Alegia-Altzo-Lizartza-Orexa-Gaztelu-Ibarra-Berrobi-Elduain-Berastegi-Tolosa (2)
near Alegia, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
Tras el buen sabor de boca que nos dejó la anterior etapa por la Tolosaldea profunda, con pueblos dispersos en lo alto del valle, con espectaculares vistas del Ernio, Balerdi, y Txindoki con la sierra de Aralar, y pueblos y barrios donde acaba la carretera, como Gaztelu y Bedaio, esta vez mi pretensión es seguir pedaleando por otros de los 28 municipios restantes de esta preciosa comarca.
Casualmente esta semana leía datos estadísticos de que estos pueblos pequeños de Tolosaldea, son los que tienen mayor porcentaje de población joven (inferior a 20 años) de Gipuzkoa.
Llego en tren hasta Alegia donde inicio el recorrido en una mañana fresca de 6 grados pero soleada que alcanzaría los 24 en el ascenso a Berastegi.
Por imponderables de última hora, esta vez voy solo, que bueno alguna ventajilla tenía que tener, como el hacer en cada momento lo que te da la gana, y sin responsabilidades con los acompañantes, ni posibles discusiones en los cruces de caminos, para ver cuál hay que coger, jeje…etc
En el conocido como Molino de Alegia, coincido con un paisano laborando en la huerta, al que saludo.
Resultó ser un conocido de la familia, al que reconocí después de más de 50 años.
Tras una agradable y larga charleta me obsequió con dos estupendos chorizos de jabalí que metí muy agradecido en el maletín de la bici.
Otras veces me han regalado productos de la huerta. A este paso pronto amortizo el último complemento de la bici: el maletín.
La Gipuzkoa profunda me está sorprendiendo además de por la belleza de los paisajes, por la amabilidad y generosidad de sus gentes.
Ascendí a Altzo, municipio también con bonitas vistas del valle y del Ernio, para luego descender al valle del río Araxes, por el que continué hasta Lizartza para luego ascender junto a la Basabe erreka, la 2nda tachuela del día y llegar así a otro pequeño municipio de poco más de 100 habitantes donde termina la carretera: Orexa.
Desde aquí la panorámica es bellísima, con el Balerdi enfrente y detrás la sierra de Aralar, con nieve, al parecer de la caída el día anterior, que por Donosti fue muy lluvioso y con olas de más de 6 m.
Mas hacia el oeste, como desde casi todos los lugares de la comarca: el majestuoso Ernio.
Hablando con los lugareños me indican que hay una pista forestal en muy buen estado que te lleva a Gaztelu en poco más de 4 km.
Así lo hago, dejando a la salida del pueblo a la derecha la ermita de San Marcos.
Está pista efectivamente está en muy buen estado y sin barro, a pesar de todo lo que había llovido días anteriores.
Curiosamente, esta magnífica pista ciclable une dos poblaciones en las que acaba la carretera: Orexa y Gaztelu.
El control de avituallamiento lo hago en la salida de Gaztelu, enfrente del caserío de aquel simpático navarro (esta vez no estaba) con el que charlamos hace unas semanas y nos aclaró que el monte del fondo era el Ernio, visible de todas partes.
El descenso hasta Ibarra, para luego tomar la ctra que por el valle transcurre junto al río Elduarain, y después de parar en Berrobi y Elduain, subir la 3era tachuela de la etapa: la bonita población de Berastegi.
Aquí me acordé del magnífico menú del día que en el Kako compartí no hace mucho con Jos, para luego ascender las duras rampas al cordal de San Lorenzo y tras búsqueda infructuosa de no sé qué camino, descender finalmente a Andoain.
Aprendida la lección, ni comí el menú del día ni ascendí al collado.
Simplemente bajé a Tolosa en menos de 15’ por donde había subido.
Aquel día efectivamente JOS, teníamos que haber hecho lo mismo pero…espero uté me perdone.
Para la próxima mi propuesta no es ni la una ni la otra: mejor comer de nuevo en el Kako y luego dejarte llevar cuesta abajo hasta el tren.
Está preciosa etapa finaliza en la estación de Renfe de Tolosa.
Casualmente esta semana leía datos estadísticos de que estos pueblos pequeños de Tolosaldea, son los que tienen mayor porcentaje de población joven (inferior a 20 años) de Gipuzkoa.
Llego en tren hasta Alegia donde inicio el recorrido en una mañana fresca de 6 grados pero soleada que alcanzaría los 24 en el ascenso a Berastegi.
Por imponderables de última hora, esta vez voy solo, que bueno alguna ventajilla tenía que tener, como el hacer en cada momento lo que te da la gana, y sin responsabilidades con los acompañantes, ni posibles discusiones en los cruces de caminos, para ver cuál hay que coger, jeje…etc
En el conocido como Molino de Alegia, coincido con un paisano laborando en la huerta, al que saludo.
Resultó ser un conocido de la familia, al que reconocí después de más de 50 años.
Tras una agradable y larga charleta me obsequió con dos estupendos chorizos de jabalí que metí muy agradecido en el maletín de la bici.
Otras veces me han regalado productos de la huerta. A este paso pronto amortizo el último complemento de la bici: el maletín.
La Gipuzkoa profunda me está sorprendiendo además de por la belleza de los paisajes, por la amabilidad y generosidad de sus gentes.
Ascendí a Altzo, municipio también con bonitas vistas del valle y del Ernio, para luego descender al valle del río Araxes, por el que continué hasta Lizartza para luego ascender junto a la Basabe erreka, la 2nda tachuela del día y llegar así a otro pequeño municipio de poco más de 100 habitantes donde termina la carretera: Orexa.
Desde aquí la panorámica es bellísima, con el Balerdi enfrente y detrás la sierra de Aralar, con nieve, al parecer de la caída el día anterior, que por Donosti fue muy lluvioso y con olas de más de 6 m.
Mas hacia el oeste, como desde casi todos los lugares de la comarca: el majestuoso Ernio.
Hablando con los lugareños me indican que hay una pista forestal en muy buen estado que te lleva a Gaztelu en poco más de 4 km.
Así lo hago, dejando a la salida del pueblo a la derecha la ermita de San Marcos.
Está pista efectivamente está en muy buen estado y sin barro, a pesar de todo lo que había llovido días anteriores.
Curiosamente, esta magnífica pista ciclable une dos poblaciones en las que acaba la carretera: Orexa y Gaztelu.
El control de avituallamiento lo hago en la salida de Gaztelu, enfrente del caserío de aquel simpático navarro (esta vez no estaba) con el que charlamos hace unas semanas y nos aclaró que el monte del fondo era el Ernio, visible de todas partes.
El descenso hasta Ibarra, para luego tomar la ctra que por el valle transcurre junto al río Elduarain, y después de parar en Berrobi y Elduain, subir la 3era tachuela de la etapa: la bonita población de Berastegi.
Aquí me acordé del magnífico menú del día que en el Kako compartí no hace mucho con Jos, para luego ascender las duras rampas al cordal de San Lorenzo y tras búsqueda infructuosa de no sé qué camino, descender finalmente a Andoain.
Aprendida la lección, ni comí el menú del día ni ascendí al collado.
Simplemente bajé a Tolosa en menos de 15’ por donde había subido.
Aquel día efectivamente JOS, teníamos que haber hecho lo mismo pero…espero uté me perdone.
Para la próxima mi propuesta no es ni la una ni la otra: mejor comer de nuevo en el Kako y luego dejarte llevar cuesta abajo hasta el tren.
Está preciosa etapa finaliza en la estación de Renfe de Tolosa.
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