Carretera: Andavías, Montamarta, San Cebrián de Castro, Piedrahíta de Castro, Moreruela de los Infanzones, Cubillos, Zamora.

Pues un clásico: salir de Andavías después de comer bien y llegar a Zamora lo más rápido posible. Estoy muy contento con el resultado, porque he logrado una media de 33 km/h. No creo que pueda hacer una media así muchas veces, aunque la cosa tiene el truco de siempre: el viento. Soplaba del oeste-noroeste. Eso significaba que me iba a estorbar durante un tercio de la ruta y me iba a beneficiar durante los dos tercios restantes. El mérito hoy ha estado en esos primeros 12,5 km con el viento de lado o en contra, en los que me he esforzado para llegar a las rotondas de la N630, consiguiendo un promedio de 31 km/h en ese tramo. Muy bien. Desde ahí hasta Moreruela de los Infanzones ha sido maravilloso contar con el empuje del señor Eolo, que me ha hecho recorrer los 16 kilómetros de los que os hablo a 37 km/h. Ójala pudiera mantener medias así sin ayuda, pero me temo que habrá que esperar a la próxima vida. El siguiente tramo son los repechos de Moreruela y de Cubillos. Se me hicieron duros porque veía como la velocidad caía (lógicamente) y creo que no he sabido hacer bien los esfuerzos. Me he 'encebollado' un poco, consiguiendo más cansancio que velocidad. Quedaban solamente 9 kilómetros de terreno mayormente favorable a pesar de contar con subidas y bajadas. Ya os he dicho muchas veces que la bici no anda sola ni siquiera en condiciones como las de hoy, así que me tuve que seguir esforzando para hacerlo rápido. Y lo conseguí. Llegué a casa contento. Solo me quedaba una ducha y un rato de tele y sofá hasta que llegara la familia, lo que sucedió tan solo tres minutos después de llegar a casa. Bueno, no todo iba a ser perfecto...