Valle del Ambroz

Después de la ruta de las batuecas descrita en la anterior entrada, https://es.wikiloc.com/rutas-ciclismo/pena-de-francia-y-el-portillo-de-las-batuecas-107132539, donde una vez concluída, nos desplazamos hasta Jerte, pueblo de la provincia de Cáceres y en donde tendrá lugar nuestras próximas salidas.

Como ya he dicho, nuestro punto de salida es Jerte y comenzamos a rodar por la N-110 en dirección a Plasencia. Tenemos que tener cuidado porque están echando una capa de brea en la carretera y la verdad, lo están llenando todo de piedras y es bastante molesto para la bicicleta. Por delante tenemos 20 kilómetros de rodar siempre en sentido descendente hasta que tomamos un desvío a la derecha y después de pasar playa Benidorm, que no es otra cosa que el nombre que recibe la piscina natural del río Jerte que tenemos a nuestra izquierda a su paso por un puente sobre dicho rio. desde este punto comenzamos la subida al Puerto de El Torno, que recibe el mismo nombre del pueblo al que tendremos que llegar después de 6 kilómetros subiendo pero que aún quedarán otros 4 kilómetros más para culminar esta ascensión. Un total de algo más de 10 kilómetros en los que se discurre al comienzo por una carretera amplia y de buen asfalto, donde nos encontramos el "mirador de la memoria" que invita a detenerse para ver todo el valle del Jerte con los primeros rayos de sol. Poco después, la carretera por la que vamos ascendiendo, se estrecha considerablemente, pero sigue habiendo un buen asfalto, y en donde a continuación pasamos justo por al lado de la puerta de acceso a las piscinas municipales de El Torno. La pendiente desde este punto ha bajado de intensidad y en donde se intensifica la velocidad hasta llegar al pueblo que da nombre a esta subida pero justo nada más llegar a sus primeras viviendas debemos hacer un giro a la izquierda para seguir ascendiendo los 4 kilómetros que nos quedan hasta coronar el puerto. Unos kilómetros por los que se puede rodar bastante ágiles.

Llegados al punto más alto del puerto, y sin ningún descanso, comenzamos a descender. De nuevo, y como en la otra vertiente, tenemos algo más de 10 kilómetros con una sucesión de curvas fáciles, amplias y en herradura que nos hace pasar por Cabezabellosa, nombre de la localidad que da nombre a esta vertiente de la ascensión, y que posteriormente en el descenso nos lleva hasta, Villar de Plasencia, punto de inicio y de fin de esta vertiente del puerto.

Una vez realizado el descenso, cogemos la N-630 y comenzamos a rodar. El aire que nos da de frente y que nos hace esforzarnos más de la cuenta, nos recuerda mucho al aire que sufrimos por nuestra tierra, Burgos, y que a buen seguro mis paisanos, al leer esto, se les ha dibujado una leve sonrisa y afirmando lo que digo. Pues bien, como decía, es hora de rodar durante 18 kilómetros para ser exactos y en donde notamos que a su vez vamos ascendiendo con muy poca intensidad. Pasando Aldeanueva del Camino y posteriormente un par de rotondas tenemos un cruce a la derecha que se dirige hasta Hervás, es desde este punto donde la pendiente se va incrementando ligeramente hasta que llegamos a Baños de Montemayor, lugar donde, ahora sí, nos volvemos a poner en modo escaladores y así comenzar a subir el puerto de La Garganta con 8 kilómetros de longitud. Saliendo de Baños, tenemos por delante una subida tendida que ronda constantemente unos porcentajes entre el 6 y el 7% de pendiente media y que en algún tramos corto llega a los dos dígitos pero sin ser excesivamente duras. El asfalto que tenemos es prácticamente nuevo y eso se nota desde el mismo comienzo, además, la subida es bastante sombría y en la que podemos contemplar perfectamente todo el valle del Ambroz. Al llegar al pueblo de La Garganta nos da la bienvenida con un porcentaje superior en lo que a rampas se refiere y nos detenemos al lado del ayuntamiento, donde hay un parque infantil, para reponer agua ya que venidos con excasez. Desde este punto todavía nos queda algo más de un kilómetro para llegar a un cruce, en el cual, giramos a la derecha en dirección a Hervás. Hacia el otro lado se va a la pintoresca localidad de Candelario.

El descenso; sombrío, cubierto de vegetación, con buen asfalto, carretera estrecha y disfrutona nos lleva hasta, Hervás, un bonito pueblo en que recomiendo encarecidamente visitar su barrio judío, una auténtica maravilla para todos los sentidos. Al finalizar el descenso y llegando a Hervás, nos encontramos con un antiguo puente de piedra el que complica un poco el paso. Desde el puente giramos a la derecha y vamos buscando la salida del pueblo.

Tras un par de rotondas e ir callejeando giramos a la izquierda y sin previo aviso comenzamos a subir mientras terminamos de salir de Hervás. Pronto, y cubiertos de un espeso bosque pasamos por las inmediaciones de la plaza de toros. Tenemos ante nosotros la subida al Puerto de Honduras, 14 km de subida tendida; con una pendiente bastante constante y con varias curvas en herradura. Sus primeros kilómetros serán bajo árboles donde poco a poco se podrá ir visualizando la altura que hemos ido ganando. Sus últimos kilómetros son con carretera abierta donde el sol y el calor podrá hacer de las suyas. Al llegar arriba y coronar tenemos por delante el valle del Jerte y donde podemos verlo desde el mirador que hay.

Al ir descendiendo nos encontramos Sus 2 primeros kilómetros de bajada y luego un ligero repecho que, como vengas con las piernas ardiendo del esfuerzo anterior, de te puede hacer bastante largo sin llegar a serlo. Cuando terminamos el repecho comienza un descenso un tanto peliagudo porque el asfalto cambia por completo y está rugoso y llevo de agujeros que se complica el poder visualizarlos debido a las zonas sombrías que nos encontramos. Luego, sus últimos kilómetros de descenso, el asfalto cambia de nuevo hasta llegar abajo. En la rotonda que nos encontramos giramos a la izquierda y tan sólo nos quedan 2 kilómetros para llegar a nuestro destino.