Lagos de Covadonga desde Cangas de Onís

Subida al mítico puerto de los Lagos de Covadonga saliendo desde Cangas de Onís, un trayecto que hicimos con calma, parando para hacer fotos y disfrutando del paisaje, con una parada final larga para comer antes de volver al punto de salida.

Tuvimos la suerte de disfrutar de un día caluroso y soleado en otoño, con unas vistas increíbles durante todo el ascenso y posterior descenso.

Saliendo de Cangas de Onís dispones de kilómetros para calentar las piernas antes de los rampones que vas a acometer posteriormente, ya que las pendientes son muy suaves y apenas vas ganando altura. En la rotonda del Santuario de Covadonga nos desviamos para conocerlo y hacernos la foto junto a la estatua de Don Pelayo, Se vuelve a bajar a la rotonda, y a partir de ese momento empieza ya lo interesante.

Desde este punto empiezas a ascender ya notándolo en las piernas, con un paisaje que se vuelve frondoso y carretera en sombra, muy de agradecer con el calor que hacía esa jornada de sábado, ayudando a mitigar en parte el desgaste que se va sufriendo aquí. El porcentaje de subida en algún punto alcanzaba ya el 10%-12%... pero eso no era mucho en comparación con la que se nos venía encima cuando la vegetación comienza a desaparecer y el sol cae a plomo, y te das cuenta de que empieza la zona jodida de verdad: La Huesera. Unos 2 kilómetros de ascenso marcados con una señal de carretera de un 15%, y en la que en algún punto se llega a alcanzar un 18%. En ese momento metes todo lo que tienes y ni con esas, te pones de pie y subes como puedes (en mi caso con un desarrollo de un 11-28 atrás no hacía más que sufrir y acordarme de que tengo que meter un 32).

Tras pasar esta zona infernal, llegas al Mirador de la Reina, con un ligero descaso para las piernas, y posteriormente seguir subiendo por una zona con unas vistas increíbles pero con porcentajes importantes también cercanos al 12%. A partir de la última subida fuerte la inclinación se suaviza bastante y tras una curva a izquierdas aparece el primero de los lagos (Enol), que nos llevan a una bajada en la que hacemos una parada para tomar algo de agua. Seguimos hasta el segundo de los lagos (Ercina), disfrutando de las increíbles vistas que proporciona esa zona. Y ya desde allí, a disfrutar de la bajada y buscar un sitio para comer.

Se trata de una subida mítica para cualquier amante del ciclismo que considero hay que hacer si se tiene la oportunidad.