CAMINO DE LA MINA - PUNTAL . BAÑOS DE SIERRA ALHAMILLA

Ruta calificada como difícil por algunos tramos muy deteriorados en las primeras ramblas y sobre todo en los caminos de ascenso hasta enlazar con la pista del Miniholliwood al Puntal. Estos se presentan rotos y con piedra suelta, en los que hay que extremar la habilidad y la potencia. La potencia la da el uso de bici eléctrica, pero además, es necesario afrontar subidas con frecuentes zanjas y obstáculos en forma de piedra suelta y matorral, en las que la zona ciclable se reduce a la línea de trazada de otras bicis (seguramente en descenso) o de motos que no contribuyen en nada a mejorar la tracción. Una vez cubierto el Camino de la Mina, la ruta no plantea mayores dificultades que el desnivel hasta coronar en el Puntal. Sin embargo, la bajada hacia los Baños vuelve a plantear dificultades, esta vez por la desaparición del antiguo camino que usábamos hace años, con el uso de maquinaria que hace tiempo abrió sobre él numerosas zanjas haciéndolo impracticable. No obstante, el paso de otros ciclistas y senderistas, ha ido abriendo un pequeño acceso al margen del camino, que entre las encinas y carrascas, acaba conectando con la bajada que ya conocìamos. Ésta sigue teniendo un enorme desnivel en su primer kilómetro, aunque al menos está algo mejor de piso que la última vez que pasamos por aquí. En cualquier caso, hay que emplear los frenos a tope y no es de extrañar que éstos cojan altas temperaturas llegando incluso a desprender olor a ferodo. Una vez en la pista principal, el siguiente obstáculo es la valla que cierra el perímetro del Cortijo y que obliga a un pequeño rodeo por la parte norte sin mayores complicaciones. A partir de aquí, la pista ancha y de buen piso, permite velocidades alegres aunque siempre con la prudencia de cualquier bajada con curvas cerradas sobre tierra. Para evitar el portón que cierra el camino en las inmediaciones de los Baños, optamos por otro que termina en el Balneario en su parte norte, pero no resultó mejor opción porque este discurre en un tramo por el cauce de un barranco muy encajado donde el agua lo ha destrozado. Sin ningún mantenimiento y a merced de las lluvias, el camino ha desaparecido y aunque puede ser apenas ciclable en algún tramo pequeño, es preferible caminar hasta salir del barranco. Una vez de nuevo en el camino, ya solo resta llegar al caserío de Los Baños de Sierra Alhamilla, aunque en los últimos metros y sobre antiguos balates de la explotación minera del paraje (siglo XIX y primeras décadas del XX) hay que apearse de la bici en algunas ocasiones. Pero ya no importa. La cercana recompensa a tanto esfuerzo en forma de cerveza con tapa generosa, es suficiente para que nada estorbe. Luego, ya todo el recorrido es bien conocido y sin mayores complicaciones.