Activity

Peña Negra, la Herguijuela, San Miguel de la Vega del Alberche, Navacepedilla de Corneja, Villafranca de la Sierra, Rivera de C

Download

Author

Trail stats

Distance
35.95 mi
Elevation gain
4,423 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
4,423 ft
Max elevation
6,305 ft
TrailRank 
24
Min elevation
3,451 ft
Trail type
Loop
Time
2 hours 52 minutes
Coordinates
2694
Uploaded
October 8, 2019
Recorded
September 2019
Be the first to clap
Share

near Casas de Navancuerda, Castilla y León (España)

Viewed 182 times, downloaded 7 times

Itinerary description

Bueno, pues después de mucho pensar si veníamos o no, al final nos lanzamos a la piscina sin saber si había agua o no. Digo esto porque la previsión meteorológica decía que iba a llover sí o sí. Aún así nos arriesgamos y el premio ha sido que todo ha salido fenomenal. Lo principal es que no ha llovido, que era lo peor que nos podía pasar, no solo por lo incómodo que es ir mojado, sino por el miedo que me daba bajar los puertos con una bici de carretera y que en cualquier curva te puede llevar al suelo. Llegamos a Piedrahíta sobre las 10 de la mañana y subimos el puerto con el coche. Esto ha sido muy útil, porque podíamos ir viendo dónde estaban los tramos más duros, además de hacernos una idea de lo larga que era la subida (son algo más de 14 kilómetros). A las 10:20 iniciamos el descenso del puerto de Peña Negra en dirección a la Herguijuela. El viento soplaba fuerte del oeste-suroeste, así que nos iba a perjudicar desde la salida hasta San Martín de la Vega del Alberche. Una muy buena noticia, porque era tooodo bajada salvo algún repecho no demasiado complicado. Desde San Martín de la Vega, giramos a la izquierda para subir un puerto que también iban a hacer los corredores de la Vuelta: el puerto de Chía (de 3ª categoría). Solo son tres kilómetros que subimos bastante cómodamente, porque ya por entonces el viento nos echaba una mano. Además de eso, el premio era mucho mayor que el esfuerzo de subir, porque la bajada fue de nada menos que ¡15 kilómetros! Maravilloso. Con asfalto seco, solo había que tener cuidado en algunas curvas (alguna complicada) pero todo era disfrutar. Tengo que confesar que, aunque el paisaje es muy bonito, no hay mucho tiempo para contemplarlo, hay que ir concentrado, pero la diferencia con nuestras llanuras es brutal. Pasamos por tres pueblecitos: Navacepedilla de Corneja, Villafranca de la Sierra y Rivera de Corneja. Por cierto, que poco antes de este último pueblo tuvimos tres kilómetros de carretera nacional con asfalto perfecto que hicimos en un voleo con el viento empujando fuerte. Dejamos la nacional en otro pueblecito (San Miguel de Corneja) y encaramos otra subidita de casi tres kilómetros antes de bajar hasta Piedrahíta. Llegaba el reto del día: el puerto de 1ª que sube a Peña Negra. Era mi primera gran subida con la bici de carretera, pero (creo yo) la principal dificultad es que es largo, porque las rampas son bastante asequibles (media del 6%). Me lo tomé con calma y con inteligencia, marcando un ritmo lo más constante posible y recordando los puntos más duros que habíamos visto con el coche. Subimos en grupo mucho rato y luego yo me adelanté, hasta que un operario que interrumpía mi paso me obligó a pasar por encima de un cable y acabé (fue algo un poco extraño, la verdad) contra el guardarraíl con un golpe en mi rodilla... Eso sirvió para reagruparnos. En muchos tramos, el viento colaboraba con nosotros, y aunque al girar (ya sabéis, el típico zigzag de las carreteras de montaña) nos daba de cara, creo que nos ha ayudado mucho más que perjudicado en la subida. Me encontraba fuerte física y psicológicamente, así que procuraba no utilizar todos los desarrollos (te da tranquilidad saber que tienes una bala en la recámara por si la necesitas en los momentos más difíciles) e iba poniéndome de pie y sentándome alternativamente. Sin casi darnos cuenta, estábamos acabando la subida. El último kilómetro fue el más duro, con el viento ya totalmente de cara y sin árboles que te resguarden de él, pero como es el último esfuerzo se sube sin problemas. Coronamos (Sergio por delante, yo 25 segundos detrás -80 metros en ese terreno-) y llegamos al coche tan contentos. Todo había salido a pedir de boca. Nos cambiamos en el coche aguantando el viento frío de la sierra y nos metimos dentro a comer mientras esperábamos la llegada de los profesionales. Cuando llegaron la niebla nos impedía ver el valle desde lo alto (una pena) pero aun así disfrutamos del ambiente y nos maravillamos con la velocidad que llevaban en el mismo tramo que nosotros habíamos hecho a paso de tortuga. Un día para recordar. Genial.

Comments

    You can or this trail