Puerto de La Virgen por Los Molinas

Una alternativa a la clásica subida del puerto desde Albanchez, haciéndolo esta vez por Los Molinas para entonces bajarlo hacia Albanchez y buscar el regreso.

El atractivo está en ir internándose por el sur del valle del Almanzora y adentrarse por Los Filabres por la arteria del arroyo Aceituno, seca pero libre de colesterol por no encontrarnos con ningún vehículo a motor.

Se trataba entonces de ir cosiendo barriadas, anejos y cortijadas pertenecientes a Cantoria, Arboleas, Cóbdar y Albanchez mediante paso a ritmo regulero, por carreteras con tramos de asfalto con firme irregular y con algunas cuestas y repechos quizás en cantidad irritantemente apreciable.

El ambiente almanzoreño puesto por el cultivo del naranjo y las casas restauradas "with gusto" se nos presenta nada más dejar Cantoria para coger el desvío hacia La Cinta y El Rincón, con cuidado de no perderse por sus barrios de colonizadores residenciales y saber retomar la Al-7103 que desembocará en la 6107 a la altura de Los Carrascos, que va en dirección a Albanchez.

Y por esa carretera seguiremos, con algo de sube y baja: Los García, Los Huevanillas, la Hoya... Así hasta Los Molinas, punto de referencia porque muy cerca está la variante para subir al puerto de La Virgen. Y además nos ofrecerá la parte más atractiva de la ruta.

Y es que merece la pena considerar ese desvío marcado hacia La Carrasca y Los Borregos que nos aparece en curva cerca de la señal que marca el km 8, tras pasar por Los Molinas, cuyo grupo de casas hemos dejado abajo a base de curvas ascendentes.

Comienza en cuesta, por lo que nos sorprenderá que al poco baje en curveo hacia la rambla, que iremos cortando de recodo en recodo una y otra vez. Y sí ascenderemos, pero de manera tan suave que también nos sorprenderá ver los quitamiedos de piedra del puerto ya tan cerca.

Hemos accedido a la carretera por el desvío con la señal "La Venta Molina", y ahora creo que también incluye el nombre de La Venta del Niño, por la que habíamos pasado.con calmado gozo y razonable embriaguez filabresa, pues si bien es cierto que transcurrimos por un lugar una vez dominado por arroyo, alguna señal de ese antiguo vergel esplendoroso queda todavía como para dictaminar que se trata de un recorrido recomendable, me imagino que mucho más en primavera.

Alguien dictaminó recientemente que el de la Virgen se trata del puerto más atractivo de la provincia, al menos por su vertiente norte. Bajándolo hacia Albanchez, comprobando cómodamente que el tráfico que te encuentras lo componen algunos esforzados compañeros de afición; admirados ante la rotunda presencia casi enfrente de La Piedra, ese cerro de mármol bajo el que se nos presenta Cóbdar, amén de los clásicos quitamiedos que dejan en nuestra imaginación un caprichoso aire "demodé", y con ese par de puentes... Hoy al menos sí que estamos de acuerdo con esa sentencia.