Órgiva-Sierra de Lújar-Polopos-Calahonda-Motril-Salobreña

Hoy quería probar nuevas rutas que llevo tiempo detrás de explorar. Por un lado quería enfrentarme a la Sierra de Lújar, toda una incógnita, no conozco a nadie que la haya hecho en bici; y por otro lado, probar la línea de playa, ya que este verano tengo pensado hacer una ruta larga por la costa.
En cuanto a la Sierra de Lújar, ha sido magnífica la experiencia, unas vistas estupendas, unos cambios climáticos enormes en cuestión de metros y una orografía ideal para la bicicleta, subidas exigentes y bajadas aún más exigentes. En cuanto a la línea de playa, me ha decepcionado bastante, la ruta nueva de la N-340 se aleja en muchos puntos de la costa, y además, hay zonas que son bastante complicadas por los acantilados de la costa, al final se convierte en un recorrido por plásticos de invernaderos y vistas poco agradables.

En cuanto a la ruta, como era la primera vez, bajé en bus hasta Órgiva para empezar a subir dirección a Torvizcón y tomar el desvío de la A-4131. Desde Órgiva hasta el puente del río hay un leve descenso, que será el punto más bajo de toda la ruta hasta llegar a la costa, desde el puente del río es todo subir, y ya los primeros casi 5 km hasta el desvío para la carretera de la Sierra de Lújar son ya exigentes. Una vez tomada la salida en dirección Fregenite, se comprueba que el firme de la carretera es perfecto, la anchura de la vía es estrecha, con dificultad para que pasen dos coches a la vez, pero el tráfico es prácticamente inexistente, sobre todo es paso de motos. En esta subida se comprueban los enormes cambios de temperatura de la zona, pasando de un frío casi molesto a un calor que empieza a hacerte sudar y vuelta a cambiar en varias veces. Lo peor es que en algunos tramos me encontré golpes de aire que te entran ganas de bajarte de la bicicleta.
En ésta primera subida se llega a superar la cota de 1100 metros, luego hay un ligero respiro para seguir subiendo hasta una cota de 1280 metros en la Haza del Lino, y empieza el descenso hasta el desvío para Polopos donde se toma la GR-6204, una carretera secundaria muy estrecha aunque en buen estado, sin embargo, el descenso no es limpio, ya que al descenso vertiginoso y la anchura de calzada estrecha, hay que añadir curvas muy viradas y sobre todo, grava en la calzada seguramente debido a los bruscos cambios de temperatura que fragmenta el firme, lo que da la sensación de que en una curva te puedes ir si no tienes cuidado. Una vez se llega a Polopos, empieza el resto del descenso de unos 9 km aún más vertiginoso, con una carretera en bastante peor estado y más estrecha, lo bueno son las impresionantes bajadas con curvas en forma de 8. Lo malo es que no te da un respiro la carretera, tienes que mantener la atención todo el rato y el tener que ir frenando constantemente, te provoca un fuerte dolor de muñeca que te obliga a parar en al menos dos ocasiones para desentumecer.
Una vez ya en la zona de la costa, empieza el recorrido a ras de playa, con unas vistas pésimas, casi todo son invernaderos. Hay varios tramos de subida de media intensidad por los acantilados de la costa. Se bordean los pueblos de Castell de Ferro, Calahonda, Carchuna, Torrenueva, hasta llegar a Motril y Salobreña.