Lagos de Covadonga Tú tiiira edision

El día anterior estuvo lloviendo y al levantarnos la cosa no cambió….pero nos importó 3 pares de cojones, así que salimos.

Todos equipados de Tú tiiira!! salvo Iñaki, que nos salió de negro Sexmero y sus calcetines de boda. Wandar y Jarri fueron en coche hasta la rotonda que lleva a la subida a Lagos, como centro logístico, mientras que Iñaki, Fonsi y Juan Carlos lo hicieron desde Beceña (pueblo donde teníamos la casa rural).

Antes de poder estar listos Wandar y Yo, llegaron los 3 restantes. Recorriendo los casi 9 kms en poco más de 20 minutos, y es que por aquí se rueda muy rápido…sobre todo cuando se huelen las birras, al final de la ruta….

Y al lío!!
Jarri se puso delante, tirando del resto, cual autobús del obrero. Así estuvo más de media hora, hasta que pidió billetes. La cosa iba bien por el terreno, siempre en ligero descenso hasta Ribadesella, con ligeros repechos…excepto por la lluvia, que no paraba de caer…
Pero frío no pasábamos en ese momento, a pesar de que el termómetro no superaba los 13ºC.
Las vistas eran muy chulas. Todo verde, altos riscos, el Río Sella siempre a nuestro lado,…
Antes de la hora de ruta atravesábamos Ribadesella, donde hubo un primer repecho relevante…y una chica en patinete eléctrico que costaba alcanzar. Aún así, y si forzar demasiado la marcha, la ruta transcurría rápida, con casi 32km/h de media hasta el desvío, justo cuando la carretera parece precipitarse en la Playa de San Antolín, donde varios sufistas se mojaban con sus tablas en el mar menos que nosotros.

Tras pasar por Quintana, en otro repecho, pasamos por un accidente entre dos coches que parece ser que chocaron de frente, pero sin consecuencias para los pasajeros. La Guardia Civil nos dio paso y Fonsi decidió seguir al coche que nos precedía con igual velocidad. Wandar decidió llevarse sin querer un recuerdo del siniestro.
Los ojos miraban ya hacia arriba, viendo lo que podía ser el primer puerto de la jornada, pero antes tuvimos que solucionar un pinchazo: Wandar llevaba una esquirla de vidrio clavada en su rueda trasera, justo a los pies del primer puerto:

LA TORNERÍA: 5,72kms al 7,1% de desnivel. No te confíes, porque tiene rampas del 14%, es más, cuando llega lo duro no baja del 10%.

Lo empezamos a ritmo tranquilo, había que reservar para Lagos. Pero llegados a la parte dura, o aprietas o no subes, así que la cosa se calentó un poquito, lo justo para secarnos de la lluvia. Entre rampas, curvas de herradura, vacas y un viento de cara de cojones fuimos llegando uno a uno a la cima, donde nos abrigamos, comimos algo y, tras unas fotos de rigor: patapúm pabajo, eso sí, dando pedales porque el viento frenaba cosa mala. En cuanto alcanzamos la localidad de El Mazucu, la vegetación nos quitó el aire y la velocidad aumentó considerablemente.

En breve llegamos a L’Agüera, donde una amplia carretera nos dio el punto de inicio del segundo puerto del día:

LA ROBELLADA: 6,55KMS AL 4,6%. Es un puerto fácil de subir, si no te crujes claro. Empezó la cosa tranquila y terminó como si nos quitaran las birras. 22 minutos duró la cosa.

Tras el reagrupamiento y foto arriba, nos dejamos caer los casi 20kms que separan el Alto de La Robellada con el punto logístico, donde nos cambiamos algo de ropa, rellenamos botes de agua, comimos algo, periódico para la bajada y al lío!!!

Tras 6kms casi llano, en ligero ascenso llegamos al tercer puerto del día:

LAGOS DE COVADONGA: 11kms al 8%, con rampas del 12, 14 y 15% en varias zonas.
Les di un consejo: “si ves que en un punto de la subida te encuentras mejor, no aproveches para bajar coronas o apretar, utilízalo para recuperar” Y es que este puerto se hace largo, y si te gastas demasiado muy, pero que muy largo.
Empezamos suave, suave desde la barrera que hay a los pies del Santuario, donde pedimos ánimos a los turistas y nos empezaron a jalear como a los “pofesionales”. Las rampas ya son del 9% y varía un poco arriba y un poco menos abajo. Entre resoplos y cabeceos, subíamos poquito a poco los kms, recuperando cuando podíamos, esquivando autobuses que bajaban y algún ciclista que subía, la mayoría mujeres de un mismo club.
Miraba para atrás y veía a Fonsi a pocos metros y un poco más atrás a Juan Carlos.
Al llegar a la Huesera, con su más de medio km al 14% de desnivel, me alcanzó Fonsi y así seguimos hasta la cima. Detrás resoplaba el Autónomo pero no conseguía alcanzarnos, pese a los amagos de calambres. Después le sigue otra parte igual de jodida, ya que la anterior te deja las piernas temblando, donde vi a lo lejos a Wandar y le pegué una voz de ánimo.
Hay alguna parte más suave que te permite recuperar, pero lo vuelves a perder en los otros rampones que hay…mientras te pasan varios autobuses y microbuses.
Hay dos mini bajadas, en los que sí que puedes recuperar el aliento. Justo después de la 2, cuando aún queda km y medio, viendo que Fonsi cogía la siguiente rampa con fuerza, le dije que relajara, que se le podía hacer muy largo. Y así lo hizo, y bien que le vino, porque cuando quedaban 200-300 metros ya para la parte llana antes de coronar le vi cara de poca conversación…pero llegó, y coronó. Como lo hice yo, Autónomo, Wandar…y algo más relajado Iñaki.

Cuando ves el Lago Enol, se te pasan todos los males, los calambres, el sofocón y las penurias. Se te pone una sonrisa de oreja a oreja (o gritas como un loco, como el Tai).
Yendo delante, subí por la última cuesta por la que termina la Clásica de Los Lagos, donde vas con todo metido y antes del final de la cuesta tienes que cambiar el desarrollo justo al contrario, porque si no, no llegas a la minirotonda de arriba.

Mientras nos abrigábamos y hacíamos fotos Fonsi y yo, oímos unas voces allá en lo alto: era el Autónomo. Parece ser que había tomado el otro camino a partir del Lago Enol.
Tras las fotos de toda la grupeta a los pies del Lago Enol, tiramos para abajo. 7ºC y viento de cojones hacía que allí no fuera un buen lugar para estar después de estar mojado y sudado.
Hicimos un par de paradas en la bajada: una por 60 cabras subiendo con su perro “funcionario” delante y otra en el Mirador de la Reina. Tras el descenso, la parte llana y para Jarri y el Autónomo se acabó la ruta al legar al coche.
Fonsi, Wandar y un tardío Iñaki siguieron hasta Beceña en bici. No sin antes pasar por un aguacero cojonudo, premonitorio de la rehidratación cervecil del final, con el cojonudo arroz con Bogavante que nos preparó el Autónomo.

USUARIOS DE WIKILOC:
- Lleva buen desarrollo para subir Los Lagos (mínimo 28 dientes).
- Empieza suave. Hay mucho tiempo y kms para apretar.
- Lleva ropa de abrigo para la bajada.
- Mucho cuidado con los autobuses.
- DISFRUTA.
- Tú tiiira!!