizados, los 450 metros de la Cueña se hacen interminables, llegando a alcanzar los 23,5% justo al final del tramo. Tirar de riñones, retorcerse en la bicicleta, hacer "eses"... todo vale para superar esta zona infernal.

4) Cuando parece que todo ha pasado, y estamos llenos de felicidad y vacíos de fuerzas, con las piernas casi temblando, aun quedan 1,5 kilómetros, que a través de 3 parejas de curvas de herraduras, nos llevan al cielo mezclando tramos más suaves (8-11%) con 2 tramos realmente demenciales, El Aviru y Los Pedrusines (aproximadamente 200m al 20% cada uno). Nos acordamos de Les Cabanes y nos parece que no serán para tanto, pero la Cueña ha hecho mella en nuestro físico y debemos volver a tirar de épica para superar estos agonizantes tramos antes de llegar, por fin, al mirador del Angliru, donde empieza el tramo llano que nos llevará hasta el aparcamiento.

Una vez completado el descenso, y avituallados en Riosa, encaramos la subida al Cordal, que nos devolverá a Mieres, una vez completado el descenso hasta Pola de Lena. El Cordal por Riosa es una subida muy agradable y tendida, con 8 kilómetros al 6% que nos permite hacer algún ataque a nuestros compañeros de grupeta, todavía con la satisfacción de haber superado posiblemente la subida más dura de nuestras vidas.