Pto de Portman-Túnel Jose Maestre-Lavadero Roberto-Parque Eólico-Baterias de Cenizas y la Chapa-Faro de Portman. Anthercas

Acceso desde la Autovia Murcia-Cartagena en dirección a La Unión (N-332) y por La Esperanza (N-345) al Puerto de Portman.

La Bahía de Portmán es la zona más degradada del Mediterráneo por los vertidos, con materiales altamente contaminados (plomo y cadmio) de la explotación minera entre 1956 y 1990.

Administración y tribunales justificaron el atentado ecológico, a cambio de beneficios económicos para la zona y sus habitantes dedicados a la pesca.

Los trabajos de regeneración ya han comenzado, pero el enorme legado patrimonial se encuentra en proceso de destrucción.

Salgo pedaleando por la arbolada carretera del Puerto de Portman a la N-345, para girar en ascenso por pista junto a una rambla artificial, que he de atravesar al llegar a la curva con cartel de privacidad.

Desde la parte alta del pueblo, continuo pista arriba para enfrentarme con la desolación, comenzando por el túnel Jose Maestre (2.400 m).

La explotación de la mina a cielo abierto “Cantera Emilia”, precisaba de una salida hasta el lavadero Roberto y de los vagones metálicos del ferrocarril (3478 m), que lo unía con las instalaciones de concentración en el edificio de la trituración secundaria (sección de moliendas).

El lavadero Roberto, el mayor lavadero de flotación diferencial de Europa, fue el causante de la colmatación de la bahía, su forma de herradura constituía un sólido abrigo natural como muelle de embarque de las menas.

En 1986 Greenpeace actuó en la zona propiciando que la Peñarroya, cuyo negocio minero ya no era muy rentable, vendiera sus derechos mineros y propiedades a la empresa Portmán Golf.

Sigo en subida por pista hasta las ruinas de la machacadora de minerales, desde donde se transportaban al lavadero por una cinta que lo descargaba para triturarlos.

En el siguiente cruce, tuerzo por la izquierda, bordeando la Cantera de San Valentín hacia el Parque Eólico de La Unión.

La fuerza del viento/energía eólica mueve la hélice de los aerogeneradores (8 turbinas eólicas con 660 kW de potencia cada una) que hacen girar el rotor de un generador mediante un sistema mecánico produciendo energía eléctrica.

Por la izquierda queda el Cabezo de Las Lajas (372 m) y a la derecha el Sancti Spiritus más elevado (396 m).

Las mejores vistas son para el Valle de Escombreras, Sierra de La Fausilla, El Gorjel, Bahía de Portman, Monte de Las Cenizas, La Manga Club, Pico del Águila y Campo de Cartagena.

Desciendo por pista con tramos hormigonados, echo un vistazo a las abandonadas Casas de Olmita.

Cambio de dirección para ascender brevemente, y tirarme a la explanada atajando hacia las destartaladas instalaciones de la mina Santo Espiritu.

Rodeo el Cabezo de Don Juan, vuelvo desde la Rambla de Mendoza por carrera en malas condiciones de asfalto y pista, recorriendo el pasado minero de la zona: escoria, pozos, castilletes, casas en ruinas, etc.

Me desvío para hacer trialeras en el Barranco de Magreros bajo la Peña del Águila, saliendo a pista en el Huerto de las Calesas.

Giro por el sendero enfrente del aparcamiento, con la vista puesta en una verja donde se anuncia un coto de caza.

Cruzo la carretera RM-314 de Portman a Los Belones, tuerzo por la derecha con la vista trasera del Pico del Águila y enlazo con la pista hacia la Bateria de Cenizas, fortificación de soporte artillero-costera situada en el Monte de las Cenizas.

Rodeo los dos cañones Vickers-Armstrongs del modelo 381 mm/45 calibres -quince pulgadas- disparaban un proyectil de casi una tonelada a 35 kilómetros.
Construida y artillada entre 1930 y 1934, la misión de la batería era proteger la entrada a la Bahía de Cartagena junto a su gemela la Batería de Castillitos, construida dos años más tarde en Cabo Tiñoso, juntas dispararían en fuego cruzado hundiendo a cualquier buque hostil.

De vuelta voy por la izquierda a las Casas de Las Cenizas, para disfrutar de una trialera que hacía de joven apodada “el sendero de la muerte”, el arbolado que lo circunda me da la silenciosa razón.

Salvo la primera parte de este sendero muy erosionado, sorteando los árboles caídos con la bici a cuestas.

Antes de llegar al barranco de La Culebra, cambio de dirección atravesando por los barracones de acuartelamiento de la tropa, en otro tiempo destinada al mantenimiento del sistema costero defensivo, de la que formaba parte la Bateria de Cenizas.

Tras una subida, me incorporo al sendero de costa, vallado en su inicio con descenso hacia la Batería de la Chapa; formó parte del complejo defensivo del Monte de las Cenizas, dispuso de cuatro cañones Vickers de 152,4 mm a barbeta (parapetados sin troneras ni merlones, los artilleros tiraban al descubierto), bajo la barbeta estaban los depósitos de municiones, a través de los ascensores cuyas estructuras externas permanecen, se subían los proyectiles a las piezas.
Quedó fuera de servicio en 1994, desmontados sus cañones y vendidos como chatarra, quedaron las instalaciones expuestas al expolio y a la ruina.

Sigo al cercano Faro de Portman (torre cilíndrica automatizada en 1977, con 8 metros de altura y alcance de 24 Km), salvando el murete junto a la garita, aprovecho el trialerillo sendero de la Playa del lastre, para descender al aparcamiento Punta de la Cruz.

Paralelo al asfalto busco pista de bajada a la ensenada, llama mi atención la flor de la Yuca (Izote, flor nacional del Salvador), familia de las Agaves traída de América.

Continuo bordeando las vallas que delimitan los trabajos en la rada, hago una parada para hacer foto de las instalaciones inferiores y principales del Lavadero Roberto, antes de la llegada al aparcamiento del Puerto.



He constatado el desprecio por el patrimonio de la zona, confiando en que este tipo de situaciones, donde prima el enriquecimiento rápido contra la conservación y mantenimiento de nuestro patrimonio, no vuelvan a producirse y que sirva como ejemplo ante futuras acciones sociales y políticas.

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