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BHC48. II Clásica Cicloturista Puertos de Somiedo 2015

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Author

Trail stats

Distance
73.11 mi
Elevation gain
12,608 ft
Technical difficulty
Difficult
Elevation loss
9,757 ft
Max elevation
5,621 ft
TrailRank 
48 5
Min elevation
1,491 ft
Trail type
One Way
Time
6 hours 52 minutes
Coordinates
23941
Uploaded
August 24, 2015
Recorded
August 2015
  • Rating

  •   5 2 Reviews

near Pola de Somiedo, Asturias (España)

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Itinerary description

Muchas veces me he planteado una cuestión que de joven parece sencilla de responder pero que con el paso de los años, cualquier intento de definición, se convierte en un complicado quehacer.
¿Qué es el ciclismo?
Pienso que es un proceder que no tiene explicación, es una fuerza muy superior a los deseos, es como una tentativa que está muy por encima de las contingencias humanas, el ciclismo es esa cosa que unas veces te da y otras te quita, el ciclismo te ama, te cautiva y te domina, te enamora y a veces te odia, te da la salud y te la quita, es un rayo que entra y atenta a la propia razón, el ciclismo es un sinsentido que puede conseguir que las personas pierdan su sano juicio. Por ello, el ciclismo hay que vivirlo, disfrutarlo y sufrirlo porque controlarlo y gobernarlo es misión imposible.
La Clásica de los Puertos de Somiedo quizás sea escenario perfecto para aproximarnos a un esclarecimiento de lo que puede significar el ciclismo y para entender qué es lo que mueve a las personas para practicar esta actividad, muchas veces irracional e infundada. Porque esta marcha cicloturista asturiana lo es todo, todo lo aporta y todo lo esconde. Es claro modelo y demostración palpable de aquel gigantesco cartel de entrada de la séptima compañía de Infantería de Marina
- "aquí, lo difícil se hace, lo imposible se intenta".
Son 120 Km de durísimo recorrido por entornos naturales de primer nivel de las provincias de Asturias y León. Cuatro puertos de montaña por la Cordillera Cantábrica con un sube y baja de dientes de sierra como nunca antes había conocido. La prueba dio comienzo a las 09:06 horas en la Plaza de la Pola de Somiedo, con 300 ciclistas inscritos y un ambiente organizativo que ayudaba a emprender la marcha de forma positiva y alegre. Como siempre, como en todas las marchas, la carrera se lanzó desde el inicio para afrontar la primera subida al Puerto de Somiedo, son 12 km de paraíso de luz, de agua y verdor. Al llegar a su cumbre iniciamos un suave descenso dando fuertes pedaladas de corazones frescos y espíritus competitivos, aquí el asfalto bastante irregular y algún que otro susto a causa de la gravilla suelta. Con la llegada al llano un reagrupamiento controlado, tras un ligero avituallamiento amenizado por la visita del dron grabador, damos inicio al segundo Puerto - el Puerto de la Ventana, algo más corto y menos duro que el anterior. La Ventana es una clásica subida en abierto, con largas rectas de porcentajes mantenidos. En este tramo ya se visualizan las dos carreras, los dos ciclismos encontrados en Somiedo: el ciclismo alegría y el ciclismo sufrimiento, un rosario de corredores, algunos chirridos de cadenas sobre platos grandes y el ya temprano lamentar de otros. El descenso de esta segunda dificultad montañosa ha sido vertiginosamente peligroso, ciclistas bajando a mil por hora y el tráfico subiendo, conductores asustados por lo que se encontraban de frente, sus claxones avisatorios para decir que no hay que apurar tanto. He visto retrovisores milimétricamente cercanos a codos de ciclistas, derrapadas y cruzadas cuesta abajo y alguna que otra pasada de frenada.
La ambulancia sonaba y nos adelantaba con el coche de la Guardia Civil, lo cual aportaba esa nota de banderilla taurina. Parece ser que no hubo nada grave, nueva aceleración y regreso al tajo, a seguir liando cadena que esto no ha hecho más que comenzar.
Justo en el inicio del tercer Puerto, el de San Lorenzo, nos encontramos con el avituallamiento sólido y líquido, el cual ansiábamos como animales necesitados. Después del paso arrollador de la primera carrera ciclista, algo quedaba bajo aquella carpa para los de la segunda: teníamos plátanos y naranjas y de todo ello dimos buena cuenta,...por la cuenta que nos traía. Estábamos advertidos, San Lorenzo era el Puerto asesino, no el más largo pero sí el más duro. Así que para añadir un plus de estocada, el sol también dijo que allí estaba para acompañarnos, para achicharrar ciclistas y para frustrar ilusiones. Poco a poco la segunda carrera iba eliminando efectivos, comenzábamos a ver un continuo zig zag rampero mientras otros ya desmontaban sus zapatillas de calas para coronar San Lorenzo, al mismísimo paso de las vacas, andando "poquito a poco". Llegada al Alto, los hombres del periódico y por delante un descenso casi vertical, los cuentakilómetros a 70 por hora con curvas increíblemente cerradas y peligrosas. Allí en el descenso, tras pausar la actividad muscular, la visita de los esperados calambres no se hizo esperar, llegaron con intención de quedarse, con virulencia y premeditación, dos medios plátanos entre el impermeable eran la única medicina, bueno sí, también tuvimos molinillo en el falso llano y un bote de agua fría impactando de lleno para derrotar a ese músculo inoportunamente rebelde. Entramos en el inicio de la cuarta y última subida, el Alto de la Farrapona, con visión ya borrosa, sería el sudor, avistamos un último puesto de alimentos a la salida del túnel, el último cartucho para alcanzar la gloria. En este punto, los organizadores daban dos opciones: el parar o el subir, el nada o el todo, - a estas alturas de la vida ya no sirven las medias tintas, rotundamente, o se triunfa o se fracasa, cualquier objetivo que no fuesen los 1700 metros de la Farrapona no servía de nada. Así que, con determinación y egoísmo, engullendo gasolina súper en forma de ensaimadas de chorizo y atún, plátanos y gominolas, nuevo paso por los resaltos del cronometraje y nueva paranoia mental hacia la misión imposible.
Nos dijeron que el inicio del Puerto de la Farrapona no era muy duro, pero los garrotazos al riñón se sucedían pedalada tras pedalada. Sería por ese cabecear por lo que aquel ciclista al sobrepasar la posición de la Quartz, formuló la pasmosa pregunta:
- ¿Qué llevas?
- Un 34 - 27, - le dije
- Pues con eso, lo mejor que harías sería dar media vuelta y bajarte hacia la Pola, porque ni te imaginas lo que tenemos de ahora en adelante... yo llevo un 32.
Comprobé que eran menos de las cuatro de la tarde, que aún no era la hora de la puntilla, enfrente el nombrado cartel del cuartel de Infantería de Marina, así que tiramos el casco y nos enfundamos la boina verde, ya puesta, de medio lado, cabeza al frente y hacia arriba. Los primeros eructos de chorizo y atún y una fuente milagrosa apareciendo a la izquierda. Aquel agua tan fría fue agua medicinal, qué digo, fue agua bendita. Por boca, cogote y piernas y un solo bote, que bastante lastre hemos sufrido a la espalda por todos los pertrechos anti lluvia, ésa que nos anunciaron y que no llegó en toda la carrera.
Tras girar a la izquierda en Saliencia, la inoportuna visita del coche de Guardia Civil de Carrera, sus luces azules encendidas con el luminoso de "prueba deportiva". Inquietante e interminable rodar tras la BH, una invitación a desmontar y abandonar pero, no, no, aún no es la hora de la puntilla y aquí, "lo imposible se intenta". Ya bajaban rápido los primeros gallos, aquellos de la primera carrera, y lo hacían con sus "tiempos" bajo el brazo y ahora sí, por una sola vez, te decían aquello que nunca es cierto -"ya estás, ya estás, ya lo tienes ahí".
A partir de este punto, seis kilómetros para el final, aquellos que los organizadores nos decían que eran los más duros. Pienso que fue una pena que en este punto no estuviese el muchacho de la cámara de vídeo, o no, porque tampoco vende mucho lo que ocurra en el torpe discurrir de aventureros y bastos veteranos ciclistas, último eslabón de la segunda carrera, la desmembración definitiva en decenas de pedazos. Pero sin entender por qué, y al mismo tiempo que continuaba el descenso de más y más gallos triunfadores aparecía aquello que algunos llaman la épica del ciclismo, lo que debe estar en los escritos: aquel fresco joven corredor que bajó para animar y darle rueda amiga al viejo compañero, ese otro que a pesar de las rampas del 12% empujaba en el culo a su acompañante hundido, aquellos que andaban a pie en calcetines, cabeza abajo para arriba, aquel otro que paraba, que se lo pensaba, que miraba al cielo, respiraba y luego continuaba. Aquellos quienes, allí mismo, a la salida de la herradura a derechas, recibieron la factura que siempre pasa la montaña, aquellas dos inoportunas vacas que ocupaban tranquilamente todo el ancho de la estrecha carretera, el fuerte viento racheado, otra vez el infierno en forma de Sol, el sol de San Lorenzo.
Último kilómetro, momento en que debajo del maillot del VeloClub Maracena se comienza a percibir un cambio de lema, ya no es aquel "lo imposible se intenta", ya es "lo difícil se hace", claro que se hace, ya se hace, se hace,... se hizo...
En la Farrapona, muy cerca de la Pola de Somiedo, seis horas y cincuenta y dos minutos después de las nueve y seis minutos de la mañana,
en Asturias,
un 22 de agosto de 2015.

Subiendo, al tomar un rápido café, el dueño del Albergue de Saliencia me había preguntado:
- ¿Y si llegáis arriba, qué ganáis?
- ¿Que qué ganamos? un dolor de riñones - le dije
Total, si le digo otra cosa, quizás no lo entendería...
porque estas cosas, son cosas de ciclistas.

Los cuatro puertos de la Clásica Puertos de Somiedo 2015.

Puerto de Somiedo:

12 km de ascensión
Desnivel: 772 metros
Pendiente máxima: 10 %
Pendiente media: 6.05 %

Puerto de la Ventana:

10 km de ascensión
Desnivel: 359 metros
Pendiente máxima: 6 %
Pendiente media: 3.6 %

Puerto de San Lorenzo:

11.2 km de ascensión
Desnivel: 884 metros
Pendiente máxima: 13 %
Pendiente media: 7.89 %

Puerto de la Farrapona:

18.7 km de ascensión
Desnivel 1079 metros
Pendiente máxima:13 %
Pendiente media: 5.76 %

Datos del Polar:

Distance: 116.98 km
Duration: 06:52:33
Speed Avg: 17,1 km/h
Speed Max: 72 km/h
Ascent: 3843 m
Descent: 2974 m
HR Avg: 149 bpm
HR Max: 172 bpm
Calories: 5055 kcal
Training Load: 944

"Sueña siempre y apunta más alto de lo que sabes que puedes lograr".
William Faulkner (1897-1962)

Granada, 23 de agosto de 2015

Comments  (5)

  • redbullfer Jun 14, 2018

    No sé como serás con la bici, pero escribiendo eres un crack. Enhorabuena

  • Photo of dmedrano31
    dmedrano31 Jun 9, 2019

    Impresionante crónica. Me voy a animar a participar este año gracias a ti!!!

  • Photo of raiabril
    raiabril Jun 9, 2019

    Gracias amigos. Tan bonita es esa Marcha como tan grande es el ciclismo. Disfrutad del entorno y de la bici.

  • Photo of Cvillasur
    Cvillasur Aug 19, 2019

    Hola Rai,
    Lo mismo que el compañero, que leer la crònica y apuntarme... A ver que tal se nos da....

  • Photo of raiabril
    raiabril Aug 19, 2019

    Suerte para el sábado amigos

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