Terra de Remences corta + Coll de Bracons: St. Esteve - Olot - Coll Capsacosta - Ripoll - Coll Canes - Olot - Coll de Bracons

IBP = 122 BYC

Magnífica y preciosa ruta por la Garrotxa y el Ripollés siguiendo el recorrido corto de la clásica cicloturista Terra de Remences, aderezado al final con la subida al durísimo puerto del Coll de Bracons (desde Joanetes).

Ascender a este puerto es todo un reto para cualquier ciclista, y en especial si llevas ya 95 km y dos puertos (Coll de Capsacosta y Coll de Canes) en las piernas.

La cicloturista Terra de Remences corta sale de Sant Esteve d'en Bas y se dirige hacia Olot. Atravesamos Olot y tomamos el desvío bien señalizado (N-260) hacia Camprodó y Ripoll. Tras un suave descenso empieza la subida por esta ancha carretera. Aunque hay un poco de tráfico, el buen arcén y los paisajes compensan.

A los 5 km de ir subiendo veo que la carretera se va a meter en un túnel, así que es el momento de dejarla en el desvío a la derecha que pone Sant Salvador de Bianya. Estamos empezando el bonito y solitario puerto del Coll de Capsacosta (8,60km, 455m de ascenso acumulado, 5,25% de pendiente media y varias rampas de hasta un 9%). La carretera es estrecha, las vistas se van abriendo hacia los bosques a medida que subo y sólo me cruzo con ciclistas.

En el momento que se corona el puerto pedaleamos por 4 de los km más bonitos del día. Una zona muy solitaria y preciosa que desemboca en Sant Pau de Seguries. Aquí cogemos la carretera a la izquierda que en suave bajada nos llevará, pasando Sant Joan de les Abadesses, a Ripoll. Son 19km para pedalear a bloque disfrutando de velocidades "de crucero" bastante altas.

En Ripoll muy fácilmente encontraremos las indicaciones que nos conducirán a coger la carretera que va hacia Olot pasando por Vallfogona de Ripollés. Para ello dejaremos el núcleo de la población a nuestra derecha y subiremos hacia la izquierda.

Justo al salir de Ripoll empieza el segundo puerto del día, el Coll de Canes (16km, unos 400m de desnivel y pendientes suaves incluso con un largo llano en la mitad -ver perfil-). A dos tercios el puerto llegaremos a Vallfogona de Ripollés, lugar perfecto para hacer un descanso en el bar del pueblo.

Tras la pausa, un poco más de ascenso y en seguida coronamos el puerto. La bajada es realmente espectacular, rápida, muy rápida y segura por las largas rectas y curvas con buena visibilidad. Son 14km que se hacen en un abrir y cerrar de ojos y que te dejan otra vez en Olot.

Ahora toca bordear Olot por su zona residencial oeste y dirigirnos por carreteras secundarias hacia Joanetes, lugar de inicio del "coco" del día: el ascenso al temido puerto del Coll de Bracons. Se pueden encontrar muchas descripciones de esta escalada ciclista: temible, terrorífica, durísima, etc.

Son 8,5km con pendientes medias por encima del 10% con multitud de tramos del 11%, 12%, 14% y hasta el 18%. Además "in crescendo" y con sólo un par de cortos descansillos para recuperar alguna pulsación. Para mi nivel físico, todo un reto después de 95km pedaleados. Justo antes de empezar, en Joanetes, descanso unos minutos, bebo, como y me mentalizo para sufrir. Me subo a la bici y para arriba. Meto desde el principio todo el desarrollo que llevo: el 34 del compact y la corona del 28. Creo que la mitad del puerto me lo pasé de pie, no tanto para descargar las piernas (que es por lo que suelo hacerlo) sino por pura necesidad ante las pendientes tan fuertes de numerosos tramos. Poco a poco vas ganando metros, vas luchando ante cada nuevo muro, vas venciendo al desánimo que te provoca no tener apenas zonas de descanso y por fín, a unos 500m, la carretera de suaviza un poco y sabes que lo has conseguido.

El cansancio es tal que en el collado me bajo de la bici, me siento en la bionda, me bebo lo que me queda de agua y estoy varios minutos "zombie". Poco a poco recupero el pulso, hago algunas fotos y decido bajar. La bajada, como no, rápida; pero no tanto como podría parecer porque hay muchas curvas cerradas y sin visibilidad. De hecho es una bajada muy técnica y peligrosa porque las fuertes pendientes hacen que la bici se acelere en cuestión de segundos y hay que estar continuamente frenando y negociando curva tras curva.

Una vez pasado Joanetes solo quedan unos pocos y llanos km para llegar a nuestro punto de partida, Sant Esteve d'en Bas.