Cornellà de Llobregat. El municipio al completo: Almeda, Centre, Riera, Fontsanta, Fatjó, El Pedró, Gavarra y San Ildefonso

Cornellà de Llobregat al completo pasando por todas sus calles, plazas, avenidas, carreteras, ramblas, paseos, pasajes y caminos.

Nota importante: Ruta dividida en varias sesiones siguiendo instrucciones de la autoridad durante fase de alarma del Covid-19. El total de horas de la ruta (más de 100 horas) está provocado por la suma de tiempo durante las pausas de la aplicación de Wikiloc durante las horas no autorizadas para la práctica deportiva o de paseo según la franja horaria y de edad del que escribe.

TODAS LAS CALLES DE CORNELLÀ

No es sencillo para el ciclista acostumbrado a rodar medias y largas distancias acatar las limitacions de movilidad en la práctica del deporte en esta fase de desconfinamiento de la pandemia.

En base a dichas limitaciones y como ciudadano que vive en una calle de frontera entre los municipios de L'Hospitalet y Cornellà, se trata de agudizar el ingenio y obtener motivación con retos y propuestas que jamás en condiciones de la "pasada normalidad" hubiera imaginado: sacarle el máximo partido a las poblaciones que son parte de la vida cotidiana para conocer de ellas hasta el último de los rincones.

Presento por tanto un trabajo difícil de seguir para otros compañeros de bici pero espectacular como vivencia, lograr llegar a conocer todas las calles, avenidas, plazas, pasajes, paseos o ramblas que definen el entramado urbano de una ciudad, de medidas y población destacada como Cornellà de Llobregat.

Más que hacer deporte, cabría clasificar la experiencia como paseo cicloturista e investigación urbanística en toda regla. Cornellà presenta entre sus barrios contrastes fabulosos debido a la evolución de su historia, de un pasado agrícola a un periodo industrual que atrajo a gentes de todos los rincones de España y a un presente que aporta sincretismo cultural desde todos los rincones del mundo para buscar prosperidad al abrigo de la pujanza de este territorio barcelonés.

Los barrios históricos del Centre y Riera, separados por el trazado del antiguo tren del Carrrilet, actual Avenida dels Ferrocarrils catalans, y por el desnivel entre las zonas cercanas al Llobregat y el nucleo crecido alrededor del castillo, son los que demandan mayor cuidado para no olvidar pequeñas calles, escalinatas y pasajes.

Mucho más sencillo es completar la ruta en el barrio de Almeda y sus polígonos industriales de Can Femades y Almeda, sumando a ellos el pulmón verde de Can Mercader, pocas calles y grandes extensiones de terreno para albergar la pujanza productiva en lo que fueron terrenos de grandes propiedades agrícolas que afortunadamente en algunos casos se conservan sus masías y palacetes, la Masia Museu Serra o el mismo palacete de Can Mercader.

También es simple el trazado para dibujar la ruta en los barrios de la Fontsanta y Fatjó, uno a pie de río, el otro encaramándose hasta las vías del tren, separados por el parque que los une, el del Canal de la Infanta y dotados de la vecindad con una infraestructura de gran calado, el Museu de Les Aigües AGBAR.

Por encima de la vía del tren de la RENFE, auténtica frontera de esta ciudad que circula a media altura entre las tierras bajas y las elevaciones que desembocan en la meseta barcelonesa, se abre un abanico con tres barrios nacidos en la segunda mitad del siglo XX para albegar a los miles de inmigrantes que llegaron y llegan a nuesta tierra de acogida: El Pedró, La Gavarra y Sant Indefons.

Sus frontera son complejas, en el caso de El Pedró porque se entremezcla con Sant Joan Despí en sus vertiente oeste, porque al este su frontera natural es la amplia carretera de Esplugues, barrio obrero y popular en el que se mezcla industria activa con antiguas fábricas y zonas residenciales subsidiarias de aquellas.

La Gavarra es muy curiosa en su concepción como barrio, tiene una mezcla de todo lo que es Cornellà,, diría que es el factor equidistante entre pasado y presente, entre el Cornellà de la primera, segunda y tercera generación, los contrastes del Baix Llobregat en unas pocas manzanas de calles y la Plaça Catalunya como eje. Ciudad y pueblo.

San Ildefonso es un espacio digno de ser estudiado, vida en la calle, barrio en apariencia complicado en su trazado y disposición de los bloques de edificios, algunos, los más altos provocan respeto cuando alzamos la vista, pero a pie de calle está lleno de vida, movimiento, orgullo de pertenencia.

Han sido centenares de calles, cada foto de la placa con el nombre explica un entorno, una forma de vida, la diversidad, riqueza y contrastes. Una ciudad que para mí ya no tiene rincones desconocidos, todos fueron vividos a lomos de una bici relajada y motivada a parar en cada esquina para aprender más sobre tan querida ciudad.