Castillo de Locubín, Alto de la Pandera (Ruta de la cereza)

Estupenda jornada de bicicleta, salimos de Castillo de Locubin en dirección a Valdepeñas de Jaén, pronto empezamos a subir el puerto de Locubin, subida moderada con pendientes del 6-7 %, una vez arriba tenemos una bajada hasta Valdepeñas y una vez allí cruzamos el pueblo pasando por la emblemática calle Vilches (calle muy empinada, en torno al 18% y dónde ha terminado más de una estapa de la vuelta a España) para seguidamente empezar a subir el segundo puerto de la jornada, el Ranero, puerto este un poco más largo y empinado que el anterior con una media del 9%, al llegar arriba a la altura de una balsa de enormes dimensiones y tras un descanso de unos 300m tomamos una carretera a la derecha ( hay dos, es la de más arriba y tiene una cancela de hierro que está abierta) es aquí donde empieza la ascensión a la Pandera, la primera parte es más llevadera pero pronto nos encontramos con pendientes de 15% que se prolongan casi hasta la cumbre con algún descanso muy leve, es una subida exigente pero las preciosas vistas la hacen más llevadera, tras un descanso y tentempié nos enfrentamos a la primera parte de la bajada hasta la cancela, muy rápida y peligrosa por la pendiente y el estado del asfalto (cuidado) para después continuar por una carretera en mejor estado la segunda parte de la bajada mucho más rápida hasta Valdepeñas, una vez en Valdepeñas subimos nuevamente el puerto de Locubin al contrario para luego bajar hasta el nacimiento del río San Juan, el desvío de este se encuentra un poco antes de llegar al pueblo a la izquierda y está señalizado, paraje espectacular donde disfrutes de la belleza del entorno, refrescamos las piernas en sus cristalinas y frías aguas y tomamos un bocadillo en la terraza del bar que hay en el lugar, después nos dirigimos al coche para cargar las bicis y llegaremos a por unas pocas de cerezas (fruta muy abundante en la zona y de muy y calidad). Ruta con vistas muy bonitas y espectacular final en el nacimiento del río San Juan, hay que subir tres puertos casi sin descanso por lo que aconsejo ir guardando fuerzas y disfrutando de las vistas. PD: ruta exigente pero muy recomendable...
La Pandera con 1872 m de altitud es el punto más alto de la Sierra Sur de Jaén. En su cumbre se encuentra una estación militar.

El nacimiento del río San Juan se encuentra muy cerca de la población de Castillo de Locubín, a apenas cuatro kilómetros en dirección Valdepeñas de Jaén, y está formada por la depresión existente entre los cerros de la Serrezuela y La Nava.

El nacimiento del Río San Juan, pulmón verde de Castillo de Locubín, dispone de un área recreativa, por lo que es un enclave magnífico para pasar un placentero día de campo rodeado de naturaleza, disfrutando de un baño en los estanques, descansando bajo la densa arboleda o realizando alguna ruta de senderismo.

Es un paraje de gran belleza, donde se han formado de manera natural varias pozas de agua cristalina, desde la que brota el agua subterránea formando bonitas e intermitentes columnas de burbujas hasta la superficie, además, podremos observar pequeñas cascadas y canales.

El entorno del nacimiento del río San Juan se caracteriza por un paisaje típicamente mediterráneo, con la encina y la coscoja como protagonistas. Otras plantas presentes son el lentisco, la jara blanca, el tomillo y el romero, pero sin duda es el álamo blanco la especie más abundante junto al nacimiento y la ribera del río.

En toda la ribera del río San Juan podremos observar fértiles huertas que configuran la "Vega Castillera", que adquiere su máximo esplendor en primavera con la floración de los cerezos, muy abundantes en la zona, regados desde las mismas pozas del nacimiento mediante un canal conocido como “el caz”.

La temperatura del agua, demasiado fría, no permite la vida de peces, aunque algunas veces llegan al nacimiento truchas procedentes de las repoblaciones realizadas por los clubes de pesca.

Entre la fauna destaca la avícola, asociada principalmente a los roquedos, muy frecuentes en esta zona de la sierra, así, anidan en el entorno la collalba negra, el chochín, el roquero solitario o el búho real.

El nacimiento de agua durante siglos ha abastecido a todas las culturas que por estas tierras han pasado, así, tanto íberos como romanos aprovecharon sus frescas aguas para el cultivo y para el consumo.