ENDURO POTRERITO- EL SILENCIO (SAN ANTONIO DE PRADO)

Esta trocha la realizamos el 1 de Julio de 2020.
Partiendo de Itagüi a eso de las 8:00am, hora que dispusimos para que un amigo que salia de su jornada laboral nocturna nos pudiera acompañar, nos reunimos a eso de las 8:30 am en el barrio Rosaleda, donde nos reunimos con otro compañero, el cual me insistió durante toda la semana que analizara un camino desde la vereda Potrerito hacia la reserva Manguala, durante el análisis se pudo notar que sería una larga bici-caminata para poder hacer el recorrido como tal, cosa que nos gusta, pero con lo que no contábamos era que una vez internos allí en medio del bosque, la señal del gps no nos llegó y cogimos la ruta equivocada. En un principio, subimos por lo menos dos horas con bicicleta en mano por un camino que si bien eran canalones, habían algunos puntos que por cuestiones del invierno eran impasables para el que no le gusta ensuciarse, esos puntos los pasamos con los pies sumergidos en el lodo, que con el peso de la bicicleta se complicaba aún más ese transitar, luego de eso, otros puntos en lo más alto ya daban la opción de pedalear y observar un gran paisaje al fondo de la ciudad. Al llegar a la intersección en cuestión, donde la señal del gps no reportó el sonido que avisa cuando hay un desvío en el trazado, seguimos por el que mejor veíamos, el cual nos llevó hasta la bocatoma del acueducto de la vereda, en este lugar observamos unos tres caminos por una espesa vegetación, que por lo visto, jamás un ciclomontañista se atrevería a cruzar, excepto nosotros que, como límite no tenemos, subimos por uno de esos senderos que al verlos demarcados con una cuerda, daban la impresión de ser la guía a seguir por algunos grupos de caminantes. Con demasiada dificultad y ayudándonos en algunos puntos críticos, continuamos subiendo por este bosque tratando de enlazar ese track original que tenía demarcado en el mapa con un punto más arriba que se conoce como el alto de la hermosa. En un principio creímos que con llegar al paso de la quebrada encontraríamos fácilmente otro camino que llegara a ese tan anhelado alto, pero al llegar allí, !oh sorpresa!, no teníamos salida alguna, lo único que nos quedó fue reírnos sin más, descansar un poco y luego retornarnos por el mismo complicado camino que habíamos subido, por este camino nos tardamos unas 3 horas y media. Llegamos a la bocatoma de nuevo y de allí emprenderíamos el descenso, cosa que hicimos al ritmo que el pantano nos permitía, puntos que previamente los hicimos con bicicleta cargada ya por lo menos nos permitía hacerlo encima de ella, con el ingrediente extra de las patinadas en cada curva que le otorgaban un ingrediente extra a la diversión y a la alta adrenalina que segregamos por este ensayo de trocha nueva. Queda aclarar que esta ruta es solo apta para quienes tengan ese descomunal sentido de aventura como nosotros.
Finalmente, y como buenos aventureros, una semana después uno de los compañeros se fue a hacer lo que debíamos haber hecho previamente, y era explorar el camino a pie, enviando como informe final, que desde ese punto donde nos extraviamos, nos esperaba una larga caminata por ese otro camino que conecta en lo alto con la esperada reserva, y que como aquel contumaz, volveremos a explorar pero en sentido contrario.